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El apocalipsis en nueve jinetes

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 3 min.

La desgracia de Venezuela comienza con la demoledora, efectiva y profunda estrategia de descrédito a la democracia desde fines de los 80. Tanto que incluso muchos que vivieron aquel país estable, progresivo, modelo democrático en medio de dictaduras, y refugio de masas migrantes, creen recordar un infierno corrupto, miserable, “y por eso pasó lo que pasó”. Se vivió un gap en el proceso de desarrollo al agotarse la primera etapa de la sustitución de importaciones, que se expresa el viernes negro de 1983, pero en 1989, el gobierno de Carlos Andrés Pérez emprende el Gran Viraje, que puso a crecer la economía al mismo ritmo de China. Comienza una furiosa ofensiva antipolítica desde las élites sociales para derrocar al Presidente, los partidos históricos se asustaron, y por meros oportunismo e ignorancia, le siguieron la corriente a los notables y dieron la razón a quienes intentaron en 1992 un golpe de Estado. Aquí los pasos de la destrucción.

1. La reacción perversa de las élites ante los acontecimientos del 27 y 28 de febrero de 1989. Ese día en un azar catastrófico se encontraron desordenes por el aumento del precio de la gasolina y una huelga de la Policía Metropolitana, dirigida por Freddy Bernal. La ausencia de respuesta policial, promueve grandes saqueos, robos, violaciones. Lejos de llamar al orden y repudiar la delincuencia masiva, los medios, gremios, intelectuales, académicos y demás factores de poder social, hicieron responsables a los “empresarios especuladores”, “políticos corruptos”, “clases medias hedonistas”, trabajadores “indiferentes”. El “gobierno neoliberal” que tenía dos semanas instalado y la sociedad honrada fueron los culpables, y las víctimas los delincuentes, una inversión absoluta de valores. Caldera consagra esto en un discurso solemne en el Senado.
2. El 4F. La ignorancia de las élites, los odios y mezquindades contra el Gran Viraje, Pérez y Miguel Rodríguez, promovieron la desestabilización que tendió la cama a golpistas civiles y militares. Pérez derrotó el levantamiento, pero este minó las bases de sustentación del gobierno y del sistema. Las acciones no fueron contra “los males” de la democracia, sino contra correcciones que introducía gobierno. Ninguno de los ministros de Pérez tiene tacha y fueron posteriormente estrellas internacionales en sus profesiones. Caldera hace un nuevo discurso en el Senado en el que justifica el golpe de Estado.
3. El derrocamiento del Presidente Pérez en 1993. Los partidos presa de una gran ceguera y acorralados por los notables, destituyen y enjuician a Pérez sin entender qué al liquidar la cabeza, vendrían por ellos como ocurrió.
4. La elección Caldera en 1993 es un regreso al pasado, deshace las reformas que habían puesto el país a crecer, establece controles de cambio y de precios, vuelve al intervencionismo, lo que produce el colapso económico. Se ven obligados a cambiar de rumbo e improvisan una caricatura del Gran Viraje, la Agenda Venezuela, una piratería peor que no hacer nada. En vez de indultarlo, si era el caso, Caldera sobresee la causa a Chávez, y lo deja en libertad de ser candidato. El período termina vegetativamente, por inercia.
5. El triunfo de Chávez en 1998 es el desmantelamiento de las instituciones políticas y económicas, que se hacen personalistas y autoritarias con la constituyente de 1999.
6. La oposición de “los cuatro jinetes”. El Paro Petrolero, 11 de abril, Plazaltamira, la Megaplasta, el llamado a la abstención en 2005, le entregan parlamento al chavismo y con él los demás poderes que perfeccionan el autoritarismo. La oposición pierde posiciones institucionales en las FF. AA, el TSJ, CNE, y el gobierno revolucionario toma control casi total. Recupera la cordura en 2006 y participa en las presidenciales.
7. Pierde definitivamente el rumbo en 2016-17-18, cuando anuncia lo que serán su derrota catastrófica: la insurrección sin armas. El RR y la negativa a concurrir a las elecciones de gobernadores de 2017, a las de alcaldes y a la “constituyente”. La ofensiva insultante contra el voto y contra quienes llaman a votar y la joya de la corona: la depredación moral de Henri Falcón por presentarse a las presidenciales de 2018.
8. El año oscuro de 2019 comienza con la autoproclamación, y sigue con “el cucutazo”, “el golpe de los topochos”, culmina con la “operación Gedeón”, para luego volver a abstenerse en 2020 a la AN.
9. Finalmente el crimen sadomasoquista de 2021: saltar al cuello y masacrar a la oposición en conjunto al restar el domingo 21N los votos con los que hubieran podido obtener dieciocho gobernaciones. Haber ganado en sufragios, y perdido en gobernaciones, oposición 51.7 % (4.414.874) votos, y gobierno 46.1% (3.940.335, para obtener 3 0 4 gobernaciones. Se ganaron 117 alcaldías porque los dirigentes locales no hicieron caso a cantos de ballena “de arriba”. Estos treinta años son el imperio de la antipolítica, el radicalismo, la estupidez, la ignorancia, de las “nuevas generaciones” y las viejas mayores compitieron para ver quiénes eran más cuadrúpedos, cuya obra culminan por ahora el 21N. Conseguirá varias figuritas repetidas en los nueve pasos, pero hoy todos tienen acuerdos con el gobierno. Verá los próximos capítulos. (coming soon)

@CarlosRaulHer