Observando, estudiando y analizando, tomando muy en cuenta los diversos estudios sobre la opinión pública, me permito expresar opinión de como veo la situación actual.
Se nota una línea cada vez más ascendente y sin posibilidades que no sea así, de la candidatura de Edmundo González Urrutia, con la circunstancia que muchos que hasta ayer acompañaban a este régimen, entre ellos ministros del que se fue y de este régimen, ahora respaldan la candidatura de la Unidad opositora y de cambio, un sin número de estudiosos de la política y hombres de gran estatura intelectual como igual se manifiesta en todos los estratos de la población, es un asunto transversal, han recibido la candidatura de la Unidad con inmenso beneplácito, fundada esperanza y razonable optimismo.
Es el candidato de la Venezuela que desea cambio cuanto antes de la Venezuela que aspira a vivir muy distinto y mucho mejor. La línea del régimen es decreciente, como perro en platabanda, con la cabeza hacia abajo, y todo indica que está en caída libre. Los tradicionales nichos chavistas, donde el régimen tenía holgada mayoría, ya no existen y cuando movilizan gente se trata de empleados públicos amenazado y tarifados.
Militares que veían con simpatía este régimen, le han quitado su aprecio y como todos los venezolanos también desean cambio por el bienestar de sus familias y el suyo propio, hoy podemos afirmar sin exageración y sin halago por la tranquilidad, que la inmensa mayoría de los miembros de nuestra Fuerza Armada desea algo mucho mejor de lo que tenemos y ven también en Edmundo González una carta válida de salvación, claro está, esta información me llega desde adentro porque ellos no se pueden expresar públicamente, porque no les está permitido y se someterían a persecuciones, carcelazos y torturas.
Todo indica que nuestro candidato al menos triplicará a Maduro que tendrá que entregar lo que nunca han debido tener y para ello, ante la situación actual que si cambia es para profundizarse, existen tres caminos: uno, resignarse a perder y esperar que pasa, dos, negociar la entrega con el fin de evitar o aminorar sanciones mayores y permitir que salgan del país quienes así lo deseen, recordemos que después del 28 de julio le queda a este régimen unos meses más y tres, evitar las elecciones creando un estado exasperado y de preocupación general que les permita declarar en estado de excepción el país, suspender las garantías constitucionales, declarar toques de queda y militarizar la vida ciudadana. Para esto último es fundamental y necesario contar con el respaldo de la Fuerza Armada que creo no se embarcaría en ese manotazo a la democracia y la libertad.
El régimen está muy preocupado por la pérdida definitiva del calor popular y la muy escasa capacidad de convocatoria que tiene. Seguro el régimen recibe informaciones diarias de cómo se comporta la opinión popular, muchas de esas empresas que les ofrecen esos datos seguros le darán cifras alteradas y melosas, pero debe tener, aunque sea una, que le diga la verdad verdadera que es la que origina la desesperación y angustia, porque en ella está reflejada la actual situación.
Tengo información que existe un grupo altamente calificado que trabaja sobre la posibilidad de repatriar todo el capital robado a la Nación e iniciar los trámites necesarios para determinar con toda claridad los delitos de lesa humanidad e iniciar los juicios internacionales correspondientes estén donde estén, porque la impunidad que le da el régimen se les acabó.
Amanecerá y veremos.