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Crónicas de cuarentena

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 6 min.

ALCOHOL Y PANDEMIA (62)

Existe una falsa creencia según el cual el alcohol es efectivo en el combate contra la pandemia. En verdad la OMS ha señalado que las soluciones líquidas con concentración de etanol en el orden del 60%, y hasta los geles alcoholados resultan de utilidad para la desinfección de las manos, a falta de agua y jabón. Pero una cosa es el efecto del alcohol sobre la piel y, otra muy distinta, es su pretendida ingesta para combatir la Covid-19. El sitio web ourworldindata.org identifica la dependencia del alcohol como una causa de muerte relevante señalando que más de dos millones ochocientas mil personas fallecen a consecuencia de su consumo y, unas cien millones de personas en todo el mundo, padecen de alcoholismo con los efectos físicos y mentales que la enfermedad comporta.

Algunos países como Panamá, Groenlandia y Zimbabue decretaron, en el marco de la cuarentena, la restricción de la venta y consumo de alcohol mediante la política de Ley seca que algunas localidades en México, Argentina y Perú asumieron también, con la finalidad de reducir la comisión de delitos asociados a la violencia y, como medida de control para desestimular las reuniones y celebraciones debido a la recomendación del distanciamiento social para contener la propagación del virus.

A la temeraria recomendación del Presidente de Bielorrusia que instó a beber vodka para erradicar la pandemia siguió la estrafalaria práctica del gobernador provincial de Nairobi en Kenia que repartió, en un programa de consignación de alimentos, botellas de coñac para combatir el virus. En México más de un centenar de personas han perdido la vida, en medio de la cuarentena por intoxicación de bebidas con metanol. En Irán, donde por la revolución islámica por motivos religiosos prohíbe el consumo de licor, más de medio millar de personas han fallecido por ingerir alcohol adulterado durante el confinamiento.

Un documento de la Organización Mundial de la Salud derrumba el mito que los licores estimulan la inmunidad y la resistencia frente al virus. Por el contrario en general el consumo de alcohol etílico, en cualquiera de sus variedades manufacturas y presentaciones, afecta el sistema inmunológico del organismo por lo que su ingesta resulta nociva para la salud. Al final del día de hoy cerca de ocho mil personas habrán fallecido debido al consumo de bebidas espirituosas, una cantidad superior, a la que OMS reportará mañana, en su informe diario, como consecuencia de la Covid-19.

¡Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO

#CrónicasDeCuarentena (62)

NICOTINA Y PANDEMIA (61)

El tabaquismo es uno de los hábitos más perniciosos de la humanidad. Cada día los fumadores habituales consumen en promedio, entre media cajetilla y una caja, y el consumo global, según se desprende del portal worldometers.info, asciende a unos quince mil millones de cigarrillos diarios, es decir unas dos unidades por habitante a nivel mundial. Las muertes asociadas al tabaco alcanzan a los 8 millones de personas al año, incluidas las atribuidas a los llamados fumadores pasivos. Visto en esos términos, las víctimas del tabaco a finales de año serán potencialmente superiores a las correspondientes al nuevo coronavirus.

Ha surgido una hipótesis según la cual la nicotina, uno de los compuestos del tabaco, actúa en el organismo como una suerte bloqueador o inhibidor a nivel pulmonar contra el virus. El primero de los estudios tuvo lugar en China que analizó la prevalencia de la enfermedad entre los fumadores. Un estudio similar tuvo lugar en Italia y encontró que la incidencia de la Covid-19 entre fumadores era proporcionalmente baja en comparación con el resto de los pacientes hospitalizados. Un tercer trabajo de investigación ha comenzado en Francia administrando parches de nicotina a personas contagiadas de covid-19 para evaluar si mejoran los síntomas, a pacientes críticos para estudiar si cede la inflamación respiratoria y a personal sanitario de manera preventiva.

Los estudios no son para nada concluyentes pues la casuística es todavía reducida. Un dato contratante es que en países como Estados Unidos, Rusia, Inglaterra, China y Turquía, por citar unos pocos ejemplos donde la pandemia ha impactado con fuerza, los niveles de consumo de cigarrillos son elevados. Hay quienes intuyen que detrás de la teoría están las grandes corporaciones tabacaleras que enfrentan cada vez más regulaciones impositivas y publicitarias, además de la campaña mundial sobre los efectos nocivos de sus productos. Siendo en la práctica, el tabaquismo literalmente una pandemia, pues según el sitio ourworldindata.org constituye la segunda causa de mortalidad a nivel mundial, la industria del tabaco termina matando a casi la mitad de sus clientes regulares a lo largo del tiempo.

La Organización Mundial de la Salud emitió un boletín alertando que el tabaco en modo alguno combate la Covid-19. El organismo ratificó la incidencia del tabaquismo en las enfermedades respiratorias, cardiovasculares y su relación directa en torno a varios tipos de cáncer. El comunicado destaca que incluso las modalidades alternativas al cigarrillo, como los habanos, picaduras para pipas, así como vaporizadores y cigarrillos electrónicos tienen consecuencias nocivas para la salud. En todo caso el humo del tabaco libera una serie de compuestos químicos, tóxicos y cancerígenos que la administración terapéutica y dosificada de nicotina no comporta. El ministro francés de salud, a propósito del último estudio en desarrollo, ha zanjado el asunto señalando que “el tabaco mata”.

¡Amanecerá y veremos!

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#CrónicasDeCuarentena (61)

EL AVANCE MUNDIAL DEL VIRUS (60)

La estadística de la COVID-19 se enrumba esta semana a los cinco millones de personas infectadas de las cuales un millón ochocientas mil han logrado recuperarse, y lamentablemente más de trescientas mil han perdido la vida. Desde que el nuevo coronavirus surgió en la localidad de Wuhan en China, se ha expandido en ciento ochenta y ocho países, y una treintena de territorios y dependencias, de los cinco continentes. Sólo los casquetes polares y excepcionalmente unas pocas islas están libres de la pandemia. Australia y Nueva Zelanda en Oceanía muestran cifras alentadoras en relación a su base poblacional.

El Reino de Lesoto, enclavado en Sudáfrica, es el último de los países del continente africano que ingresó en los registros que la Organización Mundial de la Salud contabiliza sobre la pandemia. La pequeña nación montañosa de cerca de dos millones de habitantes apenas tiene un caso reportado. Sudáfrica, Egipto, Argelia, Marruecos y Ghana encabezan los reportes en África. Entretanto Eslovenia es el primer país de Europa en declarar el fin de la pandemia. La medida alivia su programa de ayudas sociales que continuará hasta finales del mes, así como la reapertura de sus fronteras y el levantamiento de la cuarentena implementada desde mediados de marzo. Las cifras en el continente europeo son lamentables, ya que más de la mitad de las muertes a nivel mundial han tenido lugar en esa región, pues Rusia, España, Inglaterra, Italia, Francia y Alemania registran la mayor cantidad de decesos.

Los números son dinámicos y cambiantes. Donde el tiempo parece haberse detenido es en Corea del Norte, en el continente asiático, que sigue sin reportar casos a pesar de confinar con China y Rusia. Otro tanto ocurre en Turkmenistán que colinda con Irán, país que registra un foco importante en Asia central. En América Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Perú, Chile, Ecuador Colombia y la antillana República Dominicana lideran las estadísticas. A juzgar por los números Groenlandia y Las Islas Malvinas destacan con los mejores desempeños en torno a la pandemia.

A decir verdad, la cantidad de contagiados en el mundo es proporcionalmente baja, pero la estrategia de la cuarentena, el confinamiento y el aislamiento social para limitar el vertiginoso avance del nuevo coronavirus, en la práctica ha paralizado a la humanidad. La gente acusa los efectos de la recesión. La producción industrial, el intercambio comercial, los mercados financieros, la prestación de servicios y la economía doméstica están severamente impactados. Hay expectativa por una solución, al menos a mediano plazo, que ponga fin a la emergencia sanitaria global.

¡Amanecerá y veremos!

@ADIGIAMPAOLO

#CronicasDeCuarentena(60)