El 25 de este mes se cumplen diez años de la explosión en la refinería de petróleo ubicada en Amuay, que ocasionó la muerte a 42 ciudadanos y en la que resultaron 158 heridos; además, fueron dañadas numerosas viviendas, escuelas y comercios. Sin duda las operaciones en una refinería tienen un riesgo alto y esporádicamente ocurren accidentes lamentables. ¿Este fue fortuito e impredecible? ¿Fue por negligencia o por impericia? ¿Se pudo evitar? ¿Fue un accidente o un crimen?
Antecedentes
Desde el 2003 al 2012, los medios de comunicación informaron de 79 accidentes graves en Cardón y Amuay (CRP), con 19 trabajadores fallecidos y 67 lesionados, sin contar con el aquí referido.
Rafael Ramírez, entonces presidente de Pdvsa y ministro del área petrolera , consignó en su Memoria y Cuenta del 2011 que las refinerías habían tenido recortes de presupuesto, paradas no programadas y problemas operacionales por desfase de los mantenimientos, retraso en la adquisición de repuestos y escasez de personal especializado.
Ese mismo año 2011, Wills Rangel, presidente de la Federación de Trabajadores Petroleros e identificado con el oficialismo, declaró: Las paradas de planta se han pospuesto por falta de repuestos, de previsión y de planificación. Pdvsa distrajo parte de su personal en lo social y eso retrasó sus operaciones.
El informe sobre Amuay y Cardón elaborado por RJG Risk Engineering para la reaseguradora QBE señaló innumerables fallas en seguridad, sobre todo por falta de mantenimiento por limitaciones presupuestarias.
.La explosión e incendio
En la mañana del día de la explosión se detectó olor a gas altamente letal. El personal de la empresa Puramin, ubicada a un kilómetro de la refinería trabajó hasta las 11 pm. Poco después de las doce de la noche los medidores detectaron un alto contenido de gas y se activó el plan de desalojo. El transporte no pudo acceder a la planta por las restricciones de Pdvsa. Fallecieron dos vigilantes y tres operadores. Entre ellos Rigoberto Colina, quien dejó constancia en su celular: nos estamos muriendo
La explosión ocurrió a la 01:10 am. Es decir que hubo tiempo suficiente para desalojar al personal de la refinería y a los vecinos cercanos, incluido el Destacamento 44 de la Guardia Nacional. Lamentablemente, nadie tomó esa decisión.
La reacción del oficialismo
Hugo Chávez, Rafael Ramírez y Jesús Luongo, gerente de la refinería, insistieron en que el mantenimiento era perfecto. Inicialmente declararon que habían estallado unos tanques. Poco después, Eulogio Del Pino, Rafael Ramírez y otros voceros oficialistas mencionaron la idea del sabotaje, a pesar de que esas instalaciones las custodia la Guardia Nacional y personal de seguridad de la empresa. Además, a partir del 2003 fueron despedidos todos los trabajadores considerados no identificados con el oficialismo.
Cabe destacar las declaraciones por VTV, tres días después de la explosión, de Iván Hernández, quien estaba jubilado cuando el paro cívico de diciembre del 2002 y, por ser afecto al gobierno, fue reenganchado para que asumiera la gerencia general del CRP, cargo que mantuvo hasta marzo 2004. Hernández declaró que la fuga indudablemente vino de una brida o de una corrosión en una línea y se abrió un hueco, puede ser, eso nos ha sucedido. Un año después, Rafael Ramírez todavía sostenía que fue una falla inducida e intencional; alguien aflojó un perno en una brida que conecta con la bomba, lo que ocasionó la fuga.
El 20 de agosto 2013, Wills Rangel declaró en El “Nacional: Hubo fallas mecánicas y técnicas, pero no humanas. La sirena de alarma fue eliminada porque se activaba mucho; se va a hacer una revisión para la adquisición de equipos de seguridad adecuados y ser rígidos en el uso de los implementos. Cabe preguntar ¿la sirena se activaba por frecuentes escapes de gases o porque funcionaba mal? En esa misma fecha y diario, Jesús Luongo, intentando salvar su responsabilidad, declaró: Está comprobado que hubo sabotaje sobre nuestras instalaciones por sectores de la extrema derecha.
La investigación
El Centro de Orientación en Energía (Coener), integrado por los profesionales más destacados del área, con la participación de instituciones y varias ONG y bajo la coordinación de nuestro querido compañero Francisco Javier Larrañaga, que en paz descanse, realizó una investigación consignada en 500 páginas. Resumimos algunas conclusiones:
- La explosión fue causada por la ignición de una nube de gas creada por un escape incontrolado de olefinas (componentes inflamables producidos en el proceso de refinación), cuya causa más probable fue el colapso del sello mecánico de una o más de las bombas P-200 A/B/C, ubicadas al pie de las esferas TK 208 y 209, en el área de almacenamiento del Bloque B23 de la Refinería Amuay.
- De acuerdo a testimonios, se determinó la presencia de gas varias horas antes de la explosión. Se confirmó una fuga incontrolada de gas aproximadamente a las 12 de la noche del 24 de agosto de 2012. Sin embargo, no se activaron alarmas ni se tiene conocimiento de acción alguna para llevar a cabo el desalojo de las áreas adyacentes. Las únicas acciones que se tomaron consistieron en tratar de bloquear válvulas y equipos en forma manual en el sitio de la fuga, resultando infructuosas dada las altas concentraciones de gas en el ambiente.
- Inadecuado manejo de la contingencia. Las fallas detectadas en el plan de evacuación probablemente hayan incidido en el incremento del número de víctimas.
- El costo total estimado de los daños está en el orden de 1.835 millones de US dólares.
- Exigir a Pdvsa y a la Fiscalía General de la Republica la publicación de los resultados de las investigaciones y las responsabilidades de esta lamentable tragedia.
La cifra mencionada no incluye la pérdida por la paralización de la refinería. Evidentemente, lo ocurrido en Amuay fue un crimen. Pudo evitarse, pero ni siquiera se han tomado medidas para prevenir otros hechos similares. Sindicalistas petroleros como Iván Freites, Froilán Barrios, Bodas y Parisca han hecho constantes denuncias. Descaradamente, el Informe 2012 de Pdvsa omitió el grave suceso.
Como (había) en botica :
Quizá la selección de nuestro candidato por elección primaria podría no ser suficiente para salir del régimen, pero es lo que los ciudadanos esperan.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!