El rechazo de los gobiernos democráticos de diferentes ideologías a la burda proclamación de Maduro, sin las actas que comprueben el resultado de la votación, obligan a reflexionar.
Maduro ha violado reiteradamente la Constitución para intentar perpetuarse en el poder. Los venezolanos siempre lo hemos enfrentado y contado con la solidaridad de algunos gobiernos y personalidades.
Cuando se establecieron los juegos olímpicos en el 776 AC, se acordó una tregua de tres meses entre las ciudades-estado de la antigua Grecia y los jueces eran honorables ciudadanos que decidían imparcialmente. Durante la reciente Olimpíada en París, en el mundo proliferan las guerras y abundan regímenes cuyos jueces desconocen la voluntad de los pueblos.
Maduro lleva años acosando a los venezolanos que se oponen a las violaciones de los derechos humanos, al empobrecimiento, destrucción del país, a la corrupción y al narcotráfico. Ahora está acosado por los ciudadanos que no aceptan sus fechorías, por los principales gobiernos democráticos del mundo y por numerosas ONG.
Los políticos sensatos visualizan a largo plazo su futuro y el de su partido. Cuando pierden una elección, reconocen sus errores y trabajan para recuperar el favor del pueblo.
Este domingo 28 los venezolanos acudiremos a una elección para corregir el rumbo equivocado que ha tenido nuestro país en los últimos 25 años. Maduro empobreció a la población, destruyó nuestra infraestructura de producción, deterioró los servicios públicos y atropelló a los disidentes. Ahora revertiremos esta situación.
María Corina, con su liderazgo, deberá mantener encendida la llama de la esperanza, ya que no todos los problemas se podrán resolver a corto plazo. Edmundo, con su experiencia diplomática, tendrá que tender puentes con los desplazados. El PSUV deberá tener un espacio político, como lo tuvo Cruzada Cívica Nacionalista, el partido del dictador Pérez Jiménez.
El 25 de este mes se cumplen 48 años del vil asesinato de Jorge Rodríguez, activista político de extrema izquierda, quien murió por las torturas infligidas cuando estaba preso.
El 28 de julio decidiremos si queremos que el régimen siga destruyendo a Venezuela, reprimiendo y empobreciendo a sus ciudadanos y separando a las familias o si será el paso inicial para tener un mejor país para todos.
Quienes se burlan, frecuentemente resultan burlados y, tarde o temprano, pagan sus fechorías. Por eso prefiero El burlador de Sevilla y el convidado de piedra, de Tirso de Molino, que el Don Juan Tenorio, de Zorrilla.