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El desastre social creado por Maduro

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 3 min.

La política económica de Nicolás Maduro ha generado un desastre social el cual se ha reflejado en los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida del año 2017. La pobreza se ha incrementado entre al año 2014 y el 2017 e involucra ya al 87% de la población. La población en pobreza extrema representa el 62%, casi dos terceras partes de la población. En relación a la situación alimentaria ha habido un deterioro de la dieta en cantidad y calidad. Los programas de asistencia alimentaria, como las bolsas CLAP, no han tenido ninguna incidencia en esta situación. El régimen socialista de Maduro ha terminado por acentuar la desigualdad e inequidad en la alimentación, con un 80% de los hogares en situación de inseguridad alimentaria.

El primer ministro de economía del presidente Chávez, Felipe Pérez Martí, señaló que las políticas económicas de Nicolás Maduro están conduciendo a un desastre social. La palabras de Pérez Martí fueron proféticas, pues eso es lo que estamos viviendo desde hace algunos años, debido al creciente proceso inflacionario generado por las políticas económicas gubernamentales, el cual ha destruido el poder de compra de la población. A fin de caracterizar este desastre social, utilizaremos las cifras de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) del año 2017. La ENCOVI ha sido impulsada por las principales universidades del país (USB, UCV y UCAB) desde el año 2014 a fin de hacerle seguimiento a fenómenos como la pobreza y la situación alimentaria.

En cuanto a la evolución de la pobreza se refiere, se evidencia que la misma aumentó entre el año 2014 y 2017. Pasó de 48,4% en el 2014, a 87% en el 2017. En un contexto de inflación desbordada, como el que atravesamos desde el año pasado, casi toda la población venezolana está en situación de pobreza, es decir, el ingreso que perciben es insuficiente para adquirir la canasta básica de bienes y servicios que se ha vuelto inaccesible (ver cuadro 1).

Cuadro 1. Evolución de la pobreza en Venezuela

Años

2014

2015

2016

2017

Pobreza (no extrema)

24,8

23,1

30,3

25 ,8

Pobreza extrema

23,6

49,9

51,5

61,2

Pobreza total

48,4

73,0

81,8

87,0

Fuente: Encovi 2017 (Disponible en: www.ucab.edu.ve)

La pobreza extrema, constituida por la proporción de la población cuyo ingreso es insuficiente para adquirir la canasta alimentaria, se ha incrementado de 23,6% en el 2014 a 61,2% en el 2017. En otras palabras, casi las dos terceras partes de la población no obtuvieron un ingreso suficiente para adquirir la canasta alimentaria el año pasado (ver cuadro 1).

El ex presidente Chávez instrumentó una política de protección social que involucró a los programas de asistencia alimentaria como Mercal y las llamadas misiones. Las misiones fueron de escasa cobertura y el programa Mercal fue realmente el que tuvo un impacto importante por la proporción de la población que benefició. Todos estos programas han desaparecido en los años recientes y han sido sustituidos por las llamadas bolsas CLAP. En la mayoría de los hogares y del territorio nacional, las bolsas CLAP no constituyen un complemento alimentario y nutricional de importancia pues no es recibida en forma periódica.

La gran mayoría de los entrevistados (89%) manifestaron que el ingreso familiar es insuficiente para la adquisición de alimentos dentro y fuera del hogar. Debido a la carestía de la comida y la insuficiencia de los ingresos para adquirirla, dos terceras (2/3) partes de la población manifestaron que han recortado sus comidas o se han visto obligadas a saltarse una de la tres comidas diarias. Casi dos terceras partes manifestaron que se han acostado con hambre porque no han tenido dinero suficiente para comprar alimentos. La población que ingiere 2 o menos comidas al día se incrementó de 3,5 millones en el 2015 a 8,13 millones en el 2017.

En cuanto a la calidad de la dieta, ésta se ha deteriorado sensiblemente. La harina de maíz enriquecida ha perdido su rol en la dieta y ha sido sustituida por otros alimentos de menor calidad nutricional. La dieta se centra en arroz, maíz y harina de trigo, es decir, en carbohidratos. El rol de las hortalizas se ha reducido, al igual que el de las frutas y los lácteos, lo cual ha implicado una menor ingesta de micronutrientes como el hierro y de proteínas de alto valor biológico. En consecuencia, la dieta se ha deteriorado en cantidad y calidad, y es “anémica” por la disminución de la importancia de los micronutrientes.

Es paradójico que un proyecto socialista haya terminado por acentuar la desigualdad e inequidad en la alimentación, con un 80% de los hogares en situación de inseguridad alimentaria. Entendiendo la seguridad alimentaria como la capacidad de las personas de acceder a los alimentos básicos requeridos para una alimentación adecuada, 80% de los hogares ven este acceso limitado por su precaria capacidad de compra, la cual ha sido destruida por la inflación desbordada impulsada por las políticas gubernamentales.

Profesor UCVj

josenri2@gmail.com