La Pdvsa meritocrática logró establecer un adecuado sistema de refinación en Venezuela y en el exterior. El chavismo-madurismo lo descalabró. A partir de 1976 la industria petrolera estatizada realizó cuantiosas inversiones para hacer más eficiente nuestras refinerías en Venezuela. En la década de los 80 inició la estrategia de comprar mercados en el exterior. Es decir, adquirir refinerías para garantizar la colocación de nuestro petróleo pesado a medida que aumentara nuestra producción. El chavismo-madurismo, cual barbarazo de la canción, acabó con todo.
En su Memoria y Cuenta del 2011, el entonces ministro y presidente de Pdvsa Rafael Ramírez, reconoció problemas en las refinerías en Venezuela, tales como escasez de personal especializado, problemas mecánicos, incumplimiento de las paradas de mantenimiento, excesivas paradas no programadas, recortes presupuestarios, atrasos en órdenes de compra de repuestos en el exterior, demora en el pago a los proveedores. Ello explica por qué nuestras refinerías, que tenían excelentes índices de seguridad y operacionales, pasaron a tener innumerables accidentes con pérdida de vidas, no pueden abastecer el mercado local de combustibles y lubricantes y dejaron de exportarlos. Tenían una capacidad de procesar 1.300.000 barriles de petróleo por día. Hoy están en la carraplana. La responsabilidad principal recae en Hugo Chávez, Maduro, Rafael Ramírez, Jesús Luongo, Argenis Chávez, Alejandro Granados, Eulogio Del Pino y Nelson Martínez.
La adquisición de refinerías en el exterior siempre tuvo la animadversión de los extremistas de izquierda. Paradójicamente, cada vez que Hugo Chávez viajaba ofrecía una refinería a gobiernos que consideraba amigos, pero ordenó vender las adquiridas total o parcialmente en Estados Unidos y Europa, en algunas de las cuales hubo que hacer inversiones para adaptarlas a nuestros crudos. Un caso emblemático fue la refinería Cienfuegos, en Cuba. La misma estaba paralizada desde 1989. Chávez se empeñó en ayudar a Fidel. Las misiones que envió Ciavaldini, entonces presidente de Pdvsa, para evaluar su reactivación concluyeron que eso no era negocio para Venezuela, ni para Cuba. Ese hecho y el posterior incumplimiento de pagos por el envío de petróleo fueron el inicio del conflicto entre la gerencia meritocrática y Chávez, así como la de él con Guaicaipuro Lameda. En el 2007 Chávez anunció que invertiría en su reactivación y regaló petróleo para que operara. Ahora, la dictadura de Díaz Canel se apropió de nuestra participación del 49 por ciento “por deudas de Pdvsa”.
En Alemania, en Ruhr Oel tuvimos participación en cuatro refinerías, con una capacidad de procesar 1.042.000 barriles por día, correspondiendo 230.000 a Pdvsa. En el 2010, Chávez ordenó vender nuestra participación, alegando que “allí no trabaja ningún venezolano y no procesan nuestro petróleo”; esto último se debía a una triangulación con Rusia, ellos suministraban a Alemania y Pdvsa a Cuba, lo cual era negocio para todos. En Nynas, empresa sueca, tuvimos participación en cuatro refinerías, con capacidad de procesar 67.000 barriles por día, correspondiendo 29.000 a Pdvsa; En el 2020 se realizó una negociación, cuyos detalles desconocemos. Pdvsa redujo su participación del 50 por ciento a solo el 15 por ciento, con el objeto de que la empresa no fuese objeto de las sanciones del gobierno de Estados Unidos a Pdvsa.
En Estados Unidos, la Pdvsa meritocracia tuvo ocho refinerías, con capacidad de procesar 1.700.000 barriles por día, correspondiendo 1.205.000 a Pdvsa. Unas las vendió, otras las perdió por deudas. Hoy solo nos quedan las de Citgo : Lake Charles, Corpus Christi y Lemont , con capacidad de procesar 769.000 barriles por día. Las mismas están en riesgo de perderse. Es necesario defenderlas en los tribunales, ya que la protección del gobierno de Estados Unidos no es garantía permanente. Es inaudito que la Comisión Delegada de la Asamblea Nacional 2015 no haya aprobado el presupuesto para defender nuestro principal activo en el exterior. También extraña el silencio del presidente interino Juan Guaidó.
En Europa y en los Estados Unidos, tuvimos una capacidad de procesamiento con nuestros socios de 2.809.000 barriles por día, de los cuales 1.464.000 correspondían a Pdvsa; hoy solo nos queda una capacidad de procesamiento propia de 647.000 en Estados Unido y de 8.700 en Europa.
En República Dominicana tuvimos una participación del 49,5 por ciento en una refinería con capacidad de procesar 34.000 barriles por día; en el 2021 vendimos a pérdida. En Jamaica tuvimos otra con capacidad de procesar 35.000 barriles por día, correspondiendo 17.000 a Pdvsa; nuestra participación fue confiscada en el 2019 por incumplimiento de la Pdvsa roja. En total, en esos tres países perdimos una capacidad de procesamiento con nuestros socios de 134.000 barriles por día, de los cuales 66.000 barriles correspondían a Pdvsa.
En Bonaire teníamos BOPEC, un terminal con capacidad de almacenar diez millones de barriles; en el 2018 se declaró en quiebra. En el 2008 se vendió el terminal BORCO de Bahamas, con capacidad de almacenar 21,6 millones de barriles. En Curazao teníamos arrendada una refinería con capacidad de procesar 335.000 barriles por día, pero por incumplimiento de Pdvsa el gobierno de esa isla no renovó el contrato.
En cuando a ofertas de Hugo Chávez de construir refinerías, todavía están pendientes la Batalla de Santa Inés, en Barinas, en la que se iniciaron movimiento de tierras y al parecer algunas oficinas. Asdrúbal Chávez declaró que estaría lista en noviembre del 2012. ¿Cuánto se dilapidó antes de aceptar la realidad de que no era viable económicamente? También ofreció una en Caripito, otra en Cabruta y una tercera en el Zulia. Solo fueron ofertas populistas. En el exterior casi ofreció una en cada viaje.
Solo nos queda defender las tres refinerías de Citgo para que no caigan en manos de los acreedores por deudas de Maduro y por las irresponsables expropiaciones ordenadas por Hugo Chávez.
Como (había) en botica:
Solidaridad con el Colegio Nacional de Periodismo ante el intento del madurismo de introducir la piratería en el ejercicio de la profesión.
Lamentamos el fallecimiento de nuestro compañero de Gente ddel Petróleo y de Unapetrol, Luis Guerra Rondón, quien trabajó como mecánico en Punta de Mata.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!
19/07/22