En el año 2000, Venezuela producía 2.897.000 barriles por día (b/d) de crudo, según la OPEP, con 69.284 trabajadores. Hoy produce 525.000 b/d, y el último informe de Pdvsa (2016), consignó que en la misma había 164.370 trabajadores. En refinación, perdimos una capacidad propia en el exterior de 1.200.000 b/d y las plantas ubicadas en nuestro país están desmanteladas. Antes exportábamos combustibles, pero desde el 2007 importamos. Padecemos de un suministro deficiente e intermitente de gasolina, diesel, gas y electricidad ¿Qué sucedió? ¿Quiénes son los responsables de esta debacle? Cuatro factores incidieron en esta situación: 1- Proyecto político cuyo objetivo es mantenerse en el poder, utilizando los ingresos petroleros en dádivas al exterior y para controlar a los venezolanos, por lo que se minimizaron las inversiones y el mantenimiento que requiere cualquier empresa. 2- Despidos masivos de personal de Pdvsa y del sector eléctrico. 3-Gerencia incompetente para el manejo de las operaciones y sumisa ante las órdenes de Miraflores. 4- Corrupción de los responsables de las empresas.
Hugo Chávez y Maduro determinaron la política de la destrucción. Alí Rodríguez, Rafael Ramírez y sucesores la ejecutaron. Ramírez tiene la mayor culpa porque fue ministro del sector entre el 2002 y el 2014, y paralelamente, presidente de Pdvsa del 2004 al 2014, y siete años responsable del sector eléctrico. Para ocupar esos cargos no tenía méritos. Además, desempeñó funciones dentro del partido de gobierno. La destrucción de Pdvsa está registrada en varias publicaciones. La más reciente es el libro ¿Quién destruyó Pdvsa?, coordinado por Gustavo Coronel y Sergio Sáez, con artículos de doce conocedores del sector energético.
Desmantelamiento institucional: Este desmantelamiento lo detalla Allan Brewer-Carías. Se realizaron convenios sin aprobación de la Asamblea Nacional. Se fusionaron los cargos de ministro del sector y presidente de Pdvsa. Se demolió la Apertura Petrolera, vendiendo refinerías en el exterior y eliminando los convenios Operativos y las Asociaciones Estratégicas. Se estatizaron empresas petroleras y las de servicios conexos, lo cual ocasionó la caída de la producción y dos docenas de demandas en el exterior. Además, se solicitaron préstamos con respaldo de Citgo, lo cual pone en peligro a esta empresa. Se cambió la misión de Pdvsa, para dar prioridad a las Misiones, producción y distribución de alimentos. Se eliminó la Orimulsión.
Puntilla a la meritocracia: Alí Rodríguez despidió a casi 23.000 trabajadores con experiencia, los cuales fueron sustituidos por muchos afectos al Socialismo Siglo XXI, tema referido por Horacio Medina y por el autor de este artículo. Rafael Ramírez recortó los gastos de mantenimiento y las inversiones, y designó gerentes sin mérito y corruptos. Despreció la meritocracia, concepto tratado por Héctor Riquezes. Recalcó que “Pdvsa era roja rojita, que todos ocupaban cargos gracias a Chávez y que quien no lo entendiera sería sacado a carajazos”. La producción de crudo declinó, se deterioraron las refinerías y aumentaron exponencialmente los accidentes, con daños a los activos y al ambiente, y con lamentable saldo de heridos y fallecidos. El más grave fue el de la refinería de Amuy, narrado por Rómulo Estanga.
Manipulación de los estados financieros: El acucioso auditor social Sergio Sáez, expone cómo se maquillaron los estados financieros. A partir del 2010 hubo un déficit en la caja operacional. Se presentaron “ganancias integrales”, que son trucos contables, tales como ingresos financieros por cambios en la paridad cambiaria y monetización del otorgamiento de la concesión de oro, que permitió a Pdvsa disimular el hueco. El Estado subvencionó a Pdvsa a través de Fonden y la empresa no repartió dividendos a los socios de las empresas mixtas, constituyen algunos ejemplos del camuflaje.
Gas: Víctor Poleo señala que Rafael Ramírez, sin tener credenciales, asumió en el 2002 la presidencia del Ente Nacional del Gas, con el proyecto de separar el gas del control de Pdvsa. En el 2007 se creó Pdvsa Gas Comunal, para la distribución del llamado gas de bombona (gas líquido del petróleo). Es notorio la escasez de este combustible y las frecuentes explosiones de las bombonas por su deterioro. El proyecto de usar gas para los vehículos languideció rápidamente. Avaló la locura del gasoducto hasta Argentina, perdiéndose 250 millones de dólares en estudios de factibilidad. Nelson Hernández documentó la caída de la producción y la pésima política aplicada.
Energía eléctrica: Miguel Lara y José Gregorio Aguilar recalcaron el papel de Rafael Ramírez en el desastre eléctrico. Aseveran que fue una crisis inducida para favorecer la corrupción. No atendió las recomendaciones de los expertos en el 2003 y despidió personal, por lo cual la crisis se presentó en el 2009. Mal manejo de la represa del Guri, descuido en el mantenimiento de Planta Centro y negativa en repararla, adquisición de pequeñas plantas termoeléctricas inadecuadas y con sobre precio, así como la estatización de compañías privadas desencadenaron la crisis. Paralelamente, Venezuela donó varias plantas a países del Caribe. En el 2007 se creó Corpoelec, cuyo presidente fue un general. En el 2009 se creó el Ministerio de Energía Eléctrica.
Corrupción: Rafael Ramírez ha sido señalado de estar incurso en corrupción. No podemos aseverarlo hasta que haya un juicio. Sin embargo, se negó a aclarar su situación ante la Asamblea Nacional en el 2016. Varios ciudadanos se han declarado culpables en tribunales de Estados Unidos de otorgar sobornos a funcionarios de Pdvsa. Envió casi 800 mil dólares a la Argentina para campaña de Kirchner. Gustavo Coronel ha denunciado la corrupción en el entorno de Rafael Ramírez. Ante el evidente desastre. Maduro declaró que Rafael Ramírez “encabezaba una mafia de ladrones, de saqueadores de Pdvsa”.
Rafael Ramírez, como dice Rafael Gallegos, materializó un Plan Maestro de Demolición, fue un General de Demolición.
Reconstrucción del sector: Es imprescindible recuperar la industria de los hidrocarburos. Varios expertos han presentado planes viables. El Grupo Orinoco, por intermedio de Arnoldo Gabaldón y de Elizabeth Cruz presentaron el libro Plan de recuperación de la industria petrolera nacional 2018-2022. Juan Szabo presentó el trabajo Plan de recuperación de la industria de los hidrocarburos, un proceso continuo. Además está el de Evanán Romero. Estas son contribuciones importantes que, con diferentes matices, indican la misma dirección. Se logrará la recuperación, siempre y cuando se legisle para darle mayor cabida a la inversión privada. Nuestros diputados Elías Matta y Luis Stefanelli coinciden en ello y trabajan en equipo con los expertos petroleros. Inicialmente habrá que redimensionar y parapetear a Pdvsa, asi como desafiliar las empresas no relacionadas con los hidrocarburos. Su futuro dependerá de las circunstancias y decisiones del sector político.
Como (había) en botica:
Por la Covid 19 fallecieron Carlos Rodríguez y Roberto Atencio, compañeros de Gente del Petróleo y de Unapetrol.
¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!