En análisis de la situación política del país y sobre todo de la conducta y pronunciamientos de altos emisarios del régimen, que entre otras barbaridades han dicho que “No salen del poder con votos ni con balas”, podemos establecer algunos escenarios posibles, siempre partiendo de la rotunda realidad que es que Edmundo González al menos triplicará en votos al candidato del régimen.
Todos los sondeos serios de opinión indican que esa abismal diferencia es irreversible y si cambia es para aumentar. Obtendremos una votación histórica y no conocida que nos dará una victoria maravillosa para el cambio necesario y urgente con progreso nacional y bienestar para todos.
Los escenarios o hipótesis, en apretado resumen, son los siguientes:
El régimen provoca y fabrica un estado de exasperación popular, plantea inestabilidad nacional y si es posible y necesario, provoca un enfrentamiento bélico con otros Estados (Guyana), suspende las garantías constitucionales, establece un estado de sitio y militarización nacional y suspende la realización de las elecciones.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) trata de alterar los resultados electorales.
El régimen, acompañado por la Fuerza Armada, no acepta los resultados.
Se niega a aceptar los resultados y queda solo, ya que la Fuerza Armada los acepta y hace respetar.
El régimen negocia su salida solicitando consideraciones, el pueblo se lanza a la calle en defensa de su victoria y forcejea para informar al país los resultados, hasta tanto se haya llegado a un acuerdo.
Algunos de esos escenarios los he planteado con anterioridad y en esos momentos he recibido opiniones de militares de alto rango y de algunos en situación de retiro, pero conocedores de la situación de los cuarteles, que me dicen que la Fuerza Armada respetará y hará respetar los resultados anunciados por el CNE, que aspiramos se ajusten estrictamente a la verdad y a la votación nacional.
Me parece de Perogrullo que sea así; pensar en lo otro, desconocimiento, sería una bestial patada a la democracia, a la libertad y a la justicia, además que nos regresaría a los años cuarenta cuando estaban de moda en Latinoamérica los alzamientos militares, golpes de Estado y el continente en buena parte, lleno de bayonetas.
No me paseo por un desconocimiento de los resultados electorales por parte de nuestros hombres armados de uniformes, máxime cuando cuándo la diferencia de votos será abismal: la oposición tres y el régimen uno. Además, la inmensa mayoría de los integrantes de nuestra Fuerza Armada es absolutamente institucional y amante de la democracia y la libertad.
Pero en todo caso estemos pendientes y atentos porque “de qué vuelan, vuelan”, tanto en el sector militar como en el civil y de pronto aparece un gorila, que se encontrará de frente con el pueblo en las calles defendiendo su victoria.