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Ganar la elección, lograr el poder y gobernar en paz

vision
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En la elección de 1952, el partido URD ganó la mayoría de la Asamblea Constituyente, pero el dictador Pérez Jiménez desconoció el resultado apoyado en las bayonetas. En la del 2015 la unidad opositora ganó la mayoría calificada de la Asamblea Nacional, pero el dictador Maduro utilizó las togas sumisas del TSJ y a los rectores del CNE para desconocer a tres diputados. Guardando las distancias y considerando otros ejemplos, pareciera que en tiempos de dictadura o de conflictos armados es necesario intentar llegar a acuerdos entre las partes, tal como hicieron nuestros gobiernos democráticos para pacificar al país en la etapa guerrillera de los años sesenta y setenta. Caso contrario, no se logra el poder, se dificulta gobernar o no se alcanza la paz, según las circunstancias. Desde luego, en algunos casos no se logra el objetivo.

Cabe citar a Yuval Noah Harari en su artículo Ganar la batalla y perder la guerra, en el que critica la falta de un objetivo político por parte de Israel en la guerra con Hamas. Según Harari, “la justicia es un objetivo noble, pero la pretensión de justicia absoluta conduce inevitablemente a una guerra sin fin. No ha habido un solo tratado de paz en la historia de la humanidad que no requiera compromisos y que proporcione justicia absoluta”. El analista israelita nos recuerda el caso de Ruanda, en el que hoy hutus y tutsis conviven en paz, y la necesidad de concentrarse en el futuro. “Necesitamos sanar las heridas del pasado, en lugar de utilizarlas como excusa para abrir más y más heridas nuevas”.

Edmundo González, nuestro candidato de la unidad democrática, declaró que “nos comprometemos a escuchar y actuar, a tender puentes, no muros, a sanar heridas, a construir un futuro justo y próspero para todos, nuestro compromiso es con la reconciliación de los venezolanos”. Esa es la dirección correcta. Nuestro llamado es a concentrarnos en la organización para que se vote masivamente y contar con los testigos y las actas, lo que nos garantiza ganar la elección. Sin embargo, para obtener el poder y gobernar en paz es obligatorio un trabajo político que permita la transmisión de mando sin traumas y acuerdos mínimos para recuperar el país. 

Al respecto, monseñor Jesús González de Zárate, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, señaló que los venezolanos manifiestan un compromiso de cambio que debe construirse en un clima de inclusión, tolerancia, igualdad de oportunidades y respeto, superando la tentación de imposición o control de unos pocos sobre las grandes mayorías.

Este trabajo político corresponde a Edmundo y a María Corina, con el apoyo de Gerardo Blyde y de otros actores.  

Como (había) en botica:   

Horacio Medina y su equipo han realizado una labor titánica para intentar salvar a CITGO, empresa que cuando la recibió el gobierno interino de Guaidó en el 2019, estaba prácticamente perdida debido a las irresponsables expropiaciones de Chávez y a los endeudamientos de Maduro. 

¡Bravo por Roberto Deniz y el portal Armando. Info por el trabajo sobre la corrupción del régimen de Maduro! 

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com