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Honor a quien honor merece

Opinión
Artículos de opinión
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En los Juegos Olímpicos México 68, el australiano Peter Norman, quien resultó ganador de medalla de plata, en una de las pruebas del atletismo, se sumó a la protesta que realizaron los atletas afroamericanos de los Estados Unidos contra la segregación racial.

Fue el 16 de octubre de 1968. El estadounidense Tommie Smith gana la carrera de los 200m en los Juegos de México con un tiempo de 19,83, récord del mundo que se mantendría 11 años en pie. El australiano Peter Norman es segundo. John Carlos, compatriota de Smithl, se lleva el bronce. Tras la carrera, llega la historia. Smith y Carlos levantan en el podio sus puños, Smith el derecho, Carlos el izquierdo, enfundadas sus manos en guantes negros.

Es el Black Power”, la señal de protesta de los atletas afroamericanos contra la segregación racial. Peter Norman, un blanco del sur de Australia, que acabó segundo en esa carrera estableciendo un récord aún vigente para el deporte de su país, con una marca de 20,06 segundos, decidió apoyar a sus compañeros en el podio. Norman se puso en el pecho una calcomania o sticker a favor del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos (OPHR, en sus siglas en inglés). La imagen da la vuelta al mundo y todavía hoy es considerada uno de los grandes iconos del deporte. Para sus protagonistas, sin embargo, fue también el inicio de una cadena de sufrimientos.

Smith y Carlos fueron expulsados de la Villa y recibieron amenazas de muerte. La mujer de John Carlos se suicidó. El Comité Olímpico de los EEUU nunca les apoyó. Norman nunca más pudo volver a formar parte del equipo olímpico australiano. Ni siquiera fue invitado, 32 años después, a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.

El hombre blanco de esa foto inmortal murió en 2006. El día de su funeral en Melbourne, el 9 de octubre, la Federación Estadounidense de Atletismo declaró que esa fecha sería recordada como el día de Peter Norman. Su féretro fue llevado por John Carlos y Tommie Smith, sus compañeros de podio, con los que mantuvo una gran amistad desde la famosa foto del Black Power.

Ahora, 13 años después de su fallecimiento y 51 de su medalla de plata en México, el Estado de Victoria, en el sur de Australia, ha erigido una estatua en su honor en la ciudad de Melbourne, frente al Lakeside Stadium. “Reconozco que se debería haber hecho más en el pasado en honor a Peter. Iniciativas como esta estatua son un gran paso adelante”, señaló Darren Gocher, director de la Organización Deportiva Nacional de Australia, durante el acto en el que se descubrió la figura del corredor.

Debajo de su estatua, una placa reza lo siguiente: “La valiente postura de Peter en solidaridad con los estadounidenses Tommie Smith y John Carlos en el podio, después de la carrera, será para siempre uno de los momentos deportivos más emblemáticos de Australia, con un lugar especial en la historia olímpica. Peter Norman, te saludamos”.

Honor a quien honor merece.