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La campaña abominable

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 2 min.

No hay duda de que el nefasto régimen y sus rufianes se han lanzado una campaña detestable, repugnante, abominable, pues. Todos los órganos del poder público se han puesto a la orden del presidente que quiere entronizarse, eternizarse y perpetuarse en el poder por el poder mismo y sin mirar qué, cuánto ni a quién se llevan por delante, sin importarles un comino la situación que vive el grueso de la población que no cuenta para su existencia con el pan nuestro de cada día ni con el más necesario de los elementos para saciar su sed, el agua potable.

Los altos mandos institucionales y su plaga mayor ofrecen por valles y veredas villas y castillos para supuestamente solucionar problemas que ellos mismo han creado y que en 20 años no han atacado ni solventado, intentando hacerles creer a los venezolanos que “ahora sí” le van a meter el pecho a la guerra económica, al imperialismo yanqui, a la burguesía criolla, a la derecha apátrida para hacer realidad el grueso legajo de tragedias y vagabunderías que el finado les legó a sus herederos.

El Padrino de la revolución todos los días mueve sus fuerzas armadas para meterles miedo a los electores decididos a Votar el domingo 20 de mayo y fortalecer a quienes no tienen intenciones de “legitimar” al régimen, los abstencionistas, pues. La desvergonzada jefa del instituto electoral ya gaguea de tanto repetir las sandeces que gorgojito le deletrea todos los días, haciéndole creer a la gente que no hay ventajismo en la campaña.

Asimismo, los segundones vicepresidentes se asoman a cada rato con mucho pelo y poco cabello a insultar a todo el mundo con su lenguaje soez, mientras los medios a su servicio, temerosos de ser vituperados ahí mismo, les dan más tiempo y más repetido que lo que la cobardía les exige. Medios de comunicación que no despliegan a sus periodistas, sino que pliegan su periodismo a lo que les dicta el régimen y no lo que les dicta su conciencia. Ya globovisión parece últimas noticias-tv.

Las groseras cadenas inundan las pantallas, irrespetan la programación y obligan a los televidentes a ver y oír las vaciedades que de tanto ver y oír ya no quieren ver ni oír. Sigue el felón de turno ofreciendo y prometiendo lo que no ha cumplido ni cumplirá y gritando las amenazas y castigos que sí cumple y sí cumplirá al pie de la letrina. Lanzan por menudeo “avances” oficiales y oficialistas disfrazados de rojo rojito como información “equilibrada, oportuna y veraz” como si los televidentes estuvieran chupándose el dedo ante la ignominia de los que tratan de meterles eso por los ojos.

Mientras todo esto sucede a ojos vista y llama la atención de la comunidad y de los medios internacionales, importantes sectores de la oposición venezolana llaman a la abstención de la comunidad electoral para que todo siga igual pero sin mover un dedo, sin hacer nada por taponar el deslave institucional y socioeconómico que nos mata de mengua, de hambre, de necesidades y de indiferencia emocional ante uno de los actos más sagrados del ejercicio democrático: el Voto…