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La factura

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 4 min.

En la madrugada del 12 de abril de 2002 el país fue sorprendido por la información, que rodeado del alto mando, suministró el General Lucas Rincón, el militar de más alto rango para la época. Anunció que después de deplorar los lamentables acontecimientos sucedidos en Caracas, el alto mando militar del país solicitó la renuncia al Presidente de la Republica Hugo Chávez "la cual aceptó". Igualmente anunciaron que ponían sus cargos a la orden de la nueva autoridad. Esto último debe reconocerse como decente y civilizado.

Creo que además de los hechos en Caracas, donde bandas civiles armadas del gobierno masacraron y asesinaron vilmente a venezolanos desde Puente Llaguno, contribuyó también la orden del Presidente Chávez de aplicar "el plan Ávila", que consistía en sacar la Fuerza Armada a la calle a reprimir a fuego y plomo la manifestación popular más grande de todos los tiempos que ocurría en la ciudad capital. El mando militar se rebeló y se opuso a la aplicación de dicho plan cuyas consecuencias hubiesen sido un baño de sangre jamás visto por nosotros.

No tengo absolutamente ninguna duda que Hugo Chávez renunció a la Presidencia de la Republica ese 12 de abril, aunque él más adelante lo negó. No se le hubiese ocurrido al militar de más alto rango del país dar semejante información a la nación sin que el Presidente lo hubiera expresamente autorizado. Lo otro es de orates y Lucas Rincón, hasta donde estoy informado, lo de loco lo tiene bien lejos. Además si no hubiese sido así, enjuician, apresan y degradan a todo el alto mando militar incluido por supuesto el General Rincón, quien, al contrario fue premiado.

Chávez es reivindicado en la Presidencia de la Republica por un manejo político inmensamente desastroso, torpe, insensato y sin ningún sentido de la conducción de la cosa pública. Peor no pudo ser.

El alto mando militar de entonces viviendo en caliente los dramáticos acontecimientos, pero también imagino que ponderando las previas y recientes ejecutorias del gobierno: el despido deportivamente de los mejores técnicos de PDVSA, por el solo hecho de denunciar la partidizacion de la empresa. El Presidente en cadena nacional y con un pitico, como si se tratara de un partido de fútbol, declaró "offiside" - fuera de juego- a una buena cantidad del personal altamente técnico de la industria, que para entonces era de las cinco más calificadas del mundo. También había promulgado leyes (prevalido de la habilitación que le otorgó la Asamblea Nacional) y amenazado con otras abiertamente contrarias al interés nacional. Se avizoraba entonces el rumbo del gobierno, el país estaba angustiado, confundido y preocupado, las expropiaciones -más bien confiscaciones -, el desencadenamiento de invasiones a la propiedad privada con la mirada complaciente y cómplice del gobierno, y el estado de inseguridad que empezaba a sentirse conformaron un cuadro nacional que originó un gran malestar generalizado. Por todo esto, supongo que el más alto estamento militar del país le solicitó, no sé si lo constriñó, al Presidente que renunciara. Lo anteriormente descrito explica la posición militar de aquel tiempo, no sé si lo justifica.

Del General Lucas Rincón no he vuelto a saber, su último cargo que recuerde fue o es el de Embajador en Portugal. Sería muy interesante para el mejor análisis y para que la historia registre la verdad que el General y demás integrantes del alto mando militar de 2002 hablen sobre las intimidades de todo el proceso.

Ahora bien, ese desarrollo estuvo cargado de hechos anómalos y atípicos por muchos lados,, pero resalto la ausencia de inteligencia política para manejar adecuadamente la situación, hubo unos señores que se sintieron dueños del país e hicieron lo que les dio la gana a espalda de las más elementales normas democráticas y constitucionales.

Cuando un gobierno aunque tenga origen democrático si su desempeño es contrario a ella, da pie a la aparición de caminos heterodoxos que generalmente culminan en mayores frustraciones.

La situación de hoy es exponencialmente más grave y critica que lo de aquel abril, solo falta la acción de la banda de pistoleros asesinos disparando al corazón de los venezolanos desde Puente Llaguno, aunque ya bastante sangre se ha derramado, para ver nuevamente la misma película ahora más deteriorada. Dios nos libre.

Debemos todos tener mucho cuidado y actuar con agudeza e inteligencia política, principalmente y fundamental el gobierno que debe rectificar profundamente su modelo político, social, económico y cultural y abrir caminos expeditos a la consulta popular. Ellos se llenan la boca hablando de democracia protagónica y participativa, actúen entonces como debe ser.

No es admisible que el gobierno convoque a elecciones cuando le viene en ganas y además con insólita truculencia se vale de la trampa y el fraude para torcer la voluntad popular.

Es de urgencia restablecer los valores de la democracia y la civilidad. Dios permita que llegue la luz divina a los jerarcas del gobierno y los ilumine para la rectificación, empezando por reconocer el inmenso fraude y falsedad de los resultados electorales anunciados por el CNE el pasado domingo 20 de mayo y ponernos de acuerdo en llamar cuanto antes a elecciones higiénicas y limpias con las que el país se identifiquen y concurra con alegría a expresar su voluntad en la seguridad que ella será respetada y acatada.

Si injustamente encerramos en un cuarto a un ciudadano, le negamos la luz, agua y comida y tampoco le permitimos expresarse, lo más seguro es que trate de derrumbar puerta o ventana para salir y respirar aire puro. Cuidado, mucho cuidado con el derrumbamiento de puertas y ventanas, es para ya cuando debemos tener el terreno abonado para una salida civilizada.

Al gobierno y a todos nos conviene evitar el derrumbamiento; el régimen debe rectificar y dirimir las diferencias apegado a la ley con decencia y respeto. El país está hastiado, angustiado y preocupado, es de urgencia abrir caminos civilizados por los cuales pueda transitar en sana paz el sentimiento nacional. Sin lugar a dudas la capacidad de soporte del país es bastante elevada, pero siento que ella se ha resentido y corre el gran riesgo de resquebrajarse.

Los errores siempre se pagan y cuando son políticos que afectan a todo un pueblo la factura es muy alta.