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La prostituyente

Opinión
Artículos de opinión
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A la cañona y a la machimberra, como es su particular y aberrado estilo, vuelve el presidente de los pobres venezolanos a abusar de la paciencia de la sociedad civil al convocar, porque sí y porque le da su purísima gana, una ilegal e ilegítima asamblea nacional constituyente, propuesta electoral que sólo existe en su afiebrada y desesperada maldad de causar daños a la democracia y a la libertad, atropellar los derechos del pueblo soberano, mediante su írrita invocación al supuesto poder originario de los artículos 347, 348 y 349 de la bolivariana, sin reparar que ahí mismito está el artículo 350, que es el que en verdad debemos asumir como nuestro todos los venezolanos cansados de este régimen pura bulla, pura muela, pura paja, pura coba.

La Constitución vigente, “la mejor del mundo”, legajo del enfermizo pensamiento de su antecesor y hecha a su medida, ha sido ofendida, violada, ultrajada, mancillada, deshonrada y manchada por sus babosos manoseadores y ahora, cuando sus despojos no les sirven, pretenden traficar con otro texto cazapendejos para mantenerse en el poder a toda costa y continuar arrasando con lo poco que va quedándonos de lo que Dios nos dio en esta tierra de gracia que a paso de guisadores va perdiendo todos sus capitales, incluido el más preciado, su capital humano.

El gobierno de los pobres venezolanos hace como los proxenetas que, luego de obtener jugosas e inmorales ganancias con las mujeres necesitadas, las lanzan a la calle y se desentienden de su futuro y su destino, contando con la estrecha colaboración de chulos y cabrones que se hacen de la vista gorda con sus bolsillos llenos de real y de vergüenza; estos vagabundos, asesores incluidos, pretenden meternos ese contrabando de una asamblea prostituyente para continuar pervirtiendo al funcionariado y seguir su torturante y torturadora fiesta de hambre, terror y muerte para el pueblo venezolano.

No podemos, bajo ningún respecto, caer en la trampa ni en las trampas que el régimen nos arma con sus secuaces altamente tarifados, doblemente enchufados y triplemente desalmados para seguir robándole a nuestro país sus riquezas y su futuro; de modo que corresponde a las fuerzas democráticas organizadas y a la sociedad pensante salirle al paso a esta nefasta tramoya y ponerle un para’o a la dictadura antes que sea demasiado tarde, si no lo es ya…