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Las elecciones regionales como alternativa para el cambio…

Opinión
Artículos de opinión
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Apreciación de la situación nacional # 60 La acertada decisión de los factores políticos integrantes de la MUD nacional de concentrarse en el referendo revocatorio como método constitucional para acortar el periodo del jefe del régimen, y también de su corte, se tradujo en una recolección de firmas que, en mucho, excedieron las expectativas de la sociedad política; pero también el esfuerzo mancomunado hizo posible que las mismas se entregaran al ente rector electoral con anticipación al día previsto, lo que impidió que los grupos violentos efectos al régimen tendieran sus acostumbradas emboscadas a los miembros de la oposición que se dirigen al CNE a intentar cualquier gestión administrativa ante ese organismo. La entrega sorpresiva de las firmas los dejó con los crespos hechos, bien por la MUD que demuestra que también, cuando se lo proponen, pueden actuar con astucia. Rápidamente, los voceros emblemáticos del gobierno, incluyendo al propio jefe, declaran una comisión propia para revisar “una por una” cada firma con el afán de inducir miedo a los firmantes y revivir la vieja lista Tascón, sin tomar en cuenta que la mayoría de la población (casi el 80%) rechaza al gobierno, precisamente, porque ya le ha quitado casi todo, incluyendo la cacareada patria. ¿Qué más nos pueden quitar? es la pregunta del ciudadano de a pie. Las trampas y obstáculos del régimen se mostraran, como ya empezaron a mostrarse, durante todo el proceso revocatorio y tanto la MUD, como la sociedad civil democrática, deben estar preparados para enfrentarlos con decisión y desprendimiento. Pero las opciones no deben quedarse allí; según el calendario electoral del CNE, el 04 de diciembre del presente año, está prevista la elección de gobernadores estatales y diputados de los concejos legislativos, evento que también está previsto constitucionalmente y por lo tanto de fiel cumplimiento. En esta ocasión, no debe caer la sociedad venezolana, y mucho menos la MUD, en restarle importancia o priorizar el referendo revocatorio por encima de estas elecciones, que dadas las circunstancias actuales, favorecerían completamente a la oposición democrática, es decir, existe la posibilidad real de que se ganen las 23 gobernaciones en disputas y esa sí sería un derrota final para el régimen, aún en el supuesto de que el RR no se haya realizado para esa fecha. Solo habría que imaginar un Consejo Federal de Gobierno, presidido por el vicepresidente, con todos los gobernadores de la oposición. También se puede pensar en otras alternativas como la conformación de un gobierno de transición presidido por el presidente designado por el revocado pero con un gabinete negociado con la oposición para comenzar a salir de la crisis actual; también el gobierno, ante el limbo de legitimidad que lo sostendría, podría llamar a elecciones anticipadas, entre otras cosas. Enfocarse, desde ya, en estas elecciones implica que la MUD debe organizar unas elecciones primarias antes de que finalice el mes de julio para honrar, así, el compromiso adquirido en julio del 2015, donde se comprometió a realizar elecciones primarias para todos los cargos de elección popular, esa es la palabra empeñada y no pueden venir nuevamente con la solución del consenso porque “no hay tiempo” o porque el CNE niegue el apoyo para las mismas. La sociedad civil organizada tiene, actualmente, diferentes organizaciones electorales que pueden conducir esas primarias. Por cierto, que esto obligaría al PSUV a idear sus propias primarias para sus candidatos a ver si el CNE si tiene tiempo para ellos. Planteadas las elecciones regionales en estos términos, es una obligación de la MUD realizarlas como opción de cambio válido para salir del régimen y no dejarla como una opción dependiente de los resultados del RR, y la sociedad civil, en general, debe entender que esta es una opción viable, y la de mayor factibilidad, para lograr el cambio necesario y no una componenda de los partidos políticos para ganar cuotas de poder a expensas de la tragedia que nos gobierna. 7 de mayo de 2016