SENTIMIENTOS
Sentimiento es un estado de ánimo o disposición emocional, ese estado puede ser de tristeza, miedo, amor, alegría o rabia. Básicamente existen dos tipos de sentimientos: de emociones y de fondo. Los primeros son los que se asocian a los resultados de un estado emocional y los de fondo son esencialmente dos: entusiasmo y desánimo.
Nosotros, los humanos, tenemos una especie de depósito, valga el torpe término, donde recibimos y acumulamos los sentimientos; lo sensato es almacenar los buenos y desechar y superar los malos.
Los sentimientos son muy importantes y capitales porque influyen notablemente en nuestras acciones y comportamiento y hasta los determinan. Si guardamos sentimientos negativos y nocivos, es posible, casi seguro, que nuestras acciones y comportamiento sean inadecuados y causante de males mayores, si al contrario son positivos y alentadores reaccionaremos y nos desenvolveremos como buen ciudadano entendiendo que nuestro prójimo es nuestro hermano espiritual.
Como el régimen, que por desgracia aún tenemos y nos produce tanto malestar, nos da muchas razones para que a nuestro “depósito” sentimental lleguen la rabia, disgusto y hasta “arrebravura”, es recomendable que esa indeseada carga negativa la analicemos para hacer conciencia de ella, pero desecharla de inmediato para que no nos perturbe.
Hoy necesitamos de mucho estoicismo que nos da capacidad y fuerza de voluntad para controlar los sentimientos y emociones y de esa manera mantenernos firmes ante la adversidad. Pero el estoicismo no nos debe transformar en estatuas de piedra que no sienten ni padecen, todo debe ser en su justa y necesaria medida.
Albergar dolores, rabia o tristeza afecta negativamente nuestro ánimo y notablemente nuestra disposición emocional. Como el régimen nos motiva angustia y malestar, debemos tomar en cuenta las causas que las originan para tener conciencia de donde y con quien estamos, pero de seguida debemos transformarlas en mayor incentivo para continuar en la lucha con renovados bríos y voluntad férrea, hasta reconquistar la libertad y democracia que nos arrebataron y alcanzar el bienestar colectivo y la felicidad general. Lo que el régimen utiliza para maltratarnos lo debemos transformar en incentivo para profundizar en nuestra tarea que es la lograr, cuanto antes, un cambio radical.
Cuando el régimen fomenta el hambre y profundiza la crisis, está cumpliendo con la conseja de Fidel Castro y del comunismo, que mantienen es la estrategia para afianzar la mal llamada revolución y busca también amilanar nuestro espíritu con el propósito diabólico de que nos entreguemos resignados. Desconocen que nuestra sangre, heredada de los libertadores, hierve cada día ante tanto malestar, inmoralidad y arbitrariedad, pero ese hervor rojo intenso es la sabia que nos llena de voluntad para salir de lo que muy lamentablemente aún tenemos.
1 de agosto 2023
LO BUENO Y LO MALO
Hasta los siete u ocho años de nuestra existencia vital todo es felicidad y vivimos en un mundo cargado de fantasías, dentro de una inmensa inocencia. A partir de los ocho años empezamos a conocer el mundo y la humanidad y nos percatamos que existen cosas buenas y malas, se desarrolla en nosotros la capacidad de discernimiento y como consecuencia de ello nos informamos que existen personas buenas y malas. Afortunadamente y gracias a Dios, los buenos son la inmensa mayoría, pero la minoría mala es más astuta y habilidosa porque carece de normas adecuadas, de formación ciudadana y no tiene límites morales ni éticos.
A nosotros nos ha correspondido vivir y soportar por más de veinticuatro años, casi un cuarto de siglo, una administración pública que es un régimen totalitario que ha destrozado el país transformando en caos todo lo que estaba y marchaba bien y profundizando todo lo que estaba mal llevándolo a peor.
Hemos dicho muchas veces y ahora lo ratificamos, que los malos logran sus fechorías y la maldad, no tanto por la iniciativa diabólica de ellos como por la negación o indiferencia de los buenos. Casi un cuarto de siglo de ver el país caerse a pedazos, de carencia de servicios públicos eficientes, de hiperinflación empobrecedora, de inseguridad general, de hambre y miseria, de persecución, encarcelamiento, tortura y hasta asesinato contra la disidencia democrática y pare de contar, debe ser suficiente para reaccionar con todas las fuerzas posibles y quitarnos de encima este régimen que es la causa de todos los males de nuestro país, zozobra y angustia de todos nosotros y lograr un cambio radical que nos coloque en el camino del desarrollo integral, del bienestar colectivo y nos proporcione la mayor suma de felicidad posible, como bien lo dijo nuestro Libertador Bolívar.
Sabemos que los malos son minoría, pero actúan y los buenos que son mayoría vemos pasar las cosas sin inmutarnos dentro de una negación e indiferencia pasmosas, no reaccionamos y ello nos transforma en cómplices y colaboradores con el mal.
Nuestra reacción debe ser YA, de inmediato, el tiempo transcurre inexorablemente y continúa desarrollándose la maldad. Acordémonos que calificados voceros del régimen han dicho que esta “revolución” está incipiente y es necesario afianzarla y para ello se requiere del nivel de pobreza existente y si es posible profundizarlo. Groseramente han dicho que cuando la gente tiene resuelta sus necesidades básicas y es feliz se transforma en “escuálido”, por ello hay que mantenerla pobre y necesitada. Nos quieren necesitados para dominarnos y someternos a depender de las dádivas del régimen.
No podemos ni mucho menos debemos permitir que esa macabea y deshumanizada estrategia continúe desarrollándose y eso supone la salida inmediata de lo que tenemos y convocar a las mejores inteligencias y talentos, de probada convicción de servicio, para entre todos dedicarnos a la dura y difícil pero apasionante tarea de construir el país que deseamos, donde respiremos aire fresco con progreso, bienestar y felicidad.
31 de julio 2023
DESVERGÜENZA Y CINISMO
Nicolás Maduro tuvo la desvergüenza y cinismo de decir que en tiempos anteriores a ellos solo se graduaban en las universidades los hijos de ricos y adinerados, gente de mucho real y concretamente se refirió a los médicos. Este es un señor que ignora la historia y el pasado reciente del país y con el propósito malsano de descalificar lo realizado durante los años 1958-1998, que es el periodo de más alto desarrollo en la historia del país, lo que nunca podrán lograr, y ensalzar su horrorosa gestión, que es imposible, tiene ocurrencias de gente no normal.
La inmensa mayoría, casi la totalidad, de graduados en nuestras universidades hasta 1998, provinieron de familias de modestos recursos económicos que hacían cualquier sacrificio para costear los estudios de los hijos, familias normales que se desenvolvían con normalidad, además en el pasado funcionó la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho que becó a un inmenso contingente de venezolanos para estudiar en prestigiosas universidades del mundo y especializarse. Por cierto, muchos de ellos han huido angustiosamente del país en busca de adecuadas condiciones de vida y prestan sus calificados servicios y talento en tierras lejanas a la nuestra.
La gente de dinero en el país siempre ha sido una pequeña minoría, ahora más minoría, la gran mayoría nacional es de clase media, ahora la transformaron en media clase y hogares muy humildes que viven el día día.
Esta desafortunada barbaridad dicha por Maduro, agregando que ahora si se tiene acceso a las universidades, está inscrita en la estrategia de descalificar el pasado, lo que no podrán lograr, y vendernos su horrorosa gestión, lo que es imposible porque está podrida de desafueros y ha destrozado el país originando un empobrecimiento general. Más del 80% del país está en estado de pobreza y de ese porcentaje más de la mitad en situación crítica y ahora apareció un nuevo segmento que llaman pobreza atroz y son quienes buscan en los desperdicios algo para comer y recogen latas y cartones en las calles para obtener algún dinero que les permita comprar pan.
El caradurismo del régimen es estrambótico y parece ilimitado, pero con ello no nos van a confundir, ya estamos curados.
28 de julio 2023
NOSOTROS, LOS RESPONSABLES
Fui a un establecimiento comercial en busca de un repuesto cuyo original se dañó. En el local del establecimiento pregunté por el dueño y una señora muy amable me dijo, soy la encargada ¿En qué le puedo servir? Le mostré el repuesto dañado y me dijo, si lo tenemos, ya se lo traigo. Regreso con lo solicitado y me dijo cuesta tanto. Una persona que estaba a mi lado y escuchó el precio, comentó, acabo de venir de Colombia y eso que usted compra allá vale la mitad, la encargada dijo, así son las cosas aquí, todo muy caro y cada día cuesta vivir bien, a lo que pregunté: ¿Sabe usted quien es responsable de esta lamentable situación? y la encargada me respondió, sí, claro que lo sé, NOSOTROS.
La encargada me sorprendió por su firme respuesta y convicción, me dijo ser economista y estaba trabajando allí por no encontrar empleo adecuado a su profesión.
Una verdad del tamaño de la montaña más alta la respuesta de la encargada. Nosotros y solo nosotros somos los responsables de no haber producido en el país el cambio necesario para superar la dramática crisis que destroza el país y tanto daño nos causa, además fuimos nosotros quienes elegimos lo que aún tenemos y ahora parece hacemos muy poco para quitárnoslo de encima.
Rectificar y enmendar errores es propio de gente sabia y buena y creo que estamos arrepentidos, solo falta superar por siempre las consecuencias gravísimas de los errores y en fraterna unión dedicarnos a la dura, difícil, pero apasionante tarea de la construcción del país que deseamos, donde podamos reimpulsar nuestra patria y conquistar el bienestar y la felicidad colectiva en busca del Bien Común.
Creo tenemos conciencia de los errores cometidos, sin intención, pero llevados por la demagogia, cantos de sirenas y pecar de ingenuos unos y mala intención de otros. Somos responsables también de no haber organizado una multitudinaria manifestación pública sin retorno hasta alcanzar superar lo que tenemos, todo ello en función de la desobediencia ciudadana a la que tenemos constitucional derecho. Motivos para la desobediencia existen en miles, dados por este totalitario régimen que aún soportamos. Manos a la responsabilidad ciudadana.
25 de julio 2023
EL TRIGO Y LA CIZAÑA
Jesús de Nazaret, nuestro Señor Enviado, generalmente se expresaba en parábolas, algunas entendidas al momento y otras no; en una ocasión dijo: “El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo, pero en la noche, cuando todos dormían, se apareció alguien que sembró cizaña entre el trigo y se fue”. El sembrador dijo esto fue obra de un enemigo. Dejaré crecer lo uno y lo otro, el trigo y la cizaña, pues se asemejan y solo al final se descubren, hasta la siega y en ese tiempo recogeré la cizaña y la quemaré para luego recoger el trigo que es para el bien de todos.
Cuando le preguntaron a Jesús por esta parábola, dijo: “El que siembre semilla buena es el hijo del Hombre, el campo es el mundo, la buena semilla es los hijos del reino y la cizaña es los hijos del mal y el enemigo que la sembró es el diablo, la siega es el fin del siglo”.
En el mundo cohabitan seres sembradores de trigo, seres buenos, pero también quienes siembran cizaña. Aunque los primeros, los buenos, creo son la inmensa mayoría, pero no todos activos porque no todos siembran trigo, los sembradores de cizaña, siendo una ínfima minoría, son más astutos y habilidosos y actúan permanentemente. Bien se afirma que “Los amigos de las tinieblas son más astutos que los amigos de la luz”.
Conocemos quienes siembran trigo y desde las últimas dos décadas quienes siembran cizaña. La cizaña crece y causa sus males cuando los buenos la ven con indiferencia, no actúan y no la queman y por lo tanto el mal causa sus negativos efectos que ocurren no tanto por la iniciativa funesta de los malos como por la negación de los buenos.
Si ante el mal no actuamos, por indiferencia, por decidía, por falta de voluntad o simplemente porque no nos da la gana, se propaga y origina sus graves consecuencias, a veces catastróficas.
Bastante, en exceso anormal, hemos aguantado este régimen y es el momento, desde hace tiempo, de actuar con firmeza, férrea e indestructible voluntad para salir de lo que causa tanto daño al país y malestar a todos nosotros e iniciar la construcción del país que deseamos donde convivamos en paz, progreso integral y bienestar colectivo, es decir, donde todos seamos felices. No esperemos más, la hora tan dramática que vivimos nos convoca a no dejarla pasar sin entregarnos con inmensa voluntad por lograr el cambio radical ya. La Patria y las familias nos lo reconocerán y agradecerán.
24 de julio 2023