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El legado de Chávez

Tiempo de lectura: 5 min.

Chávez fue un personaje autoritario que buscó instrumentar un proyecto fascistoide de control de la sociedad, propició una economía intervenida en el contexto del “socialismo del siglo XXI”, que sentó las bases de un Estado Fallido y contribuyó a generar una crisis humanitaria sin precedentes. Desmanteló las instituciones de control y propició una corrupción sin precedentes. Es difícil evocar su legado y no relacionarlo con lo que ha sufrido Venezuela desde su fallecimiento.

Se han cumplido 10 años del fallecimiento de Hugo Chávez, articulistas han analizado la influencia de su legado en la Venezuela actual. De igual modo se han convocado reuniones con el propósito de debatir su legado o enaltecerlo. Todo en el contexto de una polémica sobre el difunto militar. En este escrito tratamos de arrojar luces sobre este personaje utilizando para ello algunos de los artículos elaborados para la ocasión y aportes de especialistas que lo han analizado con anterioridad.

Según Laurence Debray (hija de Regis Debray), quien en sus inicios fue seguidora de Chavez, éste fue un personaje autoritario. Desde un inicio cuando dio el golpe militar profesó ideas antidemocráticas y antiliberales que mantuvo en el tiempo. Luis Miquilena lo convenció de participar en las elecciones competitivas en las cuales no creía. Una vez en el poder Miquilena le llamó la atención sobre el enriquecimiento de su núcleo familiar en Barinas; a juicio del veterano líder izquierdista ello era inconveniente para el movimiento que lideraban. Igualmente le manifestó su desacuerdo con el ideario contenido en el “Socialismo del Siglo XXI” que Chávez aspiraba a seguir como agenda. Al final estos temas fueron determinantes en la ruptura entre ambos y marca el rumbo que tomó el militar desde el año 2002 en adelante signado por el autoritarismo y la corrupción

En la medida que los precios del petróleo se incrementaron fuertemente después del año 2002 en adelante, ello creó una burbuja en la cual Chávez buscó imponer un proyecto autoritario que implicó cierres de medios que divulgaban críticas al régimen como RCTV, persecución a los periodistas y disidentes políticos lo que derivó en el encarcelamiento de varios de ellos, convirtiendo el tema de los presos políticos y la violación reiterada de los derechos humanos en un tema relevante. Suprimió la separación de poderes y sometió el poder judicial al arbitrio del gobierno, utilizándolo en la persecución de la disidencia. Hizo lo mismo con el Consejo Nacional Electoral tratando de limitar la transparencia y competitividad de las elecciones. Según Larralde buscó imponer un proyecto fascistoide de control de la sociedad.

En el contexto del Socialismo del Siglo XXI propició una economía de controles tanto de precios como del tipo de cambio lo cual fue viable por la elevada disponibilidad de divisas provistas por los ingresos extraordinarios del petróleo. Eliminó la independencia del Banco Central de Venezuela (BCV) y lo convirtió en la caja chica del gobierno lo que incrementó los niveles de inflación sustantivamente. A fin de compensar los efectos negativos de la inflación en los sectores de bajos ingresos creó programas de subsidios como las Misiones y Mercal lo que logró disminuir los niveles de pobreza según cifras de la CEPAL. El desmantelamiento institucional implicó a las de contraloría que también fueron subordinadas al régimen dejando de lado sus tareas ordinarias. Los hechos de corrupción proliferaron lo que incluía al primer mandatario, que utilizaba los recursos públicos como si fueran su hacienda personal, como lo apunta Krauze en su obra “El poder y el delirio”.

Todo este tinglado fue posible en el contexto de los elevados precios del petróleo. Cardozo en la página de DW habla de que en ese periodo entraron 1 billón de dólares que se despilfarraron. Surgieron en ese momento voces como las de Michael Reid, corresponsal para América Latina de la revista The Economist, el cual alertó que se estaban sentando las bases de un Estado Fallido, lo cual se haría evidente cuando los precios del petróleo disminuyeran. Utilizó los ingresos extraordinarios del petróleo para apoyar a los liderazgos y regímenes autoritarios de América Latina como el cubano. Una de las alianzas más relevantes fue la que mantuvo con Fidel Castro subsidiando a Cuba con petróleo el cual se concedía con facilidades de pago. Se crearon varias organizaciones como el ALBA con las cuales se buscaba fomentar la presencia de Cuba y compensar la influencia de Estados Unidos en la región.

Una vez que Chave fallece en el 2013 Maduro es elegido como su sucesor, éste trata de prolongar la vigencia del legado de su mentor a pesar del desplome de los precios del petróleo en el 2014. Como lo señala Guillermo Tel Aveledo profesor especializado en el estudio de las ideas políticas (citado por Cardozo) “Maduro en sus primeros años continuó fielmente la línea autoritaria y económicamente interventora de Hugo Chávez. Lo cual potenció aún más los efectos nocivos de esas políticas”. La utilización reiterada del BCV como caja chica del gobierno para financiar el elevado gasto gubernamental pasa factura y se traduce en una creciente inflación que al final se convierte en hiperinflación a finales del 2017. Los niveles de pobreza se disparan y eclosiona una crisis humanitaria que obliga primero a cientos de miles y luego a millones a emigrar.

La hiperinflación y la crisis humanitaria que provoca obligan al régimen a cambiar su agenda, aceptando la dolarización en curso y abandonando la economía de controles implícita en el “Socialismo del Siglo XXI”. Como lo señala Cardozo en su columna “es solo durante estos últimos tres años que Maduro en lo económico se ha apartado en alguna medida del legado de Chávez y por ello ha sido criticado como traidor por algunos sectores ortodoxos de la izquierda”. Es el caso del Partido Comunista de Venezuela el cual formaba parte de la alianza oficialista y ha roto con el régimen de Maduro acusándolo de neoliberal.

La posición de sectores como el PCV que defienden el legado de Chávez y responsabilizan al régimen de Maduro de la crisis humanitaria y la emigración de millones de venezolanos, no es coherente con los hechos analizados. Como lo señala Cardozo en su columna “cada vez resulta más difícil evocar el legado de Chávez sin relacionarlo con todo lo que ha sufrido Venezuela desde su muerte…”

Referencias

Cardozo, Ramón. 2023. Venezuela y el legado de Chávez a 10 años de su muerte. DW. 3 de marzo (disponible en: dw.com)

Debray, Laurence. “El amargo legado de Hugo Chávez (disponible en: dw.com)

Krauze, Enrique. 2008. El poder y el delirio. Tusquets Editores.

Larralde, Humberto. ¿Fascismo de izquierda? Una mirada al régimen-chavo madurista. Tal Cual.

Reid, Michael. 2007. Forgotten continent. The Battle for Latin America´s Soul. Yale University Press.

Profesor UCV