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Los últimos días de Pompeyo

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 2 min.

Con ese título pensé escribir un artículo cuando el hoy fallecido periodista Pompeyo Márquez (qepd) cumplió sus 95 años, pero lo que se deja para después nunca se hace. Pompeyo, amén de su eterna lucha política de 81 años, como él lo decía, fue esencialmente periodista y así se mantuvo, en este oficio, hasta el último día de su vida, pues estaba muy activo en la red social Twitter, eventualmente en “Tal-Cual” y una vez a la semana en la esmirriada ¡Últimas Noticias!

Como afortunado venezolano que aprendí a leer muy temprano, gracias a abuelos y tíos, pude desde bastante carajito meterme en la lectura de periódicos y revistas, los cuales adquiría en la Plaza Pérez Almarza, Sastrería “El Gallo”, de Don Martín Hernández (qepd), vecino de El Limón, siendo yo apenas un adolescente estudiante de la ETI-Maracay. Don Martín decía que yo era “el único muchacho” que compraba el periódico para mí; o sea, que no era un “mandado”.

Bueno, además de “El Nacional”, mi diario preferido, Don Martín me guardaba clandestinamente la “Tribuna Popular”, que era un periódico de exquisita y atrevida lectura, pues estaba prohibido en los primeros años de la verdadera Democracia venezolana. Metido por dentro de los pantalones, muy emocionado, traía mi ejemplar y algún encargo que me hacía el sastre para sus amigos o clientes de El Limón.

Todo su contenido era interesante por lo secreto, pero los artículos de “Santos Yorme” estaban revestidos de un gran atractivo por la riqueza en estrategias de lucha social y el encanto de la prosa de Pompeyo, a quien luego conoceríamos personalmente durante las reuniones previas a la fundación del Movimiento Al Socialismo (MAS), en las huelgas textileras donde siempre estuvo de cuerpo y pensamiento presente y, por supuesto, en el ejercicio profesional.

Si bien es cierto, repetimos, que la lucha política fue su fuerte durante toda su Larga y fructífera vida, rescato y reivindico su trabajo periodístico que nunca abandonó y todo lo que pensaba lo escribía para su beneplácito y satisfacción de los lectores, en oficio que desplegó también en el Diario “Punto”, a comienzo de los ’70, donde contribuyó a la formación de una gran cantidad de aguerridos periodistas egresados universitarios, aunque algunos de ellos, desgraciadamente, apoyaron y apoyan a este esperpento de “revolución” y a su malparía prostituyente.

Alguien debería darse una paseadita por la trayectoria de Pompeyo Márquez periodista y poner ante los ojos de las nuevas generaciones de comunicadores el objetivo de la Comunicación Social, que no es sólo repetir y repetir transcriptivamente lo que otros dicen y desdicen para coger cámara y centimetraje sin dejarle nada al periodista ni mucho menos a la mente del destinatario del instrumento de lucha, la artillería del pensamiento.

En los últimos días de Pompeyo podíamos leer en sus artículos que un hombre como él, formado y forjado para la lucha por la libertad y la democracia, ya en las postrimería de su vida quería vivir y morir en libertad y en democracia, por lo cual es necesario reforzar las protestas y las manifestaciones en contra de este gobierno forajido, malandro.

Honor y Gloria a Don Pompeyo Márquez, “Santos Yorme”. Paz a su noble alma…