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Los bolsas Clap

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 3 min.

Luego de la finalización del desfile del 5 de julio en el Paseo Los Próceres, un grupo de milicianos que regresaban a sus casas, fueron sorprendidos al encontrarse con una asamblea de vecinos que esperaban su retorno.

-Los vimos en televisión y sabemos que vienen buchones.

Y eso que significa, manifestaron los milicianos.

-Bueno, no se hagan los locos. Los vimos desfilando con sus cajas Clap y suponemos que las mismas deben estar cargadas de suficientes insumos para justificar al acto protocolar. Por eso los estamos esperando, para abrirlas y comenzar la rumba en el barrio.

-Con mucha pena, tenemos que manifestarle que todo fue un bluff o una charada. ¡Las famosas y representativas Cajas Clap estaban vacías!

-Como es la vaina, dijeron al unísono los sorprendidos vecinos.

-Bueno, eso mismo preguntamos nosotros a los comisarios políticos de nuestra brigada. Y como no tuvimos respuesta, formamos un peo y dejamos en claro que no íbamos a desfilar, lo que provocó un corri-corri entre los organizadores. Al final, salió un militar con un uniforme repleto de estrellas, que para sacudirse del problema, nos dijo que las cajas estaban vacías para no generar un sobre peso en los milicianos que iban a marchar y que al final del desfile recibirían una caja Clap cargada de insumos que les sería entregada por el propio camarada Nicolás y la Primera Combatiente. Y al final decidimos en el colectivo aceptar el ofrecimiento.

-Uno de los vecinos de mayor edad, al escuchar todo aquello, se atrevió a opinar y señalar que con toda seguridad ese teatro de las cajas vacías, seguro estaba, se le ocurrió a Jorge Rodríguez en su condición de Ministro (usurpador) de Comunicaciones.

-Viejito, explícate mejor, dijo uno de los jóvenes presentes.

Ese personaje, es un manipulador que con su sonrisita “de yo no fui” pretende lavarle el rostro a todos las cagadas que pone el régimen. En este caso, del desfile, lo que hizo fue montar un espectáculo al mejor estilo de Hollywood. Rodríguez es una moderna versión del mariscal duque Grigori Alexandrovich Potemkin (1739-1791). Personaje que se hizo famoso por engañar a los gobernantes con la construcción de pueblos artificiales. Según la leyenda, antes de una visita de su soberana la zarina, Potemkin, el favorito, hizo edificar bastidores/fachadas pintadas a lo largo de la ruta de visita de Catalina la Grande, para presentar pueblos idílicos en la recién conquistada Crimea, con el propósito de encubrir la verdadera situación catastrófica de la región.

-En este caso, dijo una vecina, el desfile de los milicianos con las cajas era una mampara para que la gente pensara que estábamos del carajo en cuanto a alimentación se refiere…no me joda.

También resalta la consigna que voceaban los participantes del desfile “Somos socialistas, antiimperialistas y también chavistas, fuerzas especiales de la patria grande”… en este punto el manipulador superó a Potemkin y se acercó a Josehp Goebbels por aquello de “Una mentira repetida mil veces se transforma en una verdad”…y en esa caricatura de desfile la consigna fue repetida miles de veces.

-La tramoya del camarada Rodríguez, supera a los bastidores de la meca del cine norteamericano, señaló un joven estudiante de arte presente en la reunión del barrio. Creo sin temor a equivocarme que la empresa revolucionaria de comunicación dirigida por el psiquiatra bien pudiera llamarse “Chavewood”.

Apoyo lo dicho por el estudiante, expresó uno de los presentes. La Escolta de Banderas con símbolos de Rusia, China, Iran, Hezbollah, ELN, FARC y Cuba, la representación de las Operaciones de Guerra Popular Prolongada, los tanques de guerra quemando combustible y llenando de humo todo el paseo, las lanchas de asalto tipo Piraña y el Morral de Chávez cargado de Tusas como el arma secreta para el combate contra la invasión de los marines constituye una versión Chavewoodense de la guerra revolucionaria contra el imperialismo.

-Todo lo dicho por ustedes es verdad, dijo una de las integrantes del Consejo Comunal del Barrio, Yo estuve en el desfile y en la tribuna solo estábamos cuatro gatos y nos sorprendía la fanfarria de gritos y aplausos que escuchábamos al pasar las diferentes unidades…todo era un montaje de sonidos… y en lo referente al raiting televisivo, debo decir, que en la zona donde vivo nadie vio a Venezolana de Televisión.

-Ya está bueno de tanto análisis, vamos a abrir esas cajas para celebrar, solicitó una de las vecinas.

Aplausos y vivas retumbaron en las calles.

-Al abrir los empaques, el irrisorio contenido era de 2 paquetes de lentejas, uno de arroz, dos de pastas y un kilo de azúcar…

Una expresión de desconsuelo y arrechera inundó el sitio…Caímos por inocentes, hicimos el papel de tontos útiles señalaban los milicianos que participaron en el desfile…Con razón ahora nos llaman “Los Bolsas Clap”