María Corina Machado sostuvo el lunes de esta semana un encuentro con siete periodistas, de cuatro medios nacionales, dos agencias de noticias y uno internacional (NTN24, cuya directora de contenidos —Idania Chirinos— fungió de moderadora), para responder en definitiva una sola pregunta: ¿dónde estamos?
La interrogante conduce a examinar el momento político del país después de la juramentación ilegítima de Nicolás Maduro y la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. Washington ha sido, con demócratas o republicanos al mando, un apoyo con sus matices a la causa democrática venezolana. Pero las señales enviadas desde el 20 de enero parecen ir a contrasentido de las expectativas que se habían alimentado con su victoria y come back.
La puesta al día era oportuna y muy necesaria. Machado mostró la convicción de siempre, la inquebrantable decisión de luchar hasta el final, la confianza en la estrategia que requiere la participación de todos los venezolanos y de aliados internacionales para un solo propósito: “unificar a todas las familias venezolanas en una nación libre, segura y próspera, y para hacer eso es absolutamente indispensable salir de este régimen”. No es el momento, dijo, para escuchar “a los estafadores y perdedores”, sobre lo que volvería, enérgica y con un punto a la vez de enfado y bravura, en otros momentos del encuentro.
La estrategia es una: se enfrenta a un régimen criminal y hay que construir fuerza y tener más fuerza que el régimen en el poder. Esa estrategia se adapta a los cambios, pero con la claridad de que “el régimen va para fuera con o sin negociación”. Luego Machado expuso las cuatro etapas de la estrategia:
La primera, había que construir fuerza real y eso se hizo en dos años con la campaña a la primaria de octubre de 2023. “Lo hicimos hablando desde la verdad, desde el honor y con el compromiso de todos”.
La segunda, había que demostrar con números y pruebas que igual que se había derrotado al régimen “en el alma y los corazones de los venezolanos”, también había que derrotarlo con los votos y las actas. Por eso el mundo entero reconoce a Edmundo González Urrutia como el presidente de los venezolanos. Contra Edmundo, María Corina denunció “chantajes y una presión insólita”.
La tercera, el aislamiento internacional del régimen, que ejemplificó con la foto del 10 de enero de Maduro junto a los dictadores de Cuba y Nicaragua.
La cuarta fase, es el desalojo de la tiranía. “Los derrotamos pero están aferrados al poder y tienen las armas, esa es una realidad”. Al régimen le queda una estructura represiva de terror con capacidad para hacer mucho daño, y la “plata de los negocios criminales” que va para la corrupción y la represión. “Hemos construido un paquete de acciones con aliados internacionales para cerrar la plata criminal y quebrar la estructura represiva. Eso falta y en eso estamos trabajando”.
Machado reiteró, con el puño cerrado, que la lucha se da en Venezuela y la dirigen venezolanos. Los detalles de la estrategia no se pueden exponer a los ojos de Maduro, aunque hay tres planes:
1.- La organización ciudadana, silenciosa, en condiciones “muy distintas a las vividas hasta ahora”;
2.- Fortalecer la “gran alianza” (Gana Venezuela) de todos los sectores para alcanzar la victoria y luego para gobernar.
(La idea de Gana fue lanzada en enero de 2024 pero tuvo escaso protagonismo en el desarrollo de una campaña electoral atípica marcada por la persecución y el amedrentamiento. Retomarla es un acierto).
3.- El papel de los aliados internacionales, con los cuales se está en contacto “permanente” en Europa, América Latina y Estados Unidos, incluso desde antes de que Trump asumiera la presidencia. “Creer que el gobierno de Estados Unidos tiene alguna duda sobre la amenaza a la seguridad hemisférica que representa este régimen es realmente ingenuo”. Machado afirmó que iba a hacer lo que tenga que hacer dentro y fuera de Venezuela para lograr los acuerdos que se requieren. “Necesitamos a los aliados para acciones claras y lo vamos a lograr. No tengan duda”.
La fecha del desalojo de la tiranía nadie la conoce –“solo Dios”, dijo María Corina–, pueden ser días, semanas, meses. “La victoria final va a llegar cuando tenga que llegar, haciendo lo que tenemos que hacer”.
6 de febrero 2025
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