Detrás de esta aspiración están los deseos del chavismo duro de seguir en el poder, de entronizarse en el gobierno, a pesar de haber fracasado en sus políticas socioeconómicas, y haber sumido al país en una profunda crisis de desabastecimiento general; por lo que han perdido una gran parte de su base popular de sustentación . Es, en definitiva, una jugada desesperada que ya ha sido intentada en algunos países, con resultados negativos; como ejemplo tenemos el caso del Perú, con la hija de Alberto Fujimori, Keiko Sofía, quien fracasó en su intento presidencialista. También el de Corea del Norte, con la dictadura que inició el “Presidente Eterno”, Kim Il-sung, y heredó su hijo Kim Jong-il, para luego pasar a manos del nieto, Kim Jong-un, que han mantenido a ese país en la pobreza y a sus ciudadanos en el sometimiento absoluto.
En el caso que nos ocupa, el de María Gabriela Chávez Colmenares, viene a colación el dicho español que reza así:"En casa éramos muchos y parió la abuela" O lo que es lo mismo, ya su papá, Hugo Chávez, la embarró muy feo, condujo a la ruina a un país no solo de abundantes recursos petroleros y mineros, sino también de suelos, agua y biodiversidad en general, amen de una posición geográfica privilegiada. Peor aun, nos dejó de heredero a otro más ineficiente y falto de talento que él; para que ahora vengan a poner la torta con la hija y sus aspiraciones a la presidencia.
Esta hija, que de pobre y humilde familia pasó a ser rica, muy rica, aunque su padre haya afirmado en numerosas ocasiones que “ser rico es malo”, no tiene, ni de lejos, la preparación para tan alto cargo, solo estaría a la sombra de su papá, en la que algunos vivos se quieren cobijar, para seguir con esta ruina de gobierno y con la continua corrupción y miseria a que nos han sometido.
El único título profesional de la supuesta aspirante a presidenta es el de comunicación social. Se graduó en la Universidad Bolivariana de Venezuela, de conocido sesgo político ideológico, en la que nadie le iba a exigir mucho a la hija del dominante y egocéntrico jefe del Estado de ese entonces. Por cierto, nunca ha ejercido esta profesión, pero aun así, fue nombrada, sin tener experiencia, y ni siquiera con un nivel aceptable de dominio de idiomas extranjeros, nada más y nada menos que “Embajadora Alterna de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York. ¿Cuáles fueron los méritos que se consideraron para tan alto cargo? Aparte de ser la hija de su padre, no vemos que calce los puntos para la preparación y responsabilidad que amerita el cargo en cuestión; mucho menos la presidencia de la república. Si con esta historia curricular de arribista e hija de papá pretende aspirar a ser Presidenta de Venezuela, eso sería mucho camisón pa´Petra, o mejor dicho, para María Gabriela.
Profesión: Ciudadano
29 de febrero de 2016