Mientras que el PIB de Venezuela difícilmente crezca este año, en Ecoanalítica esperamos que Portuguesa experimente un crecimiento interanual de alrededor del 10%. Es otra muestra de lo que hemos llamado la triple desigualdad: una economía concentrada en pocas ciudades -especialmente en la región capital-, apenas seis sectores económicos y con muy bajos niveles de consumo: los ingresos individuales mensuales son menores a 300$ para el 85% de los consumidores.
El auge de Portuguesa es el resultado de la nueva realidad socioeconómica de Venezuela, luego de ocho años de una contracción económica rara vez vista en países fuera de la guerra. Más del 81% de la población del país se encuentra ahora bajo la línea de pobreza, lo que lleva a que la mayoría de las familias centren su consumo en los alimentos. En promedio, el 70% de los bienes de consumo que compra una familia venezolana son alimentos. El porcentaje aumenta a más del 90% en las familias pobres. Estos patrones de consumo han impulsado al sector alimentario, incluyendo la producción primaria y secundaria pero también la comercialización de estos productos. De hecho, el auge de los supermercados y el comercio minorista en Caracas –así como de las importaciones, que están vertiéndose en los bodegones– también es resultado de esta dinámica.
Cuatro aspectos claves
1. Portuguesa muestra una excelente sinergia entre los pequeños agricultores y las empresas agroindustriales, que han brindado apoyo técnico y financiero a los primeros, prestándoles dinero o apoyándolos con personal técnico, tecnología o semillas. Estas colaboraciones han aumentado el rendimiento de los cultivos.
2. Portuguesa tiene un mercado de deuda privado –basado en redes de alta confianza y relaciones interpersonales– donde los empresarios locales otorgan préstamos a los productores, en lugar de invertir su dinero en los mercados de valores u otros emprendimientos porque los rendimientos son más altos: un 20% o 30% en retornos anuales, y en algunos casos incluso mayor, dependiendo del tipo de cultivo.
3. Si bien el crédito bancario de Venezuela es pequeño, es un estímulo importante para la economía agrícola de Portuguesa. El sistema bancario venezolano tiene una “cartera productiva” enfocada en préstamos a la producción, por lo que los bancos están obligados a otorgar créditos a los sectores alimentario y agrícola. Si bien estos préstamos son más pequeños que en el pasado, estos sectores—a diferencia de la mayor parte del país—todavía se benefician de ellos.
4. Puede ser controversial, pero hay que decir que una comunicación más fluida entre las autoridades estatales y el sector privado ha beneficiado a la economía de Portuguesa. Si bien no se trata de un conjunto de políticas públicas formales, la interlocución con funcionarios estatales ha facilitado el flujo de exportaciones y distribución de productos e incluso ha permitido a empresarios acceder a ciertos insumos para asegurar mejores precios.
Estas condiciones tan favorables han permitido la aparición de todo tipo de nuevas empresas en Acarigua y el estado: no necesariamente de enchufados, sino empresarios y familias locales que están encontrando oportunidades en un sector en auge.
Conclusión
La economía dinámica de Portuguesa y su creciente sector privado son sorprendentemente diferentes del resto del país. Como hemos visto en nuestros múltiples proyectos de consultoría en el estado, la actividad económica se ha definido por un enfoque diferente de hacer negocios y enfrentar los problemas. Los patrones de Portuguesa podrían eventualmente replicarse en otros sectores agrícolas, como los valles de Mérida o las exuberantes tierras al sur del lago de Maracaibo, que no están experimentando auges económicos similares.
Este contraste se ve intensificado por la ubicación de Portuguesa, que juega a su favor, ya que permite que sus productos fluyan hacia Caracas y otras ciudades de la región central. Mientras tanto, la distribución de productos del Zulia y los Andes enfrenta una serie de problemas: por ejemplo, las carreteras están en malas condiciones o interrumpidas por puentes dañados o bloqueos generados por deslaves o desbordamientos de ríos. La escasez de gasolina también ha paralizado el transporte, como se ve en vídeos recientes de agricultores de Mérida y Trujillo tirando tomates, plátanos o zanahorias que no pudieron transportar a las ciudades por falta de combustible. De manera similar, el costo de la extorsión en las alcabalas militares y policiales, así como de las bandas y las guerrillas, está disparando los precios. De hecho, estas tierras agrícolas necesitan políticas públicas efectivas para abordar sus problemas estructurales – y seguir el éxito de Portuguesa.
Esta es una adaptación traducida del artículo “While Venezuela’s Economy Crashes, Portuguesa’s Booms” que escribió nuestro socio-director Asdrúbal Oliveros para Caracas Chronicles.
16 de octubre 2023
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