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Mira ese barco entrando en la bahía

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 3 min.

A pesar de la algarabía del régimen por la llegada del primer buque iraní a puerto venezolano, los contratiempos no se hicieron esperar. Los tripulantes de la embarcación, no lograban entender el atraso en la descarga del combustible. ​

Mi capitán, no podemos trasegar la gasolina, le informo uno de los oficiales a su superior. ​

¿Cuál es el problema? ​

-No va a creerlo mi capitán, !!!No hay electricidad!!! en las instalaciones para poder efectuar la operación. ​

¿Será un saboteo de las fuerzas imperialistas, para que no podamos cumplir con nuestra misión​?

-No mi capitán, los gringos no tienen nada que ver con esto. El sistema eléctrico del país está en una crisis terminal desde hace tiempo. Las centrales hidroeléctricas están paralizadas y las estaciones están presentando fallas permanentemente por lo obsoletos de los equipos y la no sustitución o reparación de los equipos dañados. ​

-Bueno, usen las plantas eléctricas que tenemos en el barco para superar la falla. Voy a llamar a las autoridades del puerto para notificarles de la situación. ​

-El operador de comunicaciones, respondió que no podía lograr que atendieran sus llamadas. Parece ser que el sistema CANTV “no está funcionado”y tampoco puedo hacerlo por Internet. ​

Mi capitán, los marineros están reclamando que se cayó la señal de Directv y no quieren seguir calándose la trasmisión de los canales del régimen.​

-Que vaina, parece que aquí no funciona nada. Déjenme informar a los Ayatolas en Irán para ver que podemos hacer, dijo muy molesto el capitán de la nave. En ese momento, le comunican que había llegado el señor El-Aissami en representación del régimen como máxima autoridad para el negocio de compra-venta de gasolina con la República de Irán. ​

-Con ese apellido, ese señor debe ser uno de los nuestros, dijo muy sonriente el capitán.​

-Saludos camaradas, dijo El-Aissami, bienvenidos a la patria de Chávez, no le presten mucha atención a los pequeños problemas que se han presentado. Lo más importante es haber logrado romper el bloqueo imperialista y llenar nuestros depósitos de gasolina...​

Permítame preguntarle, lo interrumpió el capitán. ¿Si este es el país con las mayores reservas de petróleo del mundo por qué tenemos que traerles gasolina?​

-Tranquilo camarada, no se meta pa’ lo hondo. Esto es un negocio y como tal debo decirle que ya sus aviones se llevaron el cargamento de oro con el que acordamos pagar la gasolina. Ahora, déjeme explicarle como va a funcionar este negocio redondo. En primer lugar, por si llegan a preguntarle, el precio por litro es de 2 dólares y subiendo.

-Pero, en el listín de embarque aparece un precio de 30 centavos de dólar por litro.​

-Bueno, ahí está el detalle, nos vamos a meter 1 dólar con 70 centavos por litro. Eso representa una ganancia revolucionaria de más de 500 millones de dólares, ¿qué le parece.?

-¿Y la distribución como la van a hacer?​

-Eso es más fácil, todas las estaciones de gasolina serán controladas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias y solo surtiremos a quien pague los precios establecidos. ​

-Sin palabras quedó el capitán. Pensó si era una premonición que el barco que él comandaba llevara por nombre "Fortune"​.

Cerrado el redondo negocio, autorizaron a los marineros para que bajaran a tierra a distraerse un poco.​

-Emocionados los tripulantes del barco bajaron al puerto de llegada con la intención de comer algo típico del país y comprar algunos souvenirs con el pago en bolívares que les había hecho el señor El-Aissami.​

¡Sorpresa! En ningún lado les aceptaban los bolívares; les exigían pago en dólares o nanai nanai.​

-Cuando preguntaron por qué los habitantes lucían demacrados y flacuchentos, el señor El-Assaimi les respondió que todos estaban cumpliendo con el Ramadán Revolucionario que implica no ingerir alimentos mientras dure la cuarentena.​

¿Por qué la ciudad está totalmente a oscuras? preguntaron los iraníes. ​

Para evitar los bombardeos a los que estamos amenazados por parte del imperio norteamericano. Fue la respuesta que les dieron.​

Cuando quisieron usar los baños de los establecimientos que visitaban, se encontraron con letreros que decían "Cerrados por falta de agua". El señor El-Aissami, tratando de minimizar la crítica situación, nos decía todo nervioso que, el Ramadán Revolucionario contrario al iraní prohibía lavarse las manos y bañarse durante la cuarentena.​

Al recorrer las calles de Puerto Cabello, los iraníes solo veían colas de gente o grupos protestando, no contra el imperio como quería hacerlo ver el señor El-Aissami, sino contra el régimen por la falta de gasolina, gas, agua, luz, alimentos, servicios hospitalarios, medicinas y la hiperinflación. La consigna unitaria de todos los grupos de protesta era "Gobierno de Emergencia Nacional Ya".​

Los marineros se vieron las caras y al unísono comentaron: ​

ما بهتر است به کشتی برگردیم .... هیچ کس این رژیم را نمی خواهد (mejor nos regresamos para el barco, a este régimen no lo quiere nadie) ​.