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Perspectivas económicas 2018

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 6 min.

En este escrito tratamos de escudriñar lo que nos depara el año que viene en materia económica. En síntesis, la situación que enfrentamos a final del 2017 se agravará el año venidero. Hemos entrado en hiperinflación, la cual se estima oscilará entre 2.350 y 5.000%, en el mejor de los casos. Si bien los precios del petróleo mejoraran, la caída de la producción de PDVSA compensará esta mejora, provocando una contracción en los ingresos petroleros que hará muy complicado cumplir los compromisos de deuda, por lo que la posibilidad de una cesación de pagos será muy elevada. La caída de los ingresos petroleros provocará a su vez una reducción de las importaciones que se estima en 34%; como se trata de insumos para el aparato productivo, esta caída acentuará la contracción de la producción interna y la escasez. La agudización de la hiperinflación continuará destruyendo la capacidad de compra de la población. Esto conducirá a los más débiles a profundizar su dependencia del Estado a través de los diversos beneficios que conllevan el carnet de la patria o las bolsas CLAP.

Como lo señalamos en un artículo similar a finales del año pasado las empresas y consultoras, así como los organismos internacionales suelen formular sus pronósticos económicos a finales de año. Repasaremos algunas de estas proyecciones a fin de aclarar o definir el escenario que nos espera el año que viene. El vocablo escenario se utiliza en este caso para definir un futuro posible en términos económicos. Si cambia alguna variable, en nuestro caso el precio del petróleo, se abre un nuevo escenario alternativo al que estamos considerando. También pueden cambiar las variables políticas, si en República Dominicana se llega a un acuerdo sobre un CNE más independiente, ello abriría un futuro distinto al que concebiríamos si continua el actual organismo especializado en fabricar cifras electorales a conveniencia de los intereses del PSUV.

Es necesario aclarar que una de las características de la coyuntura actual, como bien lo apunta el Fondo Monetario Internacional (FMI), es la incertidumbre, la cual dificulta o incrementa la probabilidad de errar en los pronósticos que se hacen. Debido a ello, como veremos en los próximos párrafos, algunas de las empresas están optando por formular varios escenarios, uno que consideran el más probable, que algunas firmas denominan el año base, y otro escenario extremo que es menos probable pero surge como un futuro posible en términos económicos.

La Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL) prevé un futuro más promisorio para la región latinoamericana dado el incremento del precio de las materias primas, que todavía constituye un item importante en sus exportaciones. Los países de América Latina y el Caribe experimentarán una moderada recuperación en 2018 y crecerán 2,2% el próximo año luego de anotar 1,3% promedio en 2017. La excepción a este panorama es Venezuela que aparece como el único país de la región que sufrirá una contracción económica estimada por la CEPAL en 5% del Producto Interno Bruto (PIB) que se define como el valor de la masa total de bienes y servicios producidos en una economía en un año.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) destaca en un informe reciente, la elevada incertidumbre que se ha adueñado de Venezuela, dada la crisis política que atraviesa. Ésta opera como un fardo de la actividad económica que el Fondo espera se contraiga en 5% el año próximo. La inflación según el FMI ha venido incrementándose progresivamente, en el 2016 fue de 254,4%, este año se espera llegue a 652,7% y se espera que el próximo año alcance la espeluznante cifra de 2.349,3 %.

Econométrica, una firma venezolana de consultoría económica, auspició a finales de este año un foro denominado Perspectivas 2018. En este foro, Henkel García (Director de la firma) señaló que la inflación anualizada para fines de noviembre de este año se ubica en 1.800%. La inflación mensual para noviembre la estiman en 64% y no descartan que llegue a 80%. Para esta consultora ya entramos en hiperinflación. Su estimación para el año que viene implica que el proceso inflacionario se agudizará y alcanzará, en el mejor de los casos, 5.000%. Sin embargo prevén un escenario extremo en el cual la inflación puede llegar a 29.000 %, cifra nunca vista en procesos similares en la región. Estiman una contracción del PIB de 5,5 %, pero que en un escenario extremo pude llegar a 12%.

Al igual que Econométrica, la consultora Ecoanalitica convocó a un evento al cual denominó: Foro Perspectivas 2018 ¿A dónde va Venezuela? en el que Asdrúbal Oliveros (Director de Ecoanalitica) confirmó la apreciación de la firma Econométrica y señaló que Venezuela está entrando, a finales del 2017, en una dinámica hiperinflacionaria lo cual se refleja en las elevadas cifras de inflación mensual, y en la escasez de efectivo y el comportamiento del dólar paralelo.

Alejandro Grisanti (Director de Ecoanalitica) intervino en el foro señalado y abordó el tema petrolero. Destacó que la producción petrolera ha estado cayendo, en los últimos años PDVSA ha dejado de producir 700. 000 barriles por día. Este proceso es difícil de revertir, por lo que la producción de petróleo seguirá declinando. Si bien los precios de la cesta petrolera venezolana mejorarán, la caída de la producción será más acentuada, lo que provocará una disminución de los ingresos petroleros para el año que viene. Ello provocará una contracción en las importaciones que según Grisanti pasaran de 12.760 millardos a 8.400 millardos, equivalente a una contracción del 34%. En la medida que estas importaciones suelen ser en su mayoría insumos para el aparato productivo, la contracción de las mismas terminará disminuyendo fuertemente la producción y oferta de bienes, incrementando la escasez. El gobierno seguirá aumentando salarios e imprimiendo dinero para financiarlo. Con poca oferta de bienes y mayor liquidez (dinero circulante), en manos del público el resultado es una inflación creciente. El descenso de la producción petrolera y de los ingresos en divisas arroja una elevada probabilidad de una cesación de pago de la deuda externa en el 2018. Señaló que es poco probable conseguir financiamiento para el año venidero debido a la elevada deuda con Rusia y China y las limitaciones financieras del primero.

Según Inter America Trends, un centro de análisis de políticas con base en Washington dedicada a la investigación de políticas públicas, las perspectivas de la economía venezolana profundizarán lo ocurrido en el 2017. El precio del petróleo mejorará ubicándose en una banda entre 52 a 55 dólares según el World Oil Outlook 2017 de la OPEP. La cesta venezolana mejorará entre 6 a 9 dólares adicionales al precio promedio de 2017 según un artículo de Antonio De la Cruz Director ejecutivo de Inter America Trends. En la misma línea de lo planteado por Alejandro Grisanti de Ecoanalitica, plantean que la producción de petróleo seguirá cayendo y causará, a pesar de la mejora en los precios, una caída de los ingresos por exportación de petróleo que no serán suficiente para cumplir con los compromisos financieros del país por lo que el riesgo de cesación de pagos el año venidero es muy alto. Debido a la contracción en el ingreso de divisas, estiman una reducción de las importaciones en 50%. Para el 2018 continuará el financiamiento público a PDVSA y al sector gubernamental, lo que incrementará la inflación y la subida del dólar paralelo. En el caso base se obtiene una inflación de 3.350% (35% promedio al mes) con un tipo de cambio de 360.000 Bs. por dólar, mientras que en el peor de los casos la inflación llegaría a 20.750% (60% promedio al mes) con un tipo de cambio libre de 14 millones. La hiperinflación seguirá pulverizando la capacidad de compra de los trabajadores la cual se ha venido contrayendo. Según Humberto García Larralde (Presidente de la Academia de Ciencias Económicas) la capacidad de compra del salario mínimo se ha contraído en un 27% en los últimos cuatro años. Inter America Trends plantea que este deterioro del poder de compra seguirá conduciendo a los más débiles a profundizar su dependencia del Estado a través de los diversos beneficios que conllevan el carnet de la patria o las bolsas CLAP.

Profesor UCV