Venezuela necesita atraer inversiones y unirse en reglas básicas para prosperar.
En el mundo existen 60 bolsas principales, que varían en tamaño, volumen de operaciones y capitalización bursátil.
Hubo un tiempo en que los inversionistas operaban bajo el paradigma de "altos riesgos, altos rendimientos". Y eso favorecía a los mercados emergentes como Venezuela y América Latina. Sin embargo, esta noción ha evolucionado. Ahora, economías como la estadounidense ofrecen rendimientos más altos que los países emergentes y con bajos riesgos, convirtiéndose en imanes para la inversión. Las empresas tecnológicas, por ejemplo, poseen un potencial de crecimiento tan alto que los inversionistas pueden multiplicar sus inversiones hasta siete u ocho veces. En contraste, las empresas tradicionales ofrecen rendimientos más modestos, como un 10% en la revalorización de sus acciones. Venezuela, en este sentido, podría compararse con una empresa tradicional, pero su potencial podría despegar si se levantan las sanciones en el sector petrolero. Para atraer inversiones, debe competir con países desarrollados, lo que implica hacer más atractivo el entorno de inversión. Esto significa que los políticos venezolanos deben reducir el riesgo de invertir en el país y hacer más accesibles los activos que se privatizarán.
Sin inversiones para reactivar la economía, Venezuela no avanzará. El papel de los políticos es atraer inversiones. Deben crear conexiones tanto dentro del país como con otras naciones y empresas globales, así como fomentar la llegada de talento extranjero para impulsar el potencial económico. Esto implica la creación de leyes favorables, inversiones en infraestructura sin corrupción, simplificación de trámites, cambio de actitudes culturales y fomento de la educación en tecnología para atraer inversiones de todas partes del mundo.
Así como una fábrica de caramelos no elige a quién vender, Venezuela debe ser atractiva para todos los inversionistas. Los políticos deben ser evaluados por su capacidad para atraer inversiones. Es crucial abandonar las confrontaciones inútiles y enfocarse en el crecimiento del país.
Venezuela tiene mucho potencial de inversión, pero los constantes conflictos políticos ahuyentan a los inversionistas. La polarización entre la oposición y el oficialismo solo empobrece a los venezolanos y promueve la emigración. Mientras tanto, en los países desarrollados, la inversión fluye sin obstáculos, ofreciendo rendimientos sustanciales.
La era en la que los países emergentes ofrecían altos rendimientos a cambio de mayores riesgos ha llegado a su fin. La idea de que los países desarrollados explotan a los subdesarrollados es obsoleta; de hecho, estos últimos están perdiendo relevancia en los mercados globales. Las bolsas de valores de países como Estados Unidos son ahora imanes para la inversión mundial, superando incluso a economías como la China. Es hora de abandonar las confrontaciones y buscar el crecimiento a través de la colaboración y la atracción de inversiones.
En resumen, Venezuela debe prepararse para atraer inversiones en lugar de aislarse y enemistarse con otros países. Hay diversas opciones para aprovechar los movimientos en las bolsas de valores globales, no solo mediante la inversión directa en acciones, sino también a través de índices y otros instrumentos financieros. Venezuela para llegar a un PIB de $1 billón debe multiplicar su PIB por 10 veces y para eso necesita atraer inversiones de $25,000 millones por los próximos 10 años. Es necesario que los políticos abandonen las disputas estériles y se enfoquen en crear un entorno propicio para la inversión y el crecimiento económico.
X: @alejandrojsucre