Contrario a lo que algunos creen, según lo cual el régimen nunca se equivoca, teniéndolo todo perfectamente pensado y planificado, la verdad es que sí comete errores, incluso grandes. Los autócratas, en su aislamiento y paranoia erran, a veces más cuando se sienten más poderosos. En ocasiones, estos traspiés se encadenan, llevando uno al otro. Vladímir Putin está arruinando a Rusia en una guerra que suponía fácil y rápida. Hitler en su momento sobreestimó su fuerza y terminó acorralado y suicidándose. Por supuesto, no basta con los errores de un gobierno para producir su caída. Se necesitan otras cosas, pero esos errores pueden contribuir a ello en una coyuntura específica.
Desde que la oposición venezolana lanzó las primarias, Maduro ha cometido tres errores nada insignificantes. El primer error fue hacer implosionar el Consejo Nacional Electoral (CNE) en el momento que lo hizo. Zanjó una disputa dentro de la oposición que podría haberla dividido. Asumiendo que le era necesario hacerlo para controlar el resultado de unas próximas elecciones en las cuales él mismo competiría, lo hizo demasiado pronto. Podría haber esperado a que la disputa en el seno de la oposición causara todo el daño que pudiera causar, incluso dividirla y luego, si aún era necesario para sus fines, desmantelar el organismo electoral. Pero se precipitó y más bien unificó la oposición.
El segundo error que cometió fue nombrar a su mismísima esposa en el comité encargado de decidir sobre la elección de los nuevos árbitros del ente electoral. Con eso puso en evidencia el miedo y la enorme desconfianza que tiene hacia todos los que lo rodean, al punto que necesita a su propia pareja supervisando el proceso, al tiempo que revela lo manipuladas que son las elecciones en el país. Este hecho, la elección de su esposa en ese comité, es uno de los que las agencias internacionales de noticias destacan más al referirse a la actual situación venezolana. El Washington Post por ejemplo, lo menciona en un editorial de esta semana.
El tercer error fue la inhabilitación de María Corina Machado. Con esa acción la catapultó y contribuyó a resolver un problema que precisamente la Primaria buscaba resolver, el de elegir un nuevo liderazgo que reemplazara al de Juan Guaidó. María Corina es hoy el rostro más visible y promisor de las fuerzas democráticas venezolanas.
Con la ayuda de estos tres errores la oposición se muestra en esta coyuntura más unida de lo que ha estado en mucho tiempo, con un fuerte liderazgo y más argumentos para denunciar ante el país y la comunidad internacional las prácticas antidemocráticas del régimen.
¿Cuál puede ser el próximo error de Maduro? Uno probable y ampliamente comentado sería el intento de inhabilitar las primarias mismas. No habiendo logrado sus objetivos con la inhabilitación de algunos de sus candidatos, ese sería su siguiente paso. Hacer eso no es fácil. No digamos desde un punto de vista jurídico porque sabemos bien que a la hora de emitir un dictamen legal pueden incluso producir uno negando la ley de la gravedad. El problema sería la implementación práctica de una prohibición de esa naturaleza.
¿Qué significaría inhabilitar las primarias? Lo más lejos que el régimen podría llegar sería impedir que se organicen centros de votación donde la gente acuda y exprese sus preferencias electorales. Pero no podrían prohibir que los candidatos sigan recorriendo el país, movilizando, organizando y denunciando al régimen, ahora con más argumentos y razones para hacerlo.
La naturaleza tan radical de esa decisión podría tener tres consecuencias muy serias para el régimen: en primer lugar, un incremento sustancial en la tensión política interna al bloquear todas las salidas democráticas. En medio de un deterioro renovado de las condiciones de vida de la población como está ocurriendo actualmente, esto podría conducir a una situación política y social muy inestable. En segundo lugar, quedaría descartada la oportunidad que el régimen esperaba tener con las elecciones de 2024 para legitimarse nacional e internacionalmente. Esas elecciones, mucho antes de que ellas ocurran, serían calificadas como espurias. En tercer lugar, habría la posibilidad de un aumento en las sanciones a los funcionarios del régimen, quienes han estado tratando durante mucho tiempo de lograr que se las retiren.
Algo positivo para la oposición de la situación en que se encuentra Maduro es que si comete este nuevo error de prohibir las primarias tendrá las consecuencias mencionadas anteriormente y, si decide no hacerlo, la oposición continuará construyendo a través de ellas una poderosa fuerza con la cual podría lograr cambios sustanciales a su favor en el escenario político.
11 de julio 2023
La Gran Aldea
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