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El retroceso democrático

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 4 min.

Existe un deterioro de la democracia a nivel global. Este retroceso es reciente y se concentra en los países en desarrollo, debido a la debilidad de los mecanismos institucionales para el control de los hombres fuertes potencialmente autoritarios. El desmantelamiento de la democracia no es inevitable, pues países en desarrollo como la India han mantenido un régimen democrático por 70 años. En otros países la resistencia de la población ha desplazado del poder a hombres fuertes corruptos, a pesar de la censura. Lo más importante en la defensa de la democracia son las instituciones, como una prensa libre y jueces independientes, aunque el ejemplo de las democracias maduras controlando a hombres fuertes, potencialmente autoritarios, influye.

¿Está la democracia en problemas? Después de 30 años de la afirmación de Francis Fukuyama declarando el fin de la historia y el triunfo de la democracia liberal, esta pregunta todavía es pertinente. Algunas de las principales potencias tienen líderes autoritarios como Putin en Rusia y Xi Jimping en China que está dirigiendo a esta nación hacia el gobierno de un solo hombre. A lo largo del mundo en desarrollo los hombres fuertes tienden a prevalecer como es el caso de Erdogan en Turquía y Ortega en Nicaragua.

Los índices sobre la salud de las democracias muestran un alarmante deterioro desde la crisis financiera del 2007 al 2008. Uno de esos índices es publicado por la Unidad de Inteligencia Económica de la revista The Economist, y muestra que 89 países mostraron una regresión en sus niveles de democracia y solo 27 han mejorado. Algunas encuestas muestran que solo un tercio de los jóvenes estadunidenses piensan que es “esencial” vivir en democracia. Este año han proliferado libros sobre el fin de la democracia.

El pesimismo sobre la democracia debe ser puesto en contexto, pues el deterioro sucede después del relevante avance que se produjo en la segunda mitad del siglo XX. En el año 1941 solo había una docena de democracias en el mundo; en contraste para el año 2000 solo 8 países nunca habían experimentado un proceso electoral. Una amplia encuesta en 38 países muestra que normalmente 4 de 5 personas prefieren vivir en democracia.

No todas las amenazas al pluralismo son del mismo grado, pues en las democracias maduras como los Estados Unidos el sistema institucional de chequeos y contrapesos que la caracteriza, mantiene bajo control al más ambicioso de los presidentes autocráticos. En este sistema son claves jueces independientes y prensa libre (es conceptualmente de origen liberal y está pensado para proteger derechos fundamentales como los de libertad de expresión, así como los derechos de las minorías). En las democracias inmaduras, estas instituciones son débiles, de manera que los hombres fuertes pueden erosionar las mismas rápidamente. En consecuencia el preocupante deterioro reciente de la democracia está ocurriendo en jóvenes democracias del mundo en desarrollo.

Desde Venezuela hasta Hungría este retroceso en las jóvenes democracias presentan fuertes similitudes y muestra lecciones para el occidente. ¿Cómo ocurre el debilitamiento de una joven democracia? En términos gruesos se puede generalizar que el debilitamiento atraviesa varias etapas. En una primera fase, surge un generalizado y popular descontento en contra de los gobernantes liberales en el poder. En una segunda etapa, un potencial hombre fuerte identifica a algún enemigo imaginario (el “imperio” en el caso de Venezuela) al cual culpar por los problemas del país. En una tercera etapa, la cual ocurre una vez tomado el poder, el autócrata se deshace de la prensa libre, de un sistema judicial independiente y de otras instituciones que le estorban. Al final prevalece un régimen con apariencia democrática pero sin el sistema de contrapesos institucionales, pues el respeto a los derechos individuales y el gobierno de la ley son eliminados, así como la prensa libre.

El proceso de deterioro de la democracia no es inevitable, países como la India han tenido una vibrante democracia por 70 años. Botsuana la ha mantenido por más de 50. Otros han logrado deshacerse de los potenciales autócratas, como ha sucedido en Malasia, Sudáfrica y Armenia. Desde Malasia a Sudáfrica existen considerables similitudes en los procesos que al final han llevado al desplazamiento de hombres fuertes por revueltas populares, que se han llevado a cabo en contra de la enorme corrupción que han desarrollado.

Las similitudes señaladas tienden a generar algunas lecciones La principal y más importante es que las instituciones importan. Las democracias occidentales tienden a enfatizar la calidad de las elecciones. Sin embargo, jueces independientes y periodistas estridentes son la primera línea de defensa de la democracia. Las instituciones de ayuda internacional y las ONGs deben redoblar los esfuerzos para fortalecer el gobierno de la ley y una prensa libre, aunque los autócratas inevitablemente los acusen de trabajar para agentes foráneos. En segundo lugar hay que destacar que la reversión del proceso de deterioro de la democracia ha sido impulsado por hombres fuertes oportunistas, más que por cambios en la ideología de los votantes. Cuando los autócratas roban descaradamente ninguna censura puede evitar que ello se divulgue y en algunos casos desplazarlos del poder. En último lugar el ejemplo de las democracias maduras importa, como es el caso de los Estados Unidos, donde las poderosas instituciones de ese país ponen restricciones al deslenguado de Donald Trump.

Nota: este escrito es una síntesis del artículo How democracy dies. Lessons from the rise of strongmen in weak states. 16 de Junio, 2018, publicado por la revista The Economist.

Profesor UCV

josenri2@gmail.com