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Revuelta armada 167

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 2 min.

La tesis socialista del gobierno y la antítesis de la propiedad privada de los medios de producción que sustenta la oposición, han generado una contradicción dialéctica de tal magnitud y gravedad, que no es exagerado afirmar sea la responsable de la crisis que estamos padeciendo; en consecuencia, es urgente solucionar dicha contradicción y el único llamado a resolverla civilizada y electoralmente, es el pueblo venezolano por cuanto en él y solo en él, reside la soberanía, descansa el poder constituyente originario y subyace el arbitraje de su propio destino.

Ahora bien, intuyo que la solución de esta contradicción, no solo permitirá comenzar a enfrentar con eficiencia la crisis social económica, política, religiosa, internacional, ideológica, cultural, militar y moral que estamos padeciendo, sino que de paso se evitará y alejará definitivamente el fantasma de la revuelta armada numero 167; pues en 187 años que llevamos de vida Republicana, se han producido en Venezuela 166 revueltas armadas que solo dejaron viudas, huérfanos, tierra arrasada y un país física, económica, política, militar y moralmente destruido.

En este orden de ideas y por la paz de la Republica, es válida una plegaria: ¡Ojala que Dios y la Virgen de Lourdes de Villa de Cura, mi pueblo, derramen sobre los actuales dirigentes políticos una cierta dosis de sabiduría útil que los haga detener esta vorágine que nos está ahogando y les haga echar marcha atrás sus conductas políticas divergentes y cese el trágico sacrificio de jóvenes estudiantes que luchan en las calles porque el pueblo venezolano alcance mejores estándares de vida!!

En este sentido, la pregunta es pertinente:

¿Quién en sus años juveniles no quiso al pueblo con pasión de carbonario, y por él, hasta dispuesto estaba a inmolarse?

Cuando todo haya pasado, entonces habrá que poner en práctica aquella hermosa de Andrés Eloy Blanco:

Por mí ni un odio, hijo mío,

ni un solo rencor por mí,

no derramar ni la sangre

que cabe en un colibrí,

ni andar cobrándole al hijo

la cuenta del padre ruin

y no olvidar que las hijas

del que me hiciera sufrir

para ti han de ser sagradas

como las hijas del Cid

Luego, de allí en adelante y con la más absoluta certeza, dejaremos a un lado el subdesarrollismo y comenzaremos a ser uno de los países más prósperos de la América latina: sin deuda externa, con la mejor educación, con los mejores servicios públicos, con la mejor salud, con unos índices de pobreza en franca decadencia, y oportunidades ciertas de un futuro mejor, por cuanto la educación eficiente y el crecimiento económico sostenido le proporcionarán un destino útil y placentero a todos y cada uno de los venezolanos.

Todos estos comentarios, amigo lector, por cuanto estoy convencido de que resuelta la contradicción dialéctica, alejado el fantasma de la revuelta armada número 167 y reconciliados, estaremos en condiciones laborales e intelectuales de comenzar a construir una nación agrícola, pecuaria, petrolera, minera e industrialmente desarrollada, a través de la educación eficiente, la honestidad moralizadora, el trabajo creador, la solidaridad ética, la responsabilidad militante, la tolerancia política, el respeto al derecho del otro y la moral pública

Entonces, todo sueño será posible en esta tierra de gracia y hasta el que haya naufragado en alta mar porque el tifón rompió sus velas, querrá que entierren su cuerpo cerca del mar, en Venezuela.