Termina un 2024 que estuvo marcado por dos grandes sentimientos colectivos a lo largo de su transcurrir accidentado. 

Hasta el 28 de julio prevaleció el convencimiento de que, con el concurso de todos, la situación política cambiaría y con ella comenzaría un proceso de recuperación de la deteriorada calidad de vida de los venezolanos, lento y difícil, pero que definitivamente nos conduciría hacia un país distinto y mejor para todos. El trabajo se hizo, pero han intentado y siguen intentando malograrlo

La vulneración de este deseo de cambio, expresado sin ningún género de dudas por una mayoría inmensa de los que aún permanecemos en esta tierra de gracia, acompañada sonoramente por los millones de compatriotas que se han visto obligados a abandonarnos, nos regresó a la incertidumbre en cuanto a cuándo se dará lo que deseamos, aunque convencidos de que más temprano que tarde, la democracia socialmente responsable nos conducirá, en paz, hacia ese futuro deseado en el que prevalezca el respeto a nuestras convicciones aunque difieran de las de otros, no importa cuán numerosos sean.

La intención de esta publicación ha sido, desde sus inicios, la de difundir opiniones de cualquier sesgo, siempre que provengan del campo democrático, tratando de que nos reconozcamos como ciudadanos libres, que tenemos derechos que defender, a la par de asumir los deberes que nos son obligantes.

Esperamos el 2025 con la misma ilusión que tiene el resto de los venezolanos, que es también la de los ciudadanos de bien del mundo, convencidos de que nos asiste la razón al plantear querer una Venezuela de progreso, enrumbada hacia un desarrollo centrado en el bienestar de la gente, en el que prive la justicia como garantía para la convivencia.

En estos días de sentimientos encontrados, queremos desear toda la felicidad posible dentro de las circunstancias que vive cada quién, difíciles para los que han perdido seres queridos o los tienen en prisión, y que el año que se avecina sea el que todos estamos soñando,

un fuerte abrazo y nos reencontramos en enero.