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Seguro de que hay futuro

Opinión
Artículos de opinión
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¿Qué comentar? sigue siendo un dilema difícil de resolver ante el cúmulo de declaraciones, decisiones y maniobras, términos definitivamente redundantes en este momento político, para reflejar lo que hace el oficialismo en su desgobierno, sin que se vislumbre una sola acción destinada a resolver los grandes problemas del país.

Ante esta realidad, se nos ocurre cuestionarnos sobre la posibilidad de que exista otra vida, distinta y mejor, después de la que estamos mal viviendo, en términos individuales y como ese todo que somos la sociedad venezolana.

Enumerar constantemente lo que sufrimos no ayuda a nada, ni a nadie, mientras que atrevernos a imaginarnos que las cosas pueden ser distintas representa una aliciente para seguir resistiendo y luchando por un futuro diferente, cada quien desde sus realidades y circunstancias.

Convencidos de ello, acompañamos la idea de que Venezuela tiene un futuro cada vez más cercano, en el cuál será posible desarrollar las aspiraciones personales, con respeto a las de los demás y a nuestro entorno natural, gracias a un marco jurídico que garantice la igualdad de oportunidades para todos los que en ella vivimos.

Ese futuro tenemos que construirlo desde ya, teniendo claro que nunca el mismo será producto de una individualidad, que los mesías modernos son creaciones publicitarias, y que solo el trabajo en equipo, asignado democráticamente a un grupo de venezolanos constantemente sujeto a supervisión, puede sacarnos adelante en un mundo cada vez más interdependiente a pesar de sus contradicciones.

Requerimos un país unido a partir del reconocimiento de las realidades y capacidades existentes en nuestras regiones, las cuales federadas en su accionar pueden gestionar gracias a su cercanía, las expectativas de las comunidades. Esta acción federada demanda una hacienda pública capaz de recaudar lo que es de todos y gestionar su distribución hacia niveles nacionales y locales de acuerdo a competencias y responsabilidades claramente establecidas.

Las reglas de todo juego y sobre todo, las de este que es vital, deben estar totalmente claras y más nunca sujetas a interpretaciones en manos de unos pocos, la opinión de cada venezolano debe contar por igual y el cumplimiento de lo establecido como ley debe ser garantizado de manera justa y expedita.

Partiendo de esa base y con honestidad administrativa presumida, pero además sujeta a supervisión y comprobación, nuestro país, en muy poco tiempo estará en la vía de acogernos con seguridad jurídica, seguridad social y seguridad personal para todos.

Claro que podemos; hagámoslo juntos.