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Sin jetas no hay paraíso

Opinión
Artículos de opinión
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Mi difunta madre, María Amparo González de Delgado (qepd), solía decir que “para algo tiene uno la jeta”; es decir, la boca es para uno expresarse y expresar las cosas que debe decir en el momento oportuno y sin tener que arrepentirse luego diciendo: “Cónchale, por qué no hablé”. Siempre ha sido mejor pedir perdón que pedir permiso, porque “después del ojo sacao no vale Santa Lucía”.

Por eso estas redes sociales son interesantes como un medio de expresión válido e importante para dejar en claro qué es lo que queremos expresando lo que sentimos algunas veces. Y si bien es cierto que uno es esclavo de lo que dice y amo de lo que calla, no es menos verdadero que el silencio en los actuales momentos es pecado capital, mortal, porque nadie puede permanecer indiferente ante una situación insoportable que acaba con la vida de los jóvenes en la calle y de los niños y los viejos en sus casas.

Aunque el término jeta no es el más apropiado para referirnos a la bocota que tenemos, forma parte de las palabras que llaman nuestra atención para oír, y ver, qué sucede a nuestro alrededor y, al parecer, aún no nos damos cuenta por estar metidos en otras cosas que quizás son muy importantes, pero que ahora no son tan urgentes; o sea, primero es lo primero, no hay vuelta atrás.

Por supuesto que no debemos ser imparciales entre el bien y el mal, y permanecer indiferentes ahora es permitir alcahuetamente el avance y el fortalecimiento de los indignos que hoy nos malgobiernan y cúyo fin único de las atrocidades que cometen y padecemos es mantenerse en el poder por el poder mismo a como dé lugar, a toda costa, pasando incluso, como en el pasado, por sobre los cadáveres de esos jóvenes estudiantes, artistas y trabajadores del presente que son nuestro futuro.

De modo que ante este infierno, imposible darle otro nombre a la grave situación que padecemos, debemos continuar la lucha en las calles; los que no tienen problemas de movilidad ni de movilización marchando paso a paso por el triunfo, que ya está muy cerca, y los que eventualmente carecemos de condiciones para andar los caminos del éxito, que se avecina, tenemos la boca, la palabra, la voz y lanzar nuestras proclamas a los cuatro vientos para que el mundo interior y exterior esté enterado de que nosotros seguimos manifestando y protestando es por la libertad y por la democracia, pues sin jetas no hay paraíso…