El comentario de la semana
Transcurre otra semana sin evidencias de cambio en cuanto a los problemas más importantes que nos afectan a TODOS los venezolanos por igual.
La violencia se hace cada vez más cruel y repetitiva, hasta el punto que empezamos a conformarnos con que no nos afecte directamente. La ausencia de vigilancia, y de confianza en la poca que existe, aumenta el sentimiento generalizado de desamparo.
La falta de lo esencial y los desproporcionados precios de lo que se consigue presagian una respuesta fuerte de la gente, que hasta ahora está represada y expuesta a un detonante, que nadie sabe cuál puede ser y que usualmente resulta el menos evidente.
Las medidas remediales, las amenazas destempladas, las colas al aire libre, bajo el sol o la lluvia según toque, las ofertas esperanzadoras, no por eso menos engañosas, las cuadrillas de limpieza uniformadas de rojo, todas ellas previsiblemente más evidentes en la medida que nos acerquemos al 6D, no bastarán para calmar la inquietud e insatisfacción generalizadas. La tensa calma está garantizada aparentemente hasta el día de las elecciones parlamentarias. Ojalá que a nadie se le ocurra jugar con ellas.
24/10/2015