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Todos los zombies del presidente

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 2 min.

El gobierno, si pudiere llamársele gobierno al régimen que todos los días depaupera más al noble pueblo venezolano, pone la cómica cada vez que algún “harto” funcionario abre la bocota, y si no fuera por la tragedia que sufrimos, también a diario, la gente no tendría que añorar a la Radio Rochela. Cada vez que hay una fecha festejable montan una parranda, una charanga, una rumba con el fin de entretener a los nariceados asistentes para que no se aburran con las “perolatas” oficiales tratando de explicar la inexplicable infelicidad de la nación y la invencibilidad de la ya vencida revolución.

Mientras la galería se entretiene entre trago y trago, en perfecta formación todos los zombies del presidente, unos muertos de miedo y de hambre otros, se mantienen como en algunos ritos haitianos bailando los ojos y abriendo la boca, entre bostezo y bostezo, rogando a Dios que terminen la latosa parada y la pesada cadena para también participar en la callejera francachela con los respectivos bonos y “ranchos”, por amor a la patria, dentro de la gandola de reparto que estacionan estratégicamente en la periferia.

Siempre se pregunta la gente que pasaría si una avispa le aguijoneara la nariz o una oreja a alguno de los militares y milicianos amontonados en el patio, pero esta vez fue un dron de VTV el que paseó por el espacio aéreo de la parada. Un francotirardor, despistado y aburrido, probó puntería con el avioncejo y con tan mala suerte que atinó, se produjo una detonación (no una explosión) y todo el mundo se cuajó, y no de la risa, marcando la milla en 21 3/5, demostrando que en esas filas no abundan los ateos.

Todos los zombies del presidente siguen órdenes e instrucciones a ciegas, sin medir ni mediar palabras, al son del sable y de la peinilla que sus jefes planean y chasquean contra el macádam, y se mueven sólo pensando en salvar su propio pellejo, no el de algún pendejo al que le perdieron miedo y respeto, el que otrora inspiraban sus superiores a cualquier venezolano, incluso en aquellos desfiles esperados con disciplinada ansiedad y admirados con ceremoniosa solemnidad.

Los zombies del presidente no se calan al comandante alterno que no respeta y se irrespeta a sí mismo por lo que dice, lo que hace y lo que deja de hacer para desgracia del país que les entregó la confianza, el poder, y ahora se encuentra sumido en la peor de las tragedias. Para colmo, inventan una supuesta conspiración para cometer un presunto “magonicidio” e iniciar feroz cacería de brujas y con palos de ciego seguir arremetiendo contra la dirigencia que queda y los jóvenes que se quedan en su tierra para defender, con sus luchas y sus vidas, el hipotecado futuro que les pertenece, que falta les hace para desarrollarse, como fue costumbre en esta Venezuela desde el mismo día 9 de agosto de 1498, cuando llegó la primera avanzada cruzada de españoles.

7 de agosto de 2018