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Una confabulación contra la Rusia de Putin

Tiempo de lectura: 4 min.

Putin, el líder autoritario ruso, aspira restablecer la Unión Soviética. A tal fin ha iniciado una ofensiva contra los países que formaron parte de la Unión Soviética, como Ucrania, a fin de anexarlos de nuevo a su órbita de influencia. Paralelamente a ello ha emprendido iniciativas a fin de enaltecer la imagen de Stalin, el sanguinario sátrapa ruso, tirando un manto de oscuridad sobre sus crímenes. En los últimos años el círculo cercano a Putin denunció una confabulación contra Rusia. Un aspecto central de esta confabulación es el film “The death of Stalin” (la muerte de Stalin) una comedia satírica que pone en evidencia el régimen de terror que existió en la Unión Soviética.

El argumento de la obra se desarrolla inicialmente bajo un formato de historietas en francés bajo el título “La mort de Staline” creadas por el artista Thierre Robin y el escritor Fabien Nury, publicada en dos volúmenes entre el año 2010 y el 2012 por la editorial franco belga Dargaud radicada en Paris. El primer volumen “Agonie” ganó el Historia Prize en el 2011 y el segundo “Funérailles” ganó le Prix Chateau de Cheverny de la bande desinée hitorique en el año 2012.Posteriormente es traducida al inglés y publicada como una novela gráfica en el 2017, creada en este formato por los mismos autores de la versión francesa bajo el título “The death of Stalin”. Fue publicada por la editorial Titan Comics. Finalmente la novela en su versión inglesa es llevada al cine dando lugar a la película “The death of Stalin”. La cinta fue galardonada como la mejor comedia europea en los Premios del Cine Europeo del 2018.

La película muestra en forma magistral la atmosfera de terror vigente durante la era soviética, lo que se observa claramente desde el inicio de la obra. Esta comienza con la transmisión de una obra musical por Radio Moscú, interpretada por una orquesta de música sinfónica, abierta al público. Una vez que la presentación finaliza, el público y la orquesta se retiran como es de esperar. Posterior a ello se recibe una solicitud de Stalin que desea que le envíen una grabación del concierto. El presentador de la radio entra en pánico y comienza a dar carreras a fin de lograr que la orquesta y el público regresen. En forma apresurada se recluta a mendigos callejeros, barrenderos y trabajadores que a esa hora ubican en la calle. La orquesta regresa pero no logran localizar al director de la misma. Recurren a un director retirado y lo sacan de su apartamento en pijamas y en esa facha dirige la orquesta. La pianista, cuya familia ha sido enviada a los campos de concentración del Gulag por el dictador se resiste, pero al final acepta participar por una considerable compensación en rublos. Finalmente se logra concluir la grabación en un disco de vinilo el cual se introduce en un sobre y se remite en forma urgente al dictador.

La pianista logra introducir subrepticiamente en el sobre una nota en la cual le desea la muerte al tirano. Stalin recibe el sobre y cuando retira el disco se da cuenta de la nota, la lee y sonríe. Después de leer la nota sufre un ataque y se desploma. Aparentemente el ataque fue producto de una embolia cerebral. Los guardias ubicados en la puerta de la habitación oyen el cuerpo caer pero no se atreven a entrar porque saben que pueden ser enviados a Siberia por contravenir la orden del tirano de no ser molestado. Cuando llega la mucama y descubre el cuerpo es cuando se llama a los miembros del círculo íntimo de Stalin. Estos se reúnen alrededor del cuerpo del dictador, sin saber qué hacer. Agarrándose la cabeza expresan su desconcierto y su incapacidad de sustituir al jefe y su genio sin par. Continúan con su actitud servil, a pesar de la incapacidad del tirano, pues no está claro si revivirá.

Después del desconcierto inicial deciden llamar a un médico, lo cual no es fácil de llevar a cabo pues la mayoría de los médicos han sido enviados a campos de concentración en Siberia, acusados de haber participado en un complot contra el régimen. Al final logran ubicar a un desprevenido anciano que paseaba con su perro y lo obligan a presentarse en el sitio donde yace el cuerpo de Stalin. El anciano galeno ausculta el cuerpo y llega a la conclusión que no se puede hacer nada y que el dictador no se recuperará del ataque que ha sufrido. Poco después de esto el dictador parece revivir, pero finamente se desploma sin vida.

A continuación se inicia un forcejeo entre los presentes en el cual el jefe del aparato represivo de Stalin, Lavrenti Beria, trata de imponerse como sucesor, amenazando a los demás con revelar sus secretos. Ante esto el resto de los presentes liderados por Nikita Jrushchov deciden actuar y asesinan a Beria. El brazo ejecutor que pone fin a la vida del jefe de seguridad es Georgui Zhúkov el legendario general ruso que lideró la resistencia en Leningrado contra los invasores alemanes, en la segunda guerra mundial. Poco a poco el liderazgo de Jrushchov se impone y es designado presidente del Comité Central del Partido Comunista ruso. Gracias a Jrushchov la sucesión en la Unión Soviética de allí en adelante se llevará a cabo sin las sangrientas purgas que eran características del régimen de Stalin, ese será su legado.

Profesor UCV