Maduro lleva años acosando a los venezolanos que se oponen a las violaciones de los derechos humanos, al empobrecimiento, destrucción del país, a la corrupción y al narcotráfico.

Ahora está acosado por los ciudadanos que no aceptan sus fechorías, por los principales gobiernos democráticos del mundo y por numerosas ONG. Es rechazado por sinvergüenza y torpe. A pesar del terror que aplica, no podrá seguir usurpando el poder porque el entorno cambió.

Inicialmente, el llamado Socialismo Siglo XXI tuvo respaldo de la mayoría que percibió que mejorarían las condiciones de los menos favorecidos. Sin embargo, solo se ha beneficiado una camarilla integrada por políticos de baja ralea, por algunos abogados, militares y empresarios sin principios, ni valores. No han podido ocultar su riqueza mal habida, ni la ineptitud para gobernar. El pueblo les pasó factura el 28 del mes pasado.

¿Por qué esta vez sí lograremos salir de quienes han abusado del poder? ¿Acaso no hemos fracasado en otras oportunidades? Sin ser exhaustivo, podemos mencionar lo siguiente:

-Por primera vez, la oposición a Maduro es una mayoría abrumadora, porque aumentó exponencialmente la población en nivel de pobreza crítica y todos los servicios públicos están en el suelo. Además, gran parte de quienes están en Venezuela tienen hijos, padres, hermanos o familiares entre los más de ocho millones que tuvieron que emigrar. Paralelamente, la población se percató de la corrupción de los relacionados con el régimen y quiere libertad.

- Maduro se equivocó al pensar que vetando a María Corina Machado y encarcelando a parte de su comando podía trampear la elección. Tampoco calibró su valentía, conexión con el pueblo y capacidad de organización. Ella tiene el respaldo de la gente, fue capaz de promover la excelente candidatura de Edmundo González y lograr que 7.156.462 ciudadanos votaran por él, en comparación con los 3.241.461 de Maduro. Contra todos los obstáculos, sus comanditos lograron las Actas de la votación y su equipo las montó en internet. Una proeza.

-Ante los números chapuceros del presidente del CNE, la divulgación de las Actas por María Corina ha permitido que varios países reconozcan a Edmundo como presidente electo y otros le exigen al CNE que presente las que fueron consignadas. Maduro intentó una farsa burda. Tuvo una derrota aplastante.

-La represión ha sido brutal, 11 ciudadanos asesinados, más de 1.200 detenidos y varios desaparecidos, hogares violados, la sede de Vente asaltada y obligan a ciudadanos a mostrar contenido de sus celulares. Además, según Delsa Solórzano, el régimen ha detenido a testigos para obligarlos a firmar un documento negando que cumplieron esa labor el día de la elección. Sin duda esto es parte del plan para intentar falsificar Actas.

-Es difícil estimar cuánto de los votos que obtuvo Maduro son de seguidores y cuántos fueron obligados por ser empleados públicos o militares. En todo caso es un número importante. Si en el PSUV hay militantes honestos que quieren permanecer en la política, lo sensato sería que presionen a Maduro para que reconozca su derrota. Una democracia requiere la presencia de diferentes ideologías. Por otra parte, la oficialidad de la Fuerza Armada tiene que considerar que es su obligación respetar la voluntad del pueblo.

-Maduro y su camarilla están acosados por la presión interna y externa. Tendrán que irse. María Corina les dijo el sábado pasado “nosotros no queremos venganza, ni retaliación, queremos el reencuentro de la sociedad venezolana en la verdad, la justicia y en el amor”. Les conviene aceptar esta oferta, por el bien de Venezuela y de ustedes. Ojalá la crisis no se prolongue. Para ello es importante la presión internacional. Petro y Lula deben estar conscientes de que es relevante para sus países una solución a corto plazo y podrían ser factores para una transición pacífica.

Como (había) en botica: 

Edmundo no asistió a la citación del TSJ porque este organismo pretende usurpar responsabilidades del CNE con la complicidad de Amoroso. 

Muy buena la posición de Enrique Márquez.

Solidaridad con Emill Brand, y con Roland Carreño, Ricardo Estévez, Enzo y Vicente Scarano, recientemente detenidos, con el resto de presos políticos, varios de ellos desaparecidos forzosamente, así como con Humberto Villalobos, Fernando Martínez Mottola y los otros cuatro luchadores refugiados en la embajada Argentina. 

¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

eddiearamirez@hotmail.com