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Comisarios Políticos, Delatores y Caporales

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El golpe de Estado como operación militar en contra de un gobierno, solo es posible como una acción encubierta, sigilosa que requiere de confidencialidad y hasta el secreto, lo cual es imposible en el cuerpo armado que hoy existe en Venezuela, ya que no hay estamento debido a que desde el año 2002 en lo que se conoce como -Momento Político Militar Revolucionario la organización militar fue penetrada por comisarios políticos, delatores y caporales-. Estos tres grupos de individuos con conductas perversas e inmorales serían los responsables de recomendarle al gobierno, a quienes deberían ascender, a quienes delataría y a quienes se les pagaría para cooptar su adhesión al proyecto político Castrochavista.

Los comisarios políticos, delatores y caporales destruyen así la posibilidad de la operatividad militar, con lo cual se minimiza la subordinación, eficiencia y capacidad de respuesta de las diferentes estructuras del elemento armado. Al destruirse el funcionamiento de la estructura solo van a existir bolsones o grupos de hombres armados que atienden a las diferentes facciones que hoy se conocen dentro del chavismo y postchavismo con lo cual queda claro que lo que mayormente pudiera existir en ese cuerpo adireccionado, son grupos de interés que responden a las múltiples facciones de tipo político administrativa que hoy caracterizan a un Partido Político en Armas.

Los comisarios políticos, delatores y caporales representan al Estado Cuartel, esa vergüenza que se muestra en las múltiples y diversas tareas que se han asignados a supuestas estructuras y organizaciones militares que no lo son y que responden a funciones administrativas de lo cual poco saben y lo que si potencian es la delación , el chisme y el espionaje. Nada conocen pero practican el sin sentido de la militaridad que instrumentan por la vía absurda de la estrategia por la verticalidad y por mandatos donde se reconocen después de 20 años de régimen autocrático militarista una regresión que muestra dos grupos armados: militarismo golpista y ladronismo organizado.

Los comisarios políticos, delatores y caporales, bloquean cualquier acción que no se corresponda a los intereses del régimen, constituyen la expresión grotesca que se observa en el análisis del Entorno Interno Militar ya que su presencia, acción y actuación en el desarrollo de las actividades del cuerpo armado , muestran cuando se pasa de la intranquilidad o irritabilidad a la tensión 1, tensión 2 o tensión 3. Es entonces cuando se reconoce la situación de la Revuelta no obstante la acción mayor o menor de los caporales, delatores y los comisarios políticos. Esas tres denigrantes, inmorales y desgraciadas expresiones a lo interno del cuerpo armado, son las razones para que se pueda afirmar con propiedad que dentro de la grave crisis que azota hoy al país, el compromiso del cuerpo armado no es con el Estado-Nación sino con el proyecto Castrochavista.

El régimen Castrochavista en su expresión de chavismo y del postchavismo mantienen un inestable equilibrio con el empleo cada quien en su espacio de los caporales, comisarios políticos y delatores, con lo cual hacen crecer la perversión del Estado Cuartel. Ese Estado Cuartel se expresa como un proceso de regresión política del Estado- Nación en el cual la polemología es mayor que la ciencia política y por lo tanto, la violencia y la guerra constriñen a la política como ciencia de la conciliación, del acuerdo y del crecimiento de la sociedad venezolana debido a la acción de los comisarios políticos, delatores y caporales

Es el Estado Cuartel amparado o reforzado por los comisarios políticos, delatores o caporales quienes accionan, para lograr mediante el “socialismo a juro” el control del cuerpo social venezolano -pero antes que eso, una vigilancia permanente a la estructura armada- para bloquear o contener cualquier acción posible en contra del régimen por parte de las raíces sanas a lo interno de la organización. El Estado Cuartel se nutre de la estructura inmoral de comisarios políticos, delatores y caporales como perversión organizacional e intentan dar seguridad a un régimen rechazado por importante núcleos como lo demuestra la Revuelta.

El régimen creó, alimenta y fortalece a los comisarios políticos, delatores y caporales que representan al patriota cooperante, es decir, al espía, al chismoso, al soplón, al confidente, al inmoral, al entregado al socialismo a juro con el fin de poder tener un pírrico control a lo interno de una organización que ha revirado al militarismo golpista y al ladronismo organizado, que ya hoy no tiene excusa y está cercado desde el 20M. Cercado por una sociedad civil que respondió con la resistencia civil, que ampara el Contrato Original y una reacción continental y mundial contra la revolución socialista, inhumana , incapaz pero sobretodo… corrupta e inmoral que tienes sus días contados, no obstante los comisarios políticos, delatores y caporales

Es original,

Director de CEPPRO

@JMachillandaP

Caracas, 29 de junio de 2018