En fecha 21 de noviembre, hace 64años, estudiantes de la UCV y UCAB precedidos por los alumnos del Fermín Toro, Juan Vicente González, Luis Razetti y los normalistas de la Miguel Antonio Caro, iniciando la huelga en contra de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, se rebelaron contra el oprobio que simboliza una dictadura.
Hoy, cuando vivimos otra expresión dictatorial los estudiantes universitarios, una vez más, expresan a viva voz su rebeldía característica, en la búsqueda incesante de una sociedad libre. Un abrazo a todos los jóvenes universitarios quienes, a través de nuestra historia contemporánea, han sufrido los embates de los déspotas que se enseñorean en el poder. Nuestro reconocimiento sentido a quienes han ofrendado sus vidas, a los estudiantes presos, a los heridos, a los que han tenido que emigrar en aras de la libertad y la democracia.
A más de seis décadas de la gesta histórica de nuestros estudiantes, la lucha continúa, Venezuela está sufriendo la contracción económica más severa en la historia de América Latina, y una de las más catastróficas jamás vistas en un país que no estuviera en guerra. La economía se contrajo aproximadamente en un 70 por ciento entre 2013 y 2020, y para fines de 2020 será solo una quinta parte de lo que era cuando Maduro asumió el poder. Desde finales de 2017 esta depresión se ha combinado con hiperinflación. La Asamblea Nacional sitúa la inflación acumulada de enero a octubre de 2020 por encima del 1799 % y la tasa interanual en 3332 %.
Este declive ha provocado un colapso alarmante del nivel de vida de los venezolanos. El Programa Mundial de Alimentos estimó a principios de 2020 que “una de cada tres personas en Venezuela (32,3 por ciento) está en inseguridad alimentaria y necesita asistencia”. Tres cuartas partes de las familias encuestadas habían adoptado “estrategias de sobrevivencia”, reduciendo la cantidad y variedad de alimentos que consumían debido a ingresos insuficientes. La organización benéfica católica Caritas informa que de cada 100 niños a los que ayuda, 59 muestran signos de retraso en el crecimiento como resultado de la desnutrición. “La gente ha perdido su capacidad de recuperación”, dice un trabajador senior de una ONG. “Mucha gente se muere de hambre en sus hogares”.
Hoy, al igual que en el ayer debemos elevar nuestra voz de protesta frente a un régimen autocrático y totalitario causante de la profunda crisis económica-política y social que hoy vive nuestro país. “Estudiar y Luchar” es un lema que define una conducta de compromiso social por la Libertad y la Democracia.