Reunir el porfiado fracaso izquierdoso alrededor de una fogata para apoyar distopías. Convocar en Caracas el malhadado Foro de Sao Paulo para apoyar lo que siempre han apoyado, es un indicativo de que ese fracaso forma parte de las neuronas de muchos que han creído que el mundo sigue siendo plano.
En efecto, algunos siguen creyendo que otros creen que la tierra es una lámina sobre la cual se mueven vacunos y ovejas. Cuestión que se afinca en la afirmación de que sí hay algunos que aún no han curado del sarampión y concitan reuniones para quitarse las costras, sobarse los golpes y sacarse los piojos.
La convocatoria del ya pavoso Foro de Sao Paulo en Caracas da pie para que en su seno se celebre también el hambre y la miseria que ambula por las calles de Venezuela. Sirve para que la pareja miraflorina siga danzando torpemente su salsa sobre la sangre de jóvenes que han caído producto de las balas rusas, chinas y hasta cubanas que lanzan como si fueran flores sobre la tumba de una Nación.
Este foro viene a darse el gustazo para festejar la carestía de la vida, la muerte innúmera de niños y ancianos en los destrozados hospitales del país. Para pasearse feliz por las vacías escuelas y universidades. Para danzar con las decisiones extrajudiciales de tribunales y sus zonas de tolerancia. Sirve para gritar consignas a favor de las enfermedades que una vez fueron superadas y ahora forman parte del reinado insano de un régimen que sonríe frente a la tortura. Que sazona sus platos con el pellejo de quienes dejan la vida en calles, avenidas, cárceles, ergástulas, mazmorras, tumbas y bosques donde se tortura, desuella, despelleja, electrifica, ahoga, envenena a la disidencia, pero también persigue, allana y encarcela a los familiares y amigos de las víctimas.
Este foro servirá para eso y más. Servirá para coronar a Maduro y para que los venezolanos nos sintamos felices de la llegada de los chulos y malvivientes que representan a los alienados que se dicen no alineados y forman parte de esa fotografía inventada por Fidel Castro en Brasil, y para que los ladrones y asesinos sigan siendo personajes de portadas de diarios y revistas.
Los bufones vendrán a celebrar la muerte. Los cortesanos vendrán a tomarse su guarapita escocesa con papelón y chicha andina. Vendrán a sembrar el conuco. Vendrán a intercambiar espejitos a través de ese muy contemporáneo y maravilloso invento llamado trueque. Y seremos felices con ellos porque ellos son justicieros y amantes de la paz. Los cementerios estarán muy agradecidos por la gesta bíblica de quienes aplauden la mirada perdida de nuestros jóvenes en las calles y poblados del país. Mirada de muerte porque el Foro de Sao Paulo es, precisamente, un estero de dinosaurios que viene a fundar su parque jurásico en Venezuela. O al menos a confirmar que existe y vienen a ver el zoológico en que Chávez, Maduro y sus sátrapas han convertido a Venezuela.
El Fororo de Caracas será con maíz fermentado. Será un encuentro donde ellos, los prehistóricos, volverán a invocar los nombres que tanto invocan para seguir destruyendo todo a su paso mientras ellos se enriquecen.
Por todo lo arriba dicho, en ácida broma porque arde y hasta en serio porque duele, se agrega a la opuesta realidad la celebración de un Contraforo en Maracay, donde no habrá libaciones ni manuales cubanos, rusos, iraníes ni chinos. Sino ciudadanos. La carpeta será la crítica. La agenda será la resistencia contra esa cosa criminal que reúne el despotismo, el latrocinio y la amargura de quienes siguen siendo los resentidos de la historia global.