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Elecciones en noche de Halloween

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 2 min.

Se abren las puertas que unen-separan al mundo de los vivos con el mundo de los muertos.

Noche de miedo.

Los muertos cruzan la frontera y vagan por las calles con sus caras de espanto. Golpean a tu puerta.

-¡Truco o trato!- gritan cuando abres la puerta.

Eliges trato, por supuesto. Un buen acuerdo, aunque tengas un precio a pagar, siempre es mejor que el amenazante truco que te pueden hacer.

¿Qué representa para el inconsciente colectivo la noche de Halloween?

Es la escenificación del miedo.

Una forma de decir: ‘esta noche confesamos que todos tenemos miedo’. Todos. Aunque a veces el miedo esté pudorosamente oculto detrás de una puerta de nuestra mente.

Es una forma de confesar el miedo con una dramatización, una teatralización más allá de las palabras.

Halloween es una manera de poner en escena nuestros miedos. Y de hacerlo de tal manera (niños, golosinas, juegos, máscaras…) que no solo lo confesamos sino que también lo derrotamos, lo hacemos más inocuo, lo diluimos.

Y lo derrotamos porque al hacer un ‘trato’ con él estamos evitando el ‘truco’ de su despliegue amenazador e invasor. Un trato, entonces, que le permite manifestarse pero de un modo aceptado, casi cordial.

Lo mismo puede decirse de eventos similares a Halloween. Por lo menos similares en sus resonancias psicológicas. Por ejemplo las películas de terror, la literatura de miedo, muchos cuentos infantiles…

Es el miedo, simplemente.

La puesta en escena de los miedos humanos.

Pero en la política no. ¿Verdad que no?

¿Qué tiene que ver el miedo con la decisión del voto?

Nada que ver, por supuesto.

¿O sí?

Razonemos juntos.

El votante es un ser humano.

Ergo: tiene miedo. Como todos.

Más o menos intensos. A una cosa o a otra. Pero miedo. Un miedo indisolublemente atado a la condición humana.

¿A qué le temen los electores?

Depende. ¿De qué depende? Del elector y del contexto.

Miedo a perder el trabajo.

Miedo a la violencia.

Miedo a perder la libertad.

Miedo a no poder pagar sus cuentas.

Miedo a los cambios.

Miedo a que todo siga igual.

Miedo a tantas cosas…

Noche de elecciones.

No es Halloween. No hay películas de terror en la tele. Pero mientras los votos van saliendo de las urnas y se van contando…es bueno saber que el votante también tuvo miedo.

Que el miedo, en unos más y en otros menos, también es un factor que se cuela en cada elección. ¿O acaso olvidamos el papel de las emociones en la política?

Maquiavelo&Freud

https://maquiaveloyfreud.com/elecciones-en-noche-de-halloween