El inefable y usurpador Ministro del Deporte, en una de sus acostumbradas ruedas de prensa, se refirió a lo que según su “científico y revolucionario” criterio seria la actuación de nuestro país en los venideros Juegos Deportivos Panamericanos a celebrarse en la ciudad de Lima, Perú este 2019.
Según sus inflados pronósticos alcanzaríamos ¡¡¡un total de 10 medallas de Oro y 20 más entre Plata y Bronce, para un total de30 preseas” superando así la actuación de los Juegos del 2015 realizados en Toronto Canadá.
Como es su costumbre, adornó su intervención resaltando las políticas revolucionarias en materia deportiva que sin lugar a dudas nos llevan a alcanzar, cada vez más, sitiales superiores en el campo internacional del ciclo olímpico. Según sus palabras, la “Generación de Oro” producto de la revolución bolivariana, no se detiene en la búsqueda permanente y progresiva de medallas (en especial de oro) en los Juegos del Ciclo Olímpico: Bolivarianos, Centroamericanos, Panamericanos y Olímpicos.
Los enchufaos que lo rodeaban aplaudían a rabiar las palabras de su jefe y gritaban consignas para ganar puntos con su jalabolismo….”Con Infante y Maduro el triunfo olímpico está seguro”
Sorprendente, por falso y demagógico, es el anuncio de las 30 medallas en total que se aspiran lograr en Lima 2019. Si se compara, el histórico de medallas obtenidas en estos veinte años de “revolución” podemos darnos cuenta de cuan profundo, sistemático y progresivo es el fraudulento anuncio ministerial:
1999- Winnipeg 40 medallas
2003-Santo Domingo 64 medallas
2007-Río de Janeiro 69 medallas
2011- Guadalajara 72 medallas
2015-Toronto 50 medallas.
2019-Lima el pronóstico es de 30 medallas
El listado demuestra fehacientemente que el “científico y revolucionario” pronostico del usurpador ministro del deporte, no es sino el preámbulo de una derrota anunciada con un balance regresivo de 20 medallas con relación a los últimos Juegos Panamericanos. Quedo al desnudo como un incapaz, incompetente e irresponsable funcionario. Solo a los falsos profetas se les ocurre vender la ilusión de señalar que a menor cantidad de medallas estaremos superando actuaciones anteriores.
Ahora bien, es importante señalar que la responsabilidad absoluta del desastre deportivo venezolano recae sobre los hombros de quienes han tenido la conducción del mismo y solo han demostrado además de su incapacidad un desempeño marcado por la corrupción.
A manera de síntesis, pudiera decirse que los 20 años del régimen chavista-madurista en materia deportiva, se han caracterizado por una constante violación de la autonomía de las Federaciones Deportivas y del Comité Olímpico, el encubrimiento de los ilícitos ocurridos con todo lo relacionado al transporte, alimentación y viáticos de las delegaciones que representan al país en eventos internacionales. La no transparencia en el manejo de los cuantiosos recursos económicos del Fondo Nacional del Deporte. La estafa continuada con la solicitud de divisas a Cadivi. El encubrimiento de los ilícitos ocurridos con la construcción de las instalaciones deportivas para los Juegos Nacionales o para eventos internacionales como lo fue el caso del Estadio Iberoamericano de Atletismo en Maracay. El grave y progresivo deterioro y abandono en que se encuentra más del 80% de nuestras instalaciones deportivas, lo cual ha generado el alejamiento de las comunidades y población en general de las mismas, consolidándose además serias restricciones para el desarrollo del deporte de rendimiento por carecerse de instalaciones adecuadas. La no homologación y pago de los pasivos laborales de los pensionados y jubilados del Instituto Nacional de Deporte. La solicitud irresponsable de sedes de eventos deportivos internacionales con el solo propósito de continuar con la apropiación indebida de los recursos económicos destinados para tal fin, ejemplo de ello lo ocurrido con la Copa América de Futbol, Juegos Bolivarianos de Playa, Iberoamericano de Atletismo, Mundial de Softbol femenino entre otros. La no asistencia a eventos internacionales programados, por incapacidad gerencial que pretenden esconderlas con señalamientos contra el imperio norteamericano y la guerra económica. La entrega de divisas a la dictadura cubana a través de leoninos convenios de contratación de “entrenadores” y los juegos del “Alba” y la permanente suspensión de los Juegos Nacionales.
Con mentiras o medias verdades el estancamiento deportivo del país seguirá ampliándose de manera exponencial Una nueva visión estratégica del deporte debe superar el estado generalizado de corrupción que impera en el sector, la desatención a los atletas, entrenadores y dirigentes, la incompetencia e incapacidad de los funcionarios, la no formación de entrenadores, el progresivo deterioro de las instalaciones deportivas y la ideologización político partidista de la actividad con fines proselitistas.
Sin lugar a dudas que “Un Deporte Mejor requiere obligatoriamente una Sociedad Mejor” y este objetivo solo podrá alcanzarse con el cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres.