En la Sala Situacional de Miraflores, el ambiente generalizado era de preocupación. La escasez de alimentos, medicinas y la hiperinflación hacían prever un estallido social. El fracaso de las medidas adoptadas, tales como el pernil navideño o las irregularidades en la entrega de las cajas CLAP, generaban un malestar de incertidumbre y obligaban a los analistas a presentar nuevas alternativas para superar la situación.
- Óyeme tú, dijo el jefe del G-2 cubano, creo que necesitamos una nueva imagen que nos ayude a encubrir este despelote. Así lo hacíamos en Cuba con la figura de Fidel en vida, pero, con el tiempo no nos ayudaba mucho y cambiamos, ayudados por el Papa Franchesco, a la cohabitación con el imperio.
- Me parece buena idea, dijo Diosdado, ya el Difunto Eterno no tiene la misma gracia que al principio. Vamos a pedirle al amigo del Vaticano que nos canonice a José.
- ¿A José Vicente?...que bolas tienes, esa momia se ha estirado tanto la piel que ya ni puede reírse, expresó Tarek.
-Dejen la jodedera, me estoy refiriendo al venerable José Gregorio Hernández, que desde la cuarta república inicio ese recorrido para ser santo. Con eso matamos dos pájaros con el mismo tiro, a los fieles de la cuarta y a los de la quinta.
- Silencio absoluto en la sala…….
Buena esa camarada, dijo Nicolás. Te imaginas a un santo a mi lado en cadena nacional, hasta Trump se tendría que arrodillar ante mí. Vamos a proceder, échenle bolas….hasta la victoria siempre.
Acto seguido, designaron al párroco Muna Molina como jefe de la misión que iría a la Santa Sede a cumplir con todo el proceso de canonización.
- La Congregación para las Causas de los Santos, organismo encargado para el análisis de las solicitudes, recibe al comisionado y procede a estudiar los elementos presentados. Posteriormente emite un Decreto diciendo que nada impide iniciar la causa (“Nihil Obstat”).
El Presidente de la Congregación, se permite recordar al párroco Muna, que El Siervo de Dios “José Gregorio Hernández” fue nombrado “venerable” por el papa Juan Pablo II el 16 de enero de 1986, lo cual permitió seguir adelante hacia la beatificación.
Ahora bien, el Postulador de la Causa deber probar ante la Congregación para las Causas de los Santos, la realización de un milagro atribuido a la intercesión del Venerable. El proceso de examinar este "presunto" milagro se lleva a cabo en la Diócesis donde ha sucedido el hecho y donde viven los testigos.
Generalmente, el Postulador de la Causa presenta hechos relacionados con la salud o la medicina. El Proceso de examinar el "presunto" milagro debe abarcar dos aspectos: a) la presencia de un hecho (la sanación) que los científicos (los médicos) deberán atestiguar como un hecho que va más allá de la ciencia, y b) la intercesión del Venerable Siervo de Dios en la realización de ese hecho que señalarán los testigos del caso.
Tiene usted la palabra, hermano Molina.
Bueno, en primer lugar, expreso las palabras de agradecimiento en nombre de la Revolución Bolivariana Socialista del Siglo XXI dirigida por el excelentísimo camarada Nicolás. Consideramos de vital importancia, para la continuidad de nuestro régimen, la beatificación del ilustre José Gregorio. Hoy con mucho entusiasmo y orgullo, traemos ante los ilustres miembros de la Congregación para las Causas de los Santos, las irrefutables pruebas del milagro ocurrido en nuestro territorio producto de las oraciones y ruegos de nuestros milicianos.
Quiero enfatizar, que el prodigio que hoy nos enaltece se equipara con la resurrección de Lázaro de Betania recogida en la historia evangélica (Juan 11). Nuestros milicianos, fieles creyentes en la revolución, diariamente visitan la tumba de nuestro Líder Único El Difunto Eterno Hugo Chávez para invocar el renacimiento o regreso del Comandante Eterno.
Si bien, el milagro no se produjo al igual que el de Lázaro, no menos cierto es que la resurrección si se llevó a efecto al presentarse nuestro máximo líder como un “Pajarito” que se posó en los hombros de Nicolás y mediante silbidos logró establecer un canal de comunicación. Testigos de ello, fueron todos los camaradas miembros del gabinete ejecutivo que se encontraban acompañando a Nicolás.
Otro testimonio, para este caso, lo constituye el de la Primera Combatiente, quien a diario le coloca una cesta de alpiste en la ventana del Salón Japonés del Palacio de Miraflores, para que el reencarnado comandante se alimente. También, nos describe que una vez alimentado, el pajarito se sienta a reposar en la silla presidencial y deleita a todos los presentes silbando canciones de Reina Lucero.
Seguros estamos, que la Congregación, nos dará la aprobación final para la canonización de José Gregorio.
- El informe final, rechazó la petición por cuanto el “no comprobado” milagro se refería a otra persona y no al venerable José Gregorio Hernández.
Al enterarse de esa decisión, Nico y Muna Molina informaron al país que el imperialista Vaticano y sus terroristas de la Conferencia Episcopal Venezolana se oponen sin razón alguna a elevar a la figura de Santo a José Gregorio Hernández militante de la revolución bolivariana…….No importa, voy a ordenar el traslado de sus restos al Cuartel de la Montaña para que acompañe a San Hugo.