La reciente visita del presidente de la FIFA Giovanni Infantino, produjo un sin numero de pronunciamientos y comentarios entre los aficionados, jugadores y entrenadores de futbol en todo el país. Las especulaciones no se hicieron esperar. Muchos se preguntaban sobre cuales fueron los motivos que dieron paso a esa visita. Otros miraban con mucho recelo el encuentro del presidente de la máxima autoridad del futbol mundial con un jefe de gobierno cuestionado y no reconocido por un número importante de diferentes países del mundo democrático. Al ver publicada la foto del encuentro, la comunidad futbolística de Venezuela hizo suya la expresión de Lázaro Candal ¿Qué hiciste papaíto? para dejar en claro su rechazo a la conducta de Infantino de reunirse con el representante de un régimen autocrático y totalitario que ha llevado al país a la critica situación política-económica y social durante los últimos 22 años.
El rechazo a la presencia del mandatario de la FIFA, fueron aumentando con el paso de las horas y alcanzaron su máximo nivel al hacerse publicas, en los medios de comunicación, los discursos de ambos representantes en el Palacio de Miraflores. Maduro comenzó sus palabras diciendo "Espero que se fortalezca la relación de la FIFA con la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) para potenciar el balompié nacional". "Ojalá se logre coordinar con la FIFA para que, en los años que están por venir, tengamos algunos eventos internacionales en Venezuela que le den motivación al fútbol nacional”. Y terminó, como era de esperarse, con un ofrecimiento demagógico al señalar “Hemos conseguido los recursos para regalarle a Venezuela un gran estadio. Ya tenemos la ubicación en los terrenos adyacentes al Hipódromo La Rinconada, en Caracas y el Plan Mil Canchas para la masificación deportiva y como modelo de desarrollo para muchachos y muchachas deportistas".
Pura muela, fue la expresión de todos aquellos que tuvieron la oportunidad de escuchar o leer las frases vacías y demagógicas de Nicolás. El Estadio para Caracas ha sido ofrecido y pagado en su totalidad durante más de veinte años ¡¡¡y aun no se ha construido!!!, solo ha servido como fuente de corrupción. Con respecto a las Mil Canchas, quizás este numero en realidad refleja la cantidad de instalaciones deportivas que hoy están totalmente abandonadas e inservibles.
Infantino, por su parte, también hizo uso de la palabra para dejar en claro el motivo de su visita: “Es nuestra tarea saber cómo hacer del fútbol algo global, pero al máximo nivel es limitado y nuestra responsabilidad es hacer que sea de verdad global”, “Necesitamos competiciones mundiales en Venezuela y en todo el mundo”, aseveró. “La propuesta que tenemos es la de reducir los partidos amistosos y tener más compromisos donde se juegue algo”.
Este musiú, como que nos vió cara de pendejos, fue la expresión nacional de los aficionados. Vino a ofrecernos competiciones mundiales para obtener el apoyo a su propuesta de celebrar el Copa Mundial de Futbol cada dos años, y como las federaciones de Suramérica se oponen a esto, anda recorriendo esta parte del mundo, ofreciendo villas y castillos para comprar los apoyos. En su oferta, tuvo el atrevimiento de señalar que “sería fantástico organizar un Mundial en Sudamérica”, de vainita no dijo que la sede sería Venezuela.
El tema de reducir el tiempo a dos años para celebrar la Copa Mundial, ha sido muy criticada y entre las razones destacan entre otros los siguientes:
- Enfrentarse cada dos años sería agotador física y psíquicamente para los jugadores.
- Bajo el actual formato de eliminatorias sudamericanas, los diez seleccionados de la CONMEBOL se enfrentan todos contra todos. Los cuatro primeros de la tabla clasifican al mundial y el quinto juega un repechaje ante rival de otra confederación. El presidente de la FIFA no explica cómo va a respetar el actual formato de eliminatorias sudamericanas que se juegan prácticamente durante tres años si el Mundial se jugara cada dos.
- Una Copa del Mundo cada dos años supondría una sobrecarga prácticamente imposible de gestionar en el calendario internacional de competiciones.
Para terminar el encuentro, Maduro no podía dejar escapar ese rolling planteado por Infantino y señaló, con toda propiedad y conocimiento del tema, que “Si de algo sirve mi opinión, estoy de acuerdo que cada dos años sean los mundiales de fútbol para alegría y motivación de los niños, niñas, la juventud y nosotros los fanáticos”, ¡¡¡“Me parece buena idea”!!!.
No sería descabellado pensar, que en el brindis, al final del encuentro, con varios whiskys encima, Maduro le planteara a Infantino “celebrar el primer mundial bienal en Venezuela” y este para asegurar el voto le contestara “vamos a darle”, que en revolución vale todo.