Pasar al contenido principal

La corporativización de la universidad

Opinión
Artículos de opinión
Artículos de opinión
Tiempo de lectura: 3 min.

La sentencia del tsj donde ordena las elecciones universitarias en franca violación de la autonomía universitaria de manera abiertamente brutal, no es un hecho que deba sorprender al País y mucho menos a los universitarios. La tiranía chavo-madurista viene haciendo esto casi desde el principio, sin importar que los principales líderes del régimen salieron de las universidades y por décadas tuvieron como discurso la autonomía y por décadas combatieron lo que ellos luego en el poder instrumentaron hasta llevarlo a una forma delirante. Con lo que se demuestra el carácter perverso de estructura que encarna el actual sistema.

El chavo-madurismo, despojó a la universidad de los recursos necesarios para su funcionamiento y desarrollo en cuanto fracasó toda su estrategia para apoderarse de las universidades “por las buenas”. Fracaso en lo electoral, fiasco con el chantaje laboral por parte de los sectores internos del oficialismo; para, luego pasar a la presión abierta pura y dura cuyo ejemplo más emblemático fue la toma del Consejo Universitario de la UCV en el 2001, que desencadeno una serie de eventos de extremada violencia que duraron una serie de años y que la comunidad universitaria supo contener y rechazar, todo esto hasta llegar como consecuencia del chasco de sus acciones a suspender las elecciones de autoridades universitarias en las universidades autónomas como manifestación de impotencia frente a la imposibilidad de controlar las universidades y ponerlas al servicio de su aparato ideológico.

Esta rebeldía de las universidades ha quedado siempre de manifiesto y viva cuando en las elecciones estudiantiles que se realizan por lo menos en nuestra primera casa de estudio que es la UCV, los grupos de oposición pueden competir sin riesgo de que el chavismo estudiantil gane una elecciones y se convierta en el caballo de troya del chavismo primero y ahora del madurismo.

Esta absurda sentencia lo grave y delicado que comporta no es el llamado arbitrario a elecciones porque el chavo-madurismo sabe muy bien que no gana unas elecciones en ninguna universidad –incluida la Bolivariana-, sino la forma corporativizada de la elección y las condiciones para ganar. Es decir, convoca las elecciones bajo la condición de la destrucción de la UNIVERSIDAD, que es la única manera en que pueden plantearse una hipotética victoria de sus fuerzas internas.

Podemos especular todavía más sobre las intenciones de los sátrapas rojos, como el intento de dar la impresión de ser demócratas y de tratar de producir un semblante de normalidad en el país, cuando tienen una Comunidad Internacional presionando por su salida, no les arriendo la ganancia, más se arriesgan que se produzca una fuerte reacción universitaria que les re-abra un frente más de lucha por el fin de la tiranía.

Nuestra posición es que las Universidades no deben caer en la trampa de una participación apresurada en esta farsa de acuerdo a la falacia: “si votamos todos ganamos”; se tiene que analizar esto con mucha inteligencia y frialdad. Las autoridades universitarias deben convocar a sus Claustros y discutir esta situación involucrando a los sectores más interesados en la permanencia de una Universidad democrática, sostén del conocimiento y la investigación científica como son los profesores y los estudiantes; de igual manera, lo deben hacer los gremios universitarios de profesores y estudiantes.

La decisión que se tome debe ser una decisión colectiva bien pensada y compartida por quienes creemos en la Comunidad Universitaria como un ente al servicio de los más intereses de la Nación y no de los intereses de la banda roja que ha destruido sistemáticamente al País. Sobre este núcleo constituido por los docentes y estudiantes se debe ampliar una consulta hacia otros sectores para enfrentar esta nueva agresión que pretende ponerle la lapidad definitiva a la UNIVERSIDAD LIBRE AUTONOMA Y DEMOCRATICA.

Debemos orquestar desde ya una campaña de denuncia no sólo sobre las elecciones fraudulentas que el oficialismo pretende imponer como acto totalitario, sino sobre la realidad del hundimiento de las condiciones de funcionamiento de la todas las casas de estudio de educación superior que comprometen su existencia en el corto, mediano y largo plazo.

@pedrovcastrog