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La historia

Opinión
Artículos de opinión
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Tiempo de lectura: 3 min.

La historia, en términos generales, es una disciplina social que recoge los acontecimientos ocurridos en el pasado, pero ella puede estar cargada de la creatividad imaginaria y de hechos ficticios producto de la mentalidad humana, a esta rama se le conoce como literaria. Existen variados textos imaginados que son verdaderas joyas de la literatura y la composición que han recibido reconocimiento nacional e internacional y son consideradas maestras en el ámbito universal. A la historia que nos referiremos en las siguientes líneas es a la científica que tiene como objetivo casi único y primordial conocer e interpretar los hechos, sucesos y comportamientos reales, por lo tanto debe ser significativamente objetiva e imparcial sin que priven sentimientos o ideales del historiador, arraigada solamente en los acontecimientos tal y como sucedieron. Es conocer el pasado para entender el presente y permitirnos avizorar el porvenir. Es registrar al hombre en su doble dimensión, orgánica y espiritual, con sus aciertos y errores.

La historia científica política es la narración y análisis de los hechos, ideas, organizaciones, sistemas, naciones y muy particularmente la prédica y conducta de los protagonistas, los líderes o dirigentes. Es el hombre quien predica y actúa en política. Los auténticos son aquellos cuyas ejecutorias están en correspondencia con sus ideas , pensamiento y proclamas.

Quienes tienen fe de carbonero, que creen firmemente por encima de todo y piensan que "No se mueve una hoja sin que Dios lo permita" también sostienen que todo lo que el hombre realiza o no, ha sido visto por nuestro Señor. Siendo así es el Creador el origen y génesis de la historia.

La historia política se nutre de lo que dice y hace el ser humano, pudiésemos afirmar sin exageración que es casi de manera exclusiva.

Jesús nos dijo que a los cristianos les conoceréis por sus obras y frutos , otorgándole una significativa relevancia a nuestra conducta, a lo que hacemos o dejamos de hacer y a cómo y por qué lo hacemos . Lo que hagamos o dejemos de hacer hoy, mañana, la historia lo recogerá y emitirá su juicio

En notas anteriores señalé que "la historia nos juzgará", recogerá y analizará nuestro comportamiento de hoy, lo que digamos y hagamos en acción u omisión quedará para el juicio de mañana, aunque hoy en tiempo presente y a lo mejor de inmediato podemos emitir juicios sobre el quehacer político y fundamentalmente de la conducta de quienes son los protagonistas de los hechos. Sin embargo muchos intelectuales afirman que la historia se debe analizar y escribir a distancia.

Los textos recogen biografías de políticos insignes que hicieron buena historia, que estuvieron a la altura de los desafíos que sus tiempos les presentaron y que su actuación fue la incansable lucha por alcanzar el Bien Común, por la justicia y la libertad. También recogen a políticos sumamente cuestionados que no supieron o no quisieron atender con altura los más altos intereses nacionales y que relegaron el Bien Común para priorizar sus particulares intereses y deseos o los del sector a que pertenecieron en sacrificio del colectivo.

Hoy somos retratados y mañana nos veremos y nos verán, como aparezcamos en la fotografía seremos juzgados. Tratemos de salir bien en la foto para merecer el reconocimiento de la historia y ello lo logramos con autenticidad, con denodado trabajo por el rescate democrático, por recuperar el imperio de la justicia y entregarnos en cuerpo y alma a la lucha por alcanzar el Bien Común.

El Bien Común y el alto interés nacional reclaman UNDAD de quienes queremos cambio en la conducción del país. Ella es la base más sólida donde podemos descansar con confianza nuestros sueños de libertad, progreso y conquista de los valores democráticos y aspirar a la reconstrucción nacional. Dios nos ayudará en esta tarea en la medida que nosotros nos ayudemos. Preguntémonos si lo estamos haciendo bien. La respuesta nos conducirá a profundizar o rectificar, ambas posibilidades son apremiantes, si lo estamos haciendo bien redoblar esfuerzos ya y si debemos rectificar hacerlo cuanto antes, dejarlo para después puede ser tarde.