Luego de los abrazos y felicitaciones por la llegada del año nuevo, los entrenadores, empleados y obreros que se encontraban en los pasillos del Instituto Nacional de Deporte, comenzaron a intercambiar opiniones sobre las aspiraciones o deseos para el 2019.
Todos los allí presentes, manifestaban la imperiosa necesidad que tiene el deporte de superar las insuficiencias de todo tipo, que prevalecieron durante el año que finaliza y que a pesar de haber sido denunciadas en diferentes oportunidades todavía no han sido resueltas. Por ello, estaban de acuerdo en mantener una actitud crítica y no complaciente frente a las autoridades gubernamentales del sector deportivo.
Recordaron en sus diálogos, que al comienzo del año, concretamente el 6 de enero, se celebra la tradicional “Misa del Deporte” en la iglesia de La Pastora en Caracas y esa era una inmejorable oportunidad para dar a conocer los problemas que atraviesa el deporte y exigir la solución de los mismos. La aceptación del planteamiento fue unánime y de inmediato procedieron a elaborar lo que pudiera llamarse “un censo de problemas” por cada sector de los que hacen vida en la actividad deportiva.
También, acordaron que la acción que iban a realizar, en ningún momento podía entorpecer el desarrollo de la eucaristía, por el contrario, la Oración de los Fieles pasaría a ser una expresión solidaria de denuncias y reclamos del deporte venezolano.
Las diferentes intervenciones giraron en base a un problema común: Obreros, empleados y entrenadores coincidían, en que las autoridades del Ministerio del Deporte y del Instituto Nacional de Deporte, hacían caso omiso de las obligaciones contractuales que regían las relaciones laborales de cada sector. Llegando al extremo de tener dos décadas sin discutir los contratos colectivos de los trabajadores.
En consecuencia, ese atropello patronal había desmejorado ampliamente las condiciones socio-económicas de los que prestaban sus servicios en esas instituciones. Tal era el grado de deterioro de las condiciones de trabajo que los sueldos y salarios estaban permanentemente muy por debajo de los índices inflacionarios y en ese punto, el patrón se negaba a aplicar la “Indexación salarial” aprobada en los contratos. Igualmente, desarrolló una política de tercerización del empleo para seguir burlando y desconociendo las obligaciones contractuales.
Quizás, el punto que contó con el mayor número de intervenciones, fue el relacionado con la homologación de los sueldos y pensiones y el relacionado con la Póliza de Seguros HCM. En lo referente a la homologación, destacaban el insólito hecho de ser discriminados patronalmente los trabajadores venezolanos frente a los extranjeros. Concretamente los entrenadores criollos percibían una remuneración mensual distinta y muy por debajo de la percibida por los entrenadores extranjeros, particularmente los cubanos. A unos les pagan en bolívares devaluados y a los otros en divisas.
Durante la exposición del rosario de problemas de los trabajadores, surgió a la luz la problemática de la asistencia médica preventiva o curativa. Los pírricos montos asignados en el seguro HCM, no alcanzan a cubrir ni siquiera un examen de sangre y la situación se hace más grave, cuando el referido seguro ¡¡¡No es aceptado en ningún centro de salud!!!. Totalmente desasistidos, están los trabajadores del deporte y las autoridades siguen sordos y mudos frente a esta problemática. Cada vez que los trabajadores reclaman, las autoridades no pasan de hablar de la instalación de una Mesa Técnica, que durante décadas no ha resuelto nada.
Hoy, dijo uno de los presentes en la reunión, vemos con suma tristeza e indignación, como se han ido muriendo nuestros compañeros de labores y las autoridades permanecen calladas y de espaldas a los problemas socio-económicos de los trabajadores.
En consecuencia, propongo que en La Misa del Deporte, durante el desarrollo de “La Oración de los Fieles” hagamos las siguientes peticiones:
“Señor, Te pedimos por los pobres, los enfermos, por todos aquellos que son tus favoritos, para que poco a poco todos intentemos hacer un mundo mejor. Ayúdanos a ser la voz de los sin voz y a ser más sensibles ante las injusticias y necesidades de este mundo”.
“Te pedimos Señor que los cristianos seamos sensibles ante esta realidad que sufren muchos hermanos nuestros. Que denunciemos esta situación injusta y se sientan acompañados”.
Por unanimidad, la propuesta fue aprobada. Todos coincidieron también, en nombrar en el petitorio, a los hombres y mujeres que han fallecido sin ver resueltos los problemas laborales planteados en reiteradas oportunidades a las autoridades (ciegas-sordas y mudas) del Ministerio del Deporte y el IND.
Con una emotividad desbordante, los trabajadores presentes en la reunión, comenzaron a pronunciar, algunos nombres de los compañeros que en vida estuvieron a su lado en las luchas por “Un Deporte Mejor en una Sociedad Mejor”:
Nelson Rodríguez, Norberto Torres, Rosauro Rodríguez, Rafael Longa, Francisco Mata, Guillermo Yanes, Juan Facendo, Aníbal Carballo, Rafael Morales, Alfredo Márquez, Dilio Mujica, Adalgisa Briceño, Fernando Blanco, Victor Lovera, Ivo Morales, Antonio de la Rosa, Jesús Quiñones, Nelson Reinoso, Luisa Alvarado, Arquímedes Herrera., Mauricio Johnson, Arturo León, César Franco, Felipe Salazar, Binicio Gutiérrez, Arnaldo Ortiz, Erick Gomez, Antonio Jaspe, Rafael Fereda, Panchita Robert, Patricia Andrus, Adonis Rendiles, …..cada nombre, era acompañado de un coro de voces que decía “PRESENTE Y SIEMPRE CONSECUENTE”
Al término de la reunión, los presentes sellaron su compromiso de solidaridad, con las siguientes palabras: Nos vemos el 6 de enero, en la Misa del Deporte, para hacer sentir “La Rebelión de los Espíritus” a las indolentes autoridades del deporte venezolano….Allí estaremos