COSTUMBRES
Estas consideraciones las hago tomando como punto de partida unas reflexiones que un buen amigo me envió y que me sirvieron de pie para esta nota.
Una vez que Chávez gana la Presidencia de la Republica, lo vimos por televisión diciendo groserías y nosotros pensamos que se trataba de un Presidente distinto, que así era él y aunque no nos pareciera normal, debíamos acostumbrarnos. Continuó regalando nuestro petróleo para comprar lealtades, especialmente a Cuba y Bolivia. Siguió luego la llegada de cubanos a nuestro país que fue una verdadera invasión silenciosa pero continuada hasta ahora y nos fuimos acostumbrando. Empezó la malvada cadena de expropiaciones (industrias, empresas, fincas , hatos, edificios, medios de producción y todo lo que se le ocurría ) y como los expropiados no éramos nosotros, de la manera más insolidaria, dejamos pasar las cosas en el proceso de acostumbrarnos, al principio nos alarmó pero luego todo se consumó. Cerraron medios de comunicación social, plantas televisoras, radios y periódicos escritos y no hicimos nada. Empezó a fallar la luz, el agua y el gas doméstico y tampoco hicimos algo, continuando con el acostumbramiento. Empezaron a escasear productos de nuestra alimentación básica y diaria y nos conformamos con cajas que el régimen provee. Empezamos a hacer colas para comprar comida, gas y gasolina y nos acostumbramos.
Contiene la reflexión que me dio pie a ésta que “somos como leones de circo que han sido amaestrados para ser manejados por el dueño y acostumbrarse a él”, de esa manera a nuestra voluntad la han ido preparando para hacernos sumisos a todo lo que venga del régimen, con inaudita resignación.
Debemos estar pendientes de este proceso en marcha de enajenación mental y de la generación nacida y levantada en las dos ultimas décadas, bajo este sistema de manipular a la gente por la mente y estómago y constreñirla hasta más no poder, pues corremos el grave riesgo que entienda y piense que ésta es la manera normal de vivir en el país y por lo tanto debe acostumbrarse a ello.
Acostumbrarnos a lo bueno, a la prosperidad, al bienestar, al amor, a la felicidad parece normal y lógico, pues todos deseamos el bien de los semejantes y el propio, pero acostumbrarnos a lo malo, es resignación y entrega total sin pelear por conquistar lo bueno y eso también es sumisión.
No somos un país de resignados y sumisos, nos hemos levantado de los peores momentos y hemos salido airosos. Nuestra tolerancia parece ser muy alta para soportar tanto daño, pero está bueno ya, basta de maldad y negaciones, tenemos que empinarnos sobre nuestro pesar y dar un vuelco a nuestro espíritu y hacerlo más agresivo, rebelde y emprendedor ante la injusticia.
Demasiado hemos aguantado, el país y nosotros nos vamos consumiendo y eso hay que pararlo ya. La manera de pararlo y tomar nuevos y mejores caminos es con UNIÓN de todos quienes queremos cambio y en ese camino es necesario y diría también fundamental que la dirigencia se ponga al frente de este anhelo popular despejándose y/o apartando intereses sectoriales o personales por muy importantes que sean y tener como norte exclusivo el bien de la Patria.
Quienes estamos adentro nos preocupamos porque no vemos unión y los de afuera, países solidarios, se alarman porque aún no la hemos logrado. Démosle al país y enviemos el refrescante mensaje al mundo, que la unión es un hecho y que renacieron nuevas esperanzas y fundado optimismo en un país muy distinto y mucho mejor, como lo queremos.
25 de junio 2022
SADISMO
Por sadismo se entiende experimentar sensaciones placenteras al causar daño físico o mental a un ser viviente. Quien disfruta lastimando o humillando a otro ser es un sadico. Los sódicos suelen ser rígidos, autoritarios y dogmáticos en sus creencias, irritables e intolerantes. Se empeñan en alcanzar sus objetivos empleando violencia, vejación, crueldad, temor y coacción. El sadico experimenta a través de sus malévolas prácticas, sensación de poder sobre las personas a quienes se les propina la maldad y se siente por encima de ellas y con capacidad para hacer lo que quiere.
Este régimen que por desgracia aún tenemos, rígido, autoritario, irritable, intolerante que emplea la violencia, la vejación, la crueldad, el temor y la coacción para hacer lo que le da la gana y cumplir su voluntad y se cree por encima del pueblo y de todos nosotros, no puede tener otro calificativo sino el de sadico. Cuando no es capaz de rectificar las políticas alocadas, desastrosas y fuera de todo orden lógico y sensatom que lo que han traído es un país destrozado y una población empobrecida y con hambre, se actúa con sadismo.
Con el inmenso malestar que todos sentimos y sufrimos y el estado de postración y retroceso del país, el régimen tienen el desparpajo de reirse y festejar es porque está tomado por el sadismo y eso lo hace feliz. Más del 80% de la población no tiene acceso a una alimentación adecuada y balanceada como debe ser y solo engaña al estómago y a su organismo ingiriendo algo para calmar el hambre y nuestra niñez está afectada de desnutrición, que lamentablemente cobra víctimas a diario, mientras desde el régimen no se hace nada para corregir esa criminal situación, es porque se disfruta con ello y eso es sadismo. Cuando se es indiferente ante la caída a pedazos de nuestras casas de estudios y centros prestadores de salud y ante la debacle de la infraestructura nacional, queda de manifiesto el sentimiento sádico de este régimen.
No hay dudas que estamos en presencia de un régimen totalitario que además es sádico y como tal procura el malestar del pueblo para su goce. Es un régimen enfermo del peor trastorno de conducta que lo hace ineficaz, torpe, indolente y lo peor es que no escucha ni oye las recomendaciones que a diario, desde adentro del país y desde afuera, los países amantes de la democracia y libertad, le formulan a gritos. También peor es que pese a los catastróficos resultados, ellos piensan que lo están haciendo bien y que vamos en una vía de reanimación económica porque seis o siete enchufados abrieron unos bodegones o tiendas de alta gama.
Además de ineficaces, que todo lo bueno lo destrozaron y lo malo lo empeoraron, son engreídos y se creen todo poderosos sin tener el deber de escuchar, atender y respetar la voz del pueblo que clama a gritos una salida ya a lo que tenemos.
Estamos en un precipicio en caída libre que debemos detener cuanto antes y regresar a la altura donde estuvimos, que con todos los problemas e inconvenientes la pasábamos mucho, pero mucho mejor. La manera y forma de detener cuanto antes esta caída libre que nos lleva a la hecatombe nacional, es con UNIÓN de todos quienes queremos cambio, para salir a flote y empezar la dura pero emocionante tarea de reconstruir el país para llevarlo a lo que deseamos, donde vivamos en paz, bienestar y felicidad y donde el socialismo sádico del siglo XXI no exista.
24 de junio 2022
PENSAMIENTO Y ACCIÓN
En notas anteriores he abordado este tema; el pensamiento y la acción, es apasionante y da para tratarlo de mil maneras y veces, en esta ocasión trato de agregar algunas cosas a las ya dichas que considero de importancia.
El pensamiento es un proceso mental, voluntario o no, mediante el cual el individuo desarrolla sus ideas acerca de su entorno, de los demás o de sí mismo. El pensamiento es idea, recuerdos y creencias. Existen varios tipos de pensamientos, tantos como los que caben en la mente, los hay analíticos, deductivos, interrogativos, creativos, críticos y todo los que podamos agregar. El pensamiento es un don particular del ser humano y su origen obedece a la intervención sensorial y la razón. También es la representación mental sobre alguien o algo, es la capacidad de construir ideas y conceptos y abordar las relaciones entre éstos.
Acción es hacer o ejecutar algo, material o inmaterial, de manera voluntaria o no, de pensamiento, también en él se actúa, palabra u obra, lo que implica movimiento o cambio de estado o situación e influye en una persona, animal o cosa. Es un hecho, acto u operación que supone actividad contraria a la quietud.
Ahora bien, definidos ambos términos como lo hemos hecho, debemos afirmar que para que una acción resulte como lo hemos previsto, es necesario que sea precedida del pensamiento analítico o crítico, donde nuestra mente trabaje. La acción sin el pensamiento puede resultar desfavorable, inconveniente o fallida, mientras que el pensamiento sin la acción es infecundo, estéril, es una idea que nos llega o almacenamos en nuestra mente y nada más, sin consecuencias.
Existen pensamientos que debemos almacenar en razón del tiempo y oportunidad que son factores muy importantes a la hora de actuar debidamente. Pensar y actuar en la vida es normal y frecuente, siempre lo hacemos en una medida o sentido, en política ambos elementos deben ser profundizados por que está envuelto el interés general que toca a todos, particularmente en la acción. Actuamos sin pensar solamente en casos sobrevenidos que el instinto de conservación desarrolla de inmediato; después de lo ocurrido es cuando pensamos y meditamos.
Existe el pensamiento político que es el de medios y fines, de estrategias, de críticas que se ejercen por parte de quien detenta el poder para encausar su acción en busca de los objetivos previstos y por parte de quienes ejercen la oposición para controlar que el gobierno lo haga bien y no se descarrile de las buenas líneas y también está presente en toda la ciudadanía, toda vez que a todos nos toca la política, querremos o no.
Como sabemos, todos somos políticos y como tal debemos preocuparnos por el acontecer público, sino, seremos gobernados exclusivamente por quienes si les interesa ese acontecer, nos guste o no. La palabra política se ha manoseado tanto y se ha prestado para tanto, bueno y malo, que la gente desconfía de la etiqueta y tanto es así que cuando una persona quiere decirle a alguien que es hipócrita , le dice que es político.
Para hacer política tenemos que desenvolvernos en la pluralidad y para estar en ella debemos tener mucha tolerancia que es esencial en la convivencia de quienes somos falibles y débiles por naturaleza. Que se sea “a partidista” se entiende y respeta, pero apolítico no, sería como ser indiferente ante la suerte del país y nosotros no los somos.
Pensemos profundamente y actuemos con mucha voluntad cuanto antes para lograr la UNIÓN de todos quienes queremos cambio ya, para salir de lo que tenemos que maltrata a diario e iniciar el difícil pero apasionante camino de la refundación de la Republica y la reconstrucción nacional.
23 de junio 2022
GUSTAVO PETRO, UNA INCÓGNITA POR DESPEJAR PARA COLOMBIA, LA REGIÓN Y EL MUNDO
Gustavo Petro es el Presidente electo de Colombia y en torno a él y a lo que hará, se han emitido muchas consideraciones y opiniones, basadas en algunas cosas que ha dicho y en especulaciones. Soy de los que cree, en este caso, que se debe emitir opinión y juicio por los hechos, que aún no conocemos pero conoceremos. “Por sus obras los conoceréis” dijo el Enviado de Dios Padre Eterno.
Petro se declara socialista, hay que ver a cuál socialismo se refiere, si al de los años sesenta y setenta que era sarampionoso, marxista, totalitario stalinista o al moderno. Chávez, que también se dijo socialista, se quedó en el concepto arcaico y superado, y fue más castrista que Fidel que lo obnubiló e hizo su muñeco que manejó a discreción y que le faltó poco para acabar con la Republica.
Michelle Bachelet y Pepe Mujica, que también se dicen socialistas, la primera en Chile y el segundo en Uruguay, hicieron un gobierno de justicia social, respetuoso de la convivencia humana y de la dignidad de la persona humana, respetuoso también de la iniciativa y propiedad privadas y hasta la incentivaron. Hitler también se declaró socialista y así podemos seguir citando ejemplos de ambos lados.
El socialismo se ha prestado ha distintas interpretaciones y pensamientos, hay quienes se quedaron en los primeros libros y quienes se actualizaron y modernizaron; los nuevos tiempos los llevaron a eso. Veremos en cual se apunta Petro.
Petro ha dicho, en materia tributaria, que quien más tenga y gane debe colaborar más, eso parece sensato, pero si utiliza las medidas impositivas para constreñir y acabar con la iniciativas privada y el progreso, estaría en el lado opuesto. También dijo que al asumir la Presidencia convocaría a una Constituyente y como allí se debatirá, con toda seguridad, el modelo de Estado, nos informaremos el camino escogido por Petro.
Si propone un Estado todo poderoso, dueño de todos los medios de producción y monopolizador de los medios de comunicación social, tendiente a un partido único dueño del país o un Estado moderno donde la iniciativa privada se pueda desenvolver sin obstáculos oficiales y más bien el gobierno sea promotor de ella y la intervención del Estado se presente cuando sea necesaria para restablecer la justicia y equidad. Tal vez en la reforma constitucional, si se efectúa, podamos tener claro el camino que Petro escogió y desde allí podamos emitir una opinión con propiedad.
La euforia y entusiasmo de la campaña electoral, muchas veces nos lleva a decir y ofrecer cosas que cuanto nos topamos con la realidad nos damos cuenta que son difíciles o imposibles de realizar, por ello hay que esperar los hechos.
Lo que ocurra en Colombia, por supuesto tendrá efectos en ese pueblo, pero también en la región y el mundo. En los años cincuenta y sesenta Latinoamérica estaba cundida de dictaduras militares, hoy lo está bastante teñida de rojo, que como pasó y fue superada aquella funesta época, ésta también lo será.
En los próximos meses, cuando el agua esté más clara y conozcamos el camino decidido por Petro, emitiremos nuestra opinión con bases ciertas. Deseo que el socialismo de Petro, por el bienestar y felicidad de Colombia, la región y el mundo, sea el moderno y humanizado que resulta, entre tantas opciones, aceptable. Hasta entonces.
22 de junio 2022
DISPLASIA NACIONAL E INTEGRAL
La displasia, en términos científicos, propiamente médicos, es la presencia de células anormales en un tejido u órgano. No es cáncer, pero puede degenerar en ello. Existe displasia leve, moderada y grave según tan anormal sean las células al microscopio y a su cantidad.
Si trasladamos esta definición y se la aplicamos en sentido figurado al país, podemos afirmar que estamos afectados de una displasia grave y general, que abarca lo político, económico, social, cultural y hasta moral, es decir una displasia nacional e integral. Los signos que observamos, que no se requiere microscopio porque saltan a la vista y además los sentimos y vivimos a diario, en el país, son de una anormalidad increíble que aún no lo han acabado, pero estamos en un barranco muy escabroso que de seguir las cosas como están sucumbiremos a profundidades de hecatombe.
El país está sumamente grave, en terapia intensiva, y es necesario y de urgencia la atención de científicos médicos y la aplicación de las medicinas adecuadas, para recuperarlo y sacarlo del estado de postración y carencia de vitalidad en que se encuentra.
Creo que el diagnóstico del país , displasia nacional e integral, lo conocemos, hemos hablado bastante de él y además lo vivimos y sufrimos a diario, lo que se impone es la solución necesaria que debe ser inmensa y cuanto antes, lo más próximo posible. Creo también que presumimos, intuimos o sabemos que si todos los que deseamos cambio nos UNIMOS y remamos en el mismo sentido, el barco llegará a buen y seguro puerto. Debemos actuar cuanto antes porque el tiempo importa muchísimo; mientras pasa, las células malignas se propagan, agravan más al paciente y se hace más difícil su recuperación.
Sobre la necesidad de UNIÓN he escrito muchísimas veces y no me canso de hacerlo; sostengo, como creo que todos, que con ella, remando todos en el mismo sentido, es cómo podemos salir de lo que nos perturba severamente y llegar a puerto bueno y seguro, lo más rápido posible. La UNIÓN es la llave que nos abre todas las puertas, es la que le recupera la salud al enfermo, es con la que podemos salir cuanto antes de lo que por desgracia tenemos, que es totalitarismo asfixiante causante de la aparición de células anormales en nuestro tejido social y es la que debemos mantener para recuperar el país que nos arrebataron y hacerlo mejor.
La salida del horror y el emprendimiento de nuevos caminos en busca de mejores horizontes, está exclusivamente en nuestras manos y la mejor herramienta de la que disponemos es la UNIÓN que tenemos que alcanzar y usar si nos lo proponemos con mucha voluntad, postergando objetivos sectoriales o personales por muy importantes que sean y abrazando en exclusividad el sagrado interés nacional. Es el llamado que la Patria, en esta hora tan menguada y tormentosa, nos hace. Respondámosle como debemos, con entrega total y solo atentos a lo que el país, a gritos, nos exige: UNIÓN, UNIÓN Y MÁS UNIÓN.
21 de junio 2022