Carlo Ancelotti es uno de los entrenadores más exitosos en la historia del fútbol mundial. Su palmarés como entrenador está distribuido por las principales ligas de Europa y también como jugador, se destacó por ser un mediocampista de recia pegada y control del balón.
Actualmente es el director técnico del equipo que más seguidores tiene en el planeta fútbol, el Real Madrid, el más ganador de torneos internacionales y uno de los clubes más complejos de dirigir precisamente por sus características. En 2014 escribió un libro “el liderazgo tranquilo” que es una caracterización de su forma de dirigir, de ejercer el liderazgo en un deporte donde los fanatismos y la búsqueda de resultados es algo tan determinante para el éxito o fracaso de cualquier misión.
Una de las características esenciales que describe Ancelotti como un elemento necesario para el éxito es la configuración de “un equipo”. Independientemente que deba gestionar “egos” y personalidades tan disímiles en un club como el Real Madrid donde se concentran siempre estrellas de primer nivel, la visión de jugar en conjunto y sacar el máximo provecho posible es algo demasiado relevante para incorporar al liderazgo.
El denominado “rock and roll” como esencia del liderazgo es algo que no se debe dejar de lado en el estilo de Ancelotti. Este aspecto se refiere a los “resultados en concreto”, a la búsqueda permanente de los goles y las victorias. En este formato no importa tanto “jugar bonito” y dar muchos pases para mover el balón por toda la cancha, sino concentrarse en dos o tres pases que aprovechen la velocidad de los delanteros y puedan sorprender al adversario. Es decir, la utilización de un esquema táctico para potenciar los resultados concretos que son los que desea todo fanático del futbol, especialmente, de un cuadro con una historia ganadora permanente.
¿Qué tiene que ver?
Un tercer aspecto crucial en el “modelo Ancelotti” es el ejercicio de la vocería. Corta, directa, enfocada y por, sobre todo, respetuosa. Este exjugador de balompié y entrenador de larga trayectoria hace mucho énfasis en esto: el respeto hacia el adversario con la utilización de palabras claves y diplomáticas que describen realidades sin ofender o maltratar a quien comparte contigo un juego tan apasionante como la vida misma. Y vaya que no es fácil hacer esto en una industria que basa sus éxitos financieros en la estimulación de las diferencias y la exacerbación del fanatismo para apuntalar mejor los procesos de mercadotecnia.
Y ustedes se estarán preguntando desde el principio qué tiene que ver esto con la política. El fútbol es un deporte, por cierto, el más popular y extendido del planeta, contrario a ésta que cada vez recibe fuertes rechazos populares ante el desprestigio que confronta en muchos lugares del mundo; no obstante, un modelo de liderazgo como el que representa Ancelotti en su gestión diaria al frente del Real Madrid, verdaderamente puede tener una interesante conexión, siempre y cuando, los líderes actuales puedan incorporar esos tres elementos esenciales que configuran el denominado “liderazgo tranquilo”.
En primer lugar, gestionar egos y diligenciar la construcción de “equipos” políticos que puedan ser interlocutores válidos entre la sociedad y el Estado es un elemento esencial para los tiempos actuales. Actualmente la política se ha vuelto demasiado individualista y centralizada. Se ha hecho demasiado complicado gestionar partidos políticos de manera colectiva y democrática lo cual viene creando un deterioro constante de los apoyos populares hacia esta figura histórica de la organización popular y social.
Ser un buen gestor de egos y constructor de equipos para la actividad política es algo que se puede tomar como recomendación práctica del modelo Ancelotti.
Producir rock and roll
En segundo lugar, lo que Ancelotti denomina el “Rock and Roll”, es una forma que interesa enormemente al ejercicio de la política en la actualidad. Si hay algo que la gente critica con más fuerza en estos tiempos, es la falta de resultados concretos que beneficien la cotidianidad de las personas y familias. Inclusive, la noción de democracia está sufriendo severos cuestionamientos porque la gente, especialmente los más jóvenes, no se sienten identificados con los escasos resultados que se ofrecen desde la gestión de los gobiernos de signo democrático, obviamente, con honrosas excepciones.
“Producir rock and roll” en las políticas públicas es un desafío constante y necesario para el liderazgo político en la actualidad. Concentrarse en los intereses nacionales y no en los corporativos, dedicarse a solucionar problemas en lugar de crearlos es algo que el liderazgo político debe reaprender prontamente.
Por último, el tema de las vocerías puede parecer algo trivial que del mundo del futbol se tome como ejemplo, cuando en realidad, es un tema clave y de permanente práctica en el mundo de la política. No obstante, del modelo Ancelotti es necesario enfocarse en la “caballerosidad del lenguaje”.
Parte del desprestigio actual de la política viene por la cantidad de ofensas que se transmiten a diario sin sustancia real en las declaraciones de muchos líderes que espantan a las personas con sus peroratas sin sustancia. ¿Se imaginan el ejercicio de la política sin ofensas? Obviamente, el mundo sería otro. Adoptar ciertos elementos del modelo Ancelotti puede significar un cambio sustancial en la forma de ejercer el liderazgo político.
13 de octubre 2024