En las peleas cuerpo a cuerpo, que muy lamentablemente aún existen, siempre está presente un descanso entre trompadas y trompadas; solo en la antigua Roma donde se efectuaban los más sangrientos e inhumanos enfrentamientos entre gladiadores, propios de animales, como dantesco espectáculo que disfrutaban el faraón, su corte y los asistentes al macabro acontecimiento, que se efectuaban en el coliseo, se iniciaba la pelea que concluía con la muerte de uno de los contenedores, sin tiempo de descanso.

En nuestro país existe un serio enfrentamiento entre el régimen y el pueblo que no lo aprueba. Ese enfrentamiento se concreta en variadas acciones concretas en las calles y muchas manifestaciones. Ahora bien, no es sostenible una acción callejera permanentemente, algún paréntesis ella debe tener y creo estamos en uno de ellos. No significa para nada el abandono de la tarea pendiente y mucho menos resignación, solo es un espacio que se dedica al pensamiento, al análisis y estudio de la estrategia adecuada para con seguridad reiniciar las acciones con mejor pie. Por ello podemos afirmar que estamos en un proceso donde el músculo descansa, pero el pensamiento vuela y muy alto. Para entender estas fases del proceso se debe tener mucha confianza en quienes lo dirigen y sostengo que quienes lo hacen nos han dado suficientes pruebas para depositar en ellos toda nuestra fe y esperanza.

El rey le dice a su acompañante, téngale mucho cuidado al león cuando descansa, porque está acumulando fuerza y energía para cuando sea necesario desatarlas con toda la fiereza que le es propia.

Lo importante es estar siempre pendiente de cumplir con la tarea que el deber nos demanda y cuando él es con la Patria es impostergable e irrenunciable. La lucha cuando es por ideales nobles y por la verdad que es la justicia, siempre tiene su recompensa y reconocimiento.

La lámpara está frotada muchas veces y el genio salió de ella y se encuentra entre nosotros, anda en la calle y en cualquier momento actuará; estemos preparados para ese momento.