En la reunión de los colectivos en diferentes sitios del país, los milicianos se preguntaban entre sí, sobre la o las causas que motivaron el suicidio del expresidente del Perú, Alan García.
Algunos pensaban que fue un asesinato ejecutado por las fuerzas imperialistas, debido a la cercanía de García con el Líder Único de la revolución bolivariana, el Difunto Eterno. Otros hablaban de una enfermedad incurable.
En vista de la confusión, decidieron preguntarle a uno de los camaradas, que estudió Ciencias Políticas en la universidad.
-Ese caso es muy complejo. Las razones giran alrededor del caso “Odebrecht”,
¿Qué vaina es esa? dijeron los presentes.
-Tranquilos, ya se los voy a explicar. Este cuento es largo, pero voy a tratar de hacerlo lo más corto posible:
el gigante brasileño de la construcción “Odebrecht” que ha protagonizado el mayor escándalo de sobornos de América, pagó miles de millones de dólares en comisiones ilegales a políticos, funcionarios, empresarios y presuntos testaferros de trece países de Latinoamérica a través de la Banca Privada d´Andorra (BPA), según informes confidenciales de la Policía de este Principado.
Políticos, altos cargos de la Administración, funcionarios, abogados y testaferros de Ecuador, Perú, Panamá, Chile, Uruguay, Colombia, Brasil, Venezuela, República Dominicana, Panamá Islas Vírgenes, Belice y Argentina se presentaron a la BPA para abrir sus cuentas secretas. Odebrecht depositó a estos, mediante transferencias, sobornos millonarios que enmascaró como servicios que nunca le prestaron.
¿Y cuál era su Modus Operandi? preguntaron todos.
- La constructora ha reconocido ante la Justicia de Brasil que costeó campañas electorales de presidentes y candidatos de América. Y que pagó sobornos por, al menos, 788 millones de dólares (680 millones de euros). Los candidatos favorecidos por la contratista ejecutaban después un plan de obras públicas multimillonario a favor de la empresa. Las pesquisas policiales y judiciales han revelado que Odebrecht utilizó las sociedades off shore Aeon Group y Klienfeld Services Limited para pagar los mencionados sobornos a políticos y funcionarios y los gestores de la BPA constituyeron sociedades en Panamá para ocultar a los titulares reales de las cuentas bancarias. Solamente a través de Klienfeld, una firma constituida en el paraíso fiscal de Antigua y Barbuda, se abonaron pagos sospechosos por más de 200 millones de dólares (173 millones de euros).
Me imagino que al amigo de nuestra revolución Alan García lo agarraron con las manos en la masa y por eso se suicidó.
-Así mismo fue. El exvicepresidente de la empresa estatal Petróleos del Perú, designado por Alan García (2006-2011), Miguel Atala Herrera lavó hasta diez millones de dólares en Andorra a través de la sociedad Off Shore Kliefeldd una de las firmas utilizadas por Odebrecht para pagar sus sobornos. Y según revelan las investigaciones. Alan estaba metido en ese ñemeo.
Camarada, me llama la atención que Venezuela aparece en la investigación sobre la empresa constructora de Brasil. Me pudiera ampliar los detalles.
-Claro que sí. En las investigaciones de las fiscalías de Venezuela, Brasil y Houston pusieron al descubierto un esquema de presunta corrupción vinculada al conglomerado brasileño Odebrecht, mediante contratos cuyos montos originales fueron inflados en convenios secretos con la aprobación y firma de altos líderes revolucionarios. Los excesivos incrementos de los contratos se hicieron mediante una estrategia de añadir una serie de adenda, denominados “documentos complementarios”, presentados por Odebrecht de manera secreta, y aprobados por altos funcionarios en Venezuela.
-En uno de los casos más notables, firmado por el Ministerio de Infraestructura y Finanzas de Venezuela, Odebrecht cotizó un precio inicial de USD 991.6 millones cuando ganó la licitación en 2006 para construir el tercer puente sobre el río Orinoco. Para 2014, el costo de la obra ya era el triple del precio original. En el proyecto conocido como “Sistema Vial Tercer Puente sobre el Río Orinoco”, la corporación brasileña presentó cinco “documentos complementarios”, mediante los cuales los costos se incrementaron en más del doble en un período de 9 años. Pese a los incrementos, sin embargo, la obra no fue culminada.
-El contrato original con fecha del 7 de junio de 2006, firmado por Nelson Merentes, entonces ministro de Finanzas, y por Ramón Carrizalez, ministro de Infraestructura, tuvo como contraparte por Odebrecht al gerente Euzenando Prazerez Azevedo, el jefe del conglomerado brasileño que terminó como testigo protegido de la Fiscalía de Brasil, y que reveló la extensa corrupción de sus operaciones en territorio venezolano, incluyendo una “donación” no declarada de USD 35 millones para Nicolás Maduro, supuestamente para financiar la campaña presidencial de 2014.
-Dos de los documentos complementarios de este contrato fueron firmados por Diosdado Cabello, entonces ministro de Obras Públicas y Viviendas, por un valor de USD 4.000 millones adicionales al contrato original de USD 991 millones.
-El resto de los tres documentos complementarios fueron firmados por Rafael Isea (ministro de Finanzas), por USD 1.47 millardos; Juan García Toussaint (ministro de Transporte Terrestre y Obras Públicas), por USD 3.2 millardos; y por José Luis Bernardo Hurtado (también ministro de Transporte Terrestre y Obras Públicas), por USD 1.9 millardos.
Coño camarada, allí lo que hubo fue un acto descomunal de corrupción que bien pudiéramos llamarla “Odebrecht Robo-livariana”
-Así es, y lo que queda es cárcel o suicidio para los implicados, no queda otra.
Los milicianos abandonaron el salón de reunión pensando en quienes serían los Alan o Lula bolivarianos porque candidatos sobran.