Muy circunspecto, subió Nicolás al escenario del Teresa Carreño para sorprender a todos sus milicianos seguidores, al sentarse frente a un piano de cola que allí estaba colocado.
.¿Qué va a hacer el camarada? Se preguntaron todos.
-Además, de manejar autobuses ¡Toca piano! Que arrecho es el camarada, dijo otro.
Sin dar ningún tipo de explicaciones, Nicolás traqueo sus dedos y comenzó a deslizar suavemente sus manos sobre las ochenta y ocho teclas. Se paseaban sus dedos por las 36 negras y las 52 blancas como todo un profesional.
-Que bien afina, dijo uno de sus gurdas espaldas.
-No sabía que a mi camarada le gustaba el Pianoforte, dijo otro.
-¿Qué sinfonía ira a tocar? Se preguntó uno de sus edecanes.
Cuando al fin, el novedoso y sorpresivo pianista logro producir sonidos durante diez minutos consecutivos, los milicianos y enchufados presentes en el acto pasaron del asombro a la duda. Nadie entendía los sonidos sin armonía que se escuchaban en la sala. Aquello parecía el choque de latas vacías porque sonaba como un perolero.
El maestro de ceremonias, para salir al paso, agarro el micrófono y pidió un fuerte aplauso para el concierto ejecutado por el ahora Pianista de la Revolución.
Clap, clap, clap fueron escuchados en el salón y no eran bolsas de comida. Acto seguido, los camaradas del programa televisivo Zurda Konducta, procedieron con su característico jalabolismo, a entrevistar a las personas para conocer de ellos su impresión del concierto.
-El Enchufado de la Cultura, con cara de satisfacción expreso que la actuación de su comandante Nicolás, le hacía recordar a Juan Sebastián Bach al tocar El Solo de Clave.
-El Enchufado de Educación, dijo haber visto en el performance del camarada a un nuevo Titán de las Blancas y Negras.
-Paganini, se quedó corto. Los Trascendentes de Nicolás son muy superiores y eso que no lo vi utilizando los pedales del piano, señalo el Ministro de Educación.
-No quiero aparentar que soy un estudioso de los pentagramas y las notas musicales, dijo el Ministro de la Defensa. Pero, como conocedor y admirador del Fascismo Hitleriano, debo señalar que Nicolás con esta actuación es la propia reencarnación de Joseph Goebbles, Ministro de Propaganda de Hitler, quien fue también un brillante ejecutor no solo de judíos sino también del piano.
Cuando, los camaradas de Zurda Konducta vieron que habían alcanzado los más altos niveles de alabanzas, decidieron darles paso en sus entrevistas a los milicianos de los consejos comunales.
-A mi me pareció, que el pana Nico, ha debido presentarse con su Liqui-liqui de levita para parecerse a Liberace en esta tremenda actuación, dijo Pedro dirigente de Los Tupamaros.
-El representante del 23 de Enero, en ritmo de clave, hizo énfasis en la similitud de Papo Lucas con el camarada Nicolás. No tanto por como toca el piano sino por los bigotes.
- Ha debido tocar Muñeca para que lo comparáramos con Eddie Palmieri.
Todos ustedes están equivocados, grito uno de los milicianos, que ya estaba prendío con media botella de ron que se había empujado él solito. Ese camarada, cuando toca y canta Cons-ti-tu-yen-te Co-mu-nal, al derecho y al revés, se parece al Profesor Rui-Ra, famoso personaje creado por Billo Frometa. Y como Goebbles, nos repite ese embuste mil veces para ver si lo transforma en verdad. Pero que va pana, lo que le sale interpretar para que todo el pueblo pueda celebrar es UNA FUGA EN RE MAYOR.